El autismo, una cuestión de actualidad

jueves 21 de octubre de 2021 | 6:00hs.

El autismo es una deficiencia neurológica humana, que dificulta principalmente la comunicación con la –o con otras personas– así como la interpretación de palabras, gestos o actitudes de personas que desean entablar una relación verbal con el autista pero que éste no llega –por su dolencia– a captar.

Nunca se me hubiera ocurrido escribir sobre esta dolencia, primero porque no soy médico ni psicólogo, y segundo porque, como muchísima gente, frente a un autista instantáneamente nos surgen temor, dudas, y muchas veces nos inhibimos de hablar o actuar con él, etcétera.

Pues bien, hace unos días me llegó un video de una señora –española– que hablaría sobre autismo; medité si verlo o no, porque yo no tengo ningún pariente cercano o lejano autista, sólo un amigo con un hijo autista, al que casi nunca le presté atención (otra de las conductas que muchos solemos adoptar frente a un niño autista: la indiferencia).

Comencé a ver el video y sorpresivamente, una señora, embarazada, de unos 35 años, se presenta en el escenario y confiesa que es autista. Señala que según estadísticas habrá un autista cada 59 niños americanos, por lo que afirma que a lo largo de nuestra vida nos toparemos con numerosos autistas, y que en la mayoría de las veces no nos percataremos de ello.

El video se puede ver por internet; es de la serie TEDxUC3m. Esta señora, además, comenta que no es una enfermedad, es otra de las numerosas condiciones humanas incurables (como la dislexia, sordera, hiperactividad y otras). También que la cuestión de género es más grave entre mujeres autistas, por ejemplo que la desocupación entre el colectivo femenino autista es del orden del 90%; cuenta que se trata de un trastorno biológico que afecta al sistema nervioso y al funcionamiento cerebral; que no hay una “gradación” del autismo (gradualmente del mejor al peor autista), y que esto afecta tres aspectos de la vida del autista: a) la comunicación humana verbal o gestual (por ejemplo puede no interpretar qué significa mover el dedo índice de derecha a izquierda, expresando “no”, o juntar los dedos de una mano y moverla de adelante hacia atrás queriendo expresar “¿qué querés decirme?”, o preguntarle a un autista: ¿te sentís cómodo charlando conmigo?, siendo que un autista da un solo significado -anatómico- a la palabra “cómodo”); b) la interacción social (no saben “leer e interpretar” expresiones faciales denotando alegría, pesar, bronca o sorpresa) y c) la rigidez del pensamiento y la conducta del autista.

O sea que si conversamos con un autista, debemos ser absolutamente claros y precisos en todo lo que digamos, no dejando nada “entre líneas” ni usando “versos” o malentendidos.

La protagonista del video es bastante creativa, ya que comentó que muchas veces ha debido recurrir a Google para buscar el o los segundos significados de expresiones que le habían largado y no entendía qué otros significados tenían (por lo cual, además, anda siempre con un anotador y lapicera…).

Señala que en la conversación diaria muchas personas usan palabras, gestos sutiles que entre personas comunes indican estados de ánimo, intriga, dudas, bronca, y que a un autista se le escapan, por lo que a veces no sabe qué responder ante un interlocutor muy locuaz.

Otro rasgo de algunos autistas es la reacción adversa a luz muy intensa o a sonidos muy altos o agudos. Otro rasgo ocasional de algunos autistas es que suelen usar gestos estereotipados en forma repetitiva (mover las manos, restregárselas, etcétera).

Como autista, esta señora se siente socialmente estigmatizada, se ha sentido toda la vida ocultando sus rasgos y conductas; como agravante ya tiene un hijo de 3 años y con autismo, dudando del lugar –normal– que llegará a ocupar en la sociedad. Hablar en esta gran serie, TED, de los problemas de los autistas, siente que es avanzar a que la sociedad tome más naturalmente al autista, sin temor ni indiferencia.

Por eso redacté esta nota, porque puede ser una contribución a que algunos lectores de El Territorio vean el video, reflexionen y recapaciten sobre sus actitudes ante un autista.

Muchos niños autistas son acosados por sus compañeros en las escuelas (seguramente los padres de estos otros chicos no les habrán explicado de qué se trata el autismo; que no es una dolencia sino un rasgo no temible ni descalificatorio).

Muy feministamente, la protagonista del video cuenta que las niñas, jovencitas o mujeres autistas son más sociables y disimulan el autismo mejor que los varones.

Finalmente, señala que algunos dirigentes se han percatado que los autistas suelen ser más creativos en las maneras de resolver problemas empresariales o administrativos más eficazmente, son originales, innovadores, no siguen los caminos tradicionales de razonamiento, y que incluso esta charla es para intentar encontrar ámbitos más inclusivos para los autistas.

A mí –desde un punto de vista humanístico– este agradable y didáctico video me aportó mucho a mi concepción de la vida social.

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