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Las lluvias apaciguaron el grave panorama

Las cooperativas apuran obras para evitar otra crisis hídrica en verano

Desde las comunas aprovechan que la situación se contuvo para avanzar en las necesidades de cara a la temporada de mayor demanda, con vistas a una posible nueva sequía

jueves 21 de octubre de 2021 | 6:07hs.
Las cooperativas apuran obras para evitar otra crisis hídrica en verano
En Iguazú, avanzan obras para solucionar el problema del agua. Foto: Norma Devechi
En Iguazú, avanzan obras para solucionar el problema del agua. Foto: Norma Devechi

La crisis hídrica ocupó gran parte de la atención en los municipios durante 2020 y 2021. La sequía provocó inconvenientes en el suministro, que de a poco se va normalizando. Pero aunque las lluvias de las últimas semanas trajeron un poco de alivio, aún se mantienen las alertas por un posible verano seco por lo que se continúa trabajando prioritariamente en obras y pozos perforados, a fin de encarar la temporada estival de la forma más holgada posible.

Es lo que ocurre en Montecarlo, donde si bien los arroyos Itacuruzú y Caraguatay -donde se encuentran las tomas de agua de la cooperativa local- mejoraron su caudal, se está avanzando en la obra de toma de agua del río Paraná, esperándose que pueda ser puesta en servicio pronto. Hasta tanto, la entidad planifica una nueva perforación en el barrio Los Azahares, para reforzar el abastecimiento en épocas de mayor demanda. De todos modos se insiste en la recomendación a la población de racionalizar.

Por su parte, en El Alcázar aún se mantiene fuera de servicio desde hace meses una de las perforaciones por falta de agua en las napas profundas y a la fecha no se recuperó aún. Allí se hizo una nueva perforación, que a los 181 metros de profundidad permitió obtener un caudal aceptable. En estos momentos se está terminando la instalación del equipamiento para ponerla en servicio, como también se está finalizando una red de impulsión para vincular la producción del pozo al tanque elevado N° 2 de la localidad, según indicaron. Con el aporte del nuevo pozo se espera atender la demanda en el verano.

En Jardín América, Ernesto Faccendini, gerente de la Cooperativa de Servicios Públicos, expresó: “En los primeros 17 días de octubre, las precipitaciones acumularon 140 milímetros, creemos que es suficiente para estar tranquilos hasta fin de año”. Además, contó que pidieron una reunión con el gobernador “para solicitar la ampliación de la planta potabilizadora; se pedirá el esqueleto de hormigón a cargo de la Provincia y nosotros proveeremos equipamiento, instalaciones e interconexión con los viejos módulos”. 

Faccendini confirmó que hay varios problemas en la prestadora de servicio y se complica cada vez más el servicio óptimo a la creciente población jardinense: “Hoy en día ya contamos con 7.500 familias conectadas a la red”. En los últimos tiempos, sequía, caída de postes de tendido eléctrico en tormentas y la limitada capacidad en la planta de tratamiento dificultaron la prestación. “Necesitamos con urgencia las obras”, insistió.

Desde Ruiz de Montoya, el presidente de la cooperativa de agua, Marcos Haser, habló sobre la red de envío del líquido vital: “Vamos a ampliar para llegar a más usuarios, por el momento marcha muy bien el trabajo en la zona, tuvimos inconvenientes en la toma de agua con la última tormenta ya que cayeron postes de tendido eléctrico pero ya fue solucionado”.

En colonias de San Pedro como Cruce Caballero, Cruce Santa Rosa, Cerro Tatú, San Lorenzo III y Zona Industrial se presentaron inconvenientes durante los meses de sequía, aunque el servicio se estabilizó siendo notable el aumento en el caudal del arroyo Mbiguá que abastece a la planta potabilizadora. Aunque el registro de precipitaciones representa un alivio, se destacó necesaria la inversión para evitar que muchas familias padezcan la falta del vital líquido en los próximos meses, siendo de gran demanda las perforaciones, sobre todo en la zona rural. En los últimos meses fueron más de cinco las perforaciones iniciadas en distintas colonias.

Un grupo de familias de Cruce Caballero aguarda la finalización de una obra que comenzó a ejecutarse hace tres años y hace pocos días recibió los equipos de bombeo, restando la conexión eléctrica para que el problema sea resuelto. Del mismo modo, en San Lorenzo III, cerca de 20 familias que sufrían la falta de agua consiguieron la obra. 

En lo que respecta a trabajos de mejora del suministro en la zona urbana, es importante el avance de la nueva toma de agua y ampliación en la planta potabilizadora, que triplicará la capacidad.

Importantes proyecciones

Las últimas lluvias también trajeron alivio a la crisis en Bernardo de Irigoyen, una de las localidades más golpeadas por la sequía. “Hemos recuperado gran parte del caudal de nuestros principales reservorios, y pudimos mejorar el servicio de provisión del líquido vital, únicamente tenemos problema de abastecimiento, en barrio Vista Alegre, que es uno de los más populosos, donde tenemos que llevar agua con un camión cisterna para abastecer, porque no es suficiente el caudal del pozo perforado del lugar”, manifestaron desde la Cooperativa de Provisión de Agua Potable de Bernardo de Irigoyen Limitada (Coopabil).

La falta de agua potable en Irigoyen es problema que se repite año tras años en la localidad, y agravándose aún más en temporadas veraniegas o cuando pasan varios días sin lluvias, ya que son pocos los recursos hídricos con los que cuenta la Coopabil.

Se indicó entonces que el problema tendría una solución de fondo con la construcción de una nueva represa y red de distribución. El proyecto se viene trabajando hace años junto a organismos provinciales y nacionales, finalmente fue aprobado, licitado y adjudicado, y la obra comenzará a en los próximos días con un plazo estimado de dos años. Será financiada por el Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamientos (Enohsa) y ejecutado por el Instituto Misionero de Aguas y Saneamientos (Imas) con una empresa adjudicataria.

El proyecto consta de una nueva represa para la toma de agua en la confluencia de los arroyos Barracón y Gramado en la zona rural, colocación de cañería de impulsión, dos estaciones de rebombeo, para salvar la diferencia de elevación entre la toma y la planta, remodelación y ampliación de la actual planta. También está previsto un sistema de reserva con tanques elevados y cisternas en puntos estratégicos de la ciudad, con el fin de distribuir con la presión necesaria a toda la localidad, con una red de distribución integral con conexiones domiciliarias y medidores incluidos.

En Eldorado, en tanto, hay dos plantas de tratamiento de agua: una en calle La Colina, del kilómetro 9, que toma el líquido del arroyo Piray Miní y tiene una capacidad de 800 metros cúbicos por hora, y otra en Puerto Pinares, que capta del río Paraná, con capacidad de 300 metros cúbicos por hora, pero aún no está funcionando a pleno, ya que fue terminada recientemente.

“El nivel del arroyo Piray Miní aumentó. El tema es que el agua también se escurre, producto de la deforestación de los bosques. El Paraná también aumentó su nivel unos 3 o 4 metros desde el nivel extremo que presentaba y todavía está bajo pero la situación dejó de ser preocupante”, comentó Alejandro Nolde, propietario de un emprendimiento turístico aguas abajo de la toma.

Por otra parte, continúa la construcción de una nueva toma de agua y planta de tratamiento en Pati Cuá. César Esterche, responsable del sector aguas de la Cooperativa Eléctrica de Eldorado Limitada (Ceel), explicó que con esta planta “nos vamos a expandir a 30 años, quiere decir que la masa societaria puede seguir aumentando; hoy en día tenemos 18 mil conexiones y podríamos llegar a superar las 100 mil”.

Como la planta de Pati Cuá no estará en funcionamiento para la época estival, el agua potable continuará dependiendo de la planta de tratamiento del kilómetro 9 y de una puesta en funcionamiento a pleno de la de Puerto Pinares.

Asimismo, desde la Cooperativa Aguas Puras (Capril), de Puerto Rico, indicaron que la entidad “tuvo un incremento en su capacidad de filtrado y duplicamos la capacidad, de 250 mil a 500 mil litros hora. Lo que logramos con esto es que los filtros trabajan alternados, no es necesario que trabajen los dos al mismo tiempo”.

Oscar Ojeda, presidente de la entidad, dijo que “el plan futuro es el denominado sector 6, obra que consta de una cisterna de 500 metros cúbicos y un tanque elevado de 250”.

Esa obra va a ir emplazada en el límite con Garuhapé y la ruta 12, e incluso podría auxiliar eventualmente a Garuhapé. Otra de las obras que se está iniciando  es la toma de agua donde está la balsa de bombeo. “Es una toma con una base fija clavada en el lecho del río, la hace la EBY y nos garantiza la tranquilidad de que no vamos a tener problemas cuando baja el río, vamos a tener algo permanente, con posibilidad de ampliación, porque si necesitamos absorber más agua del río, únicamente deberemos aumentar la capacidad de las bombas y nada más”, destacó.

Además, Ojeda contó que se proyecta una obra similar al denominado sector 6, pero hacia el límite con Capioví. “La intención es realizar una obra similar, extendiéndonos hasta La Caroba, para abastecer de agua potable a toda esa zona a la que todavía no estamos llegando”, expresó. 

 

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