Día de la Madre

Unión y amor como ejes de crianza

domingo 17 de octubre de 2021 | 6:00hs.
Unión y amor como ejes de crianza
Unión y amor como ejes de crianza

Siempre con la humildad y la sencillez, en un hogar donde reina el amor, a pesar de que en algunas ocasiones hubo grandes dificultades que afrontar, María Elena González Sánchez (55), demuestra que con sacrificio y voluntad se puede salir adelante y más aún, siempre acompañada de su esposo Alberto Alvarenga, crió a sus siete hijos varones y nunca bajó los brazos para acompañarlos.

Elena y Alberto tienen siete hijos, Mario, Guillermo, Juan, Arnaldo, Fernando, Emmanuel y Cristian que hoy le dieron cuatro nietos, Tomás, Luana, Abril y Alma.

“La familia para mí significa unión, compañía, pero sobre todo amor”, empezó describiendo la mujer, quién con esfuerzo desde un principio acogió y guió a todos sus hijos. Aunque era un hogar pequeño, sobraba el afecto hacia ellos. Hoy, les brinda el consejo a diario a cada uno a pesar de que por cuestiones laborales o porque ya formaron sus respectivas familias, ya no están en la casa con ella, pero siempre presentes en el corazón.

“Criar a siete hijos por un lado es complicado por el lado económico, pero por el otro es satisfactorio verlos crecer sanos y fuertes”, dijo Elena y agregó: “Como en toda familia hay dificultades, a nosotros nos tocó una crisis económica, tuvimos que afrontarla y salir adelante”. A su vez, precisó que tuvo que superar momentos duros pero conservó su entereza y alegría.

“Lo que más nos marcó a mi esposo y a mí fue que casi perdimos a uno de ellos, producto de un accidente de tránsito en 2004, pero gracias al buen desempeño de los médicos y sobre todo gracias a Dios lo tenemos con vida”, detalló.

Y aunque Elena vio a sus hijos crecer y algunos irse para buscar otros horizontes, ella sigue demostrando amor y un valor fundamental como el trabajo.

“Actualmente soy empleada doméstica en casa de una reconocida familia, siempre priorizando el progreso de mis hijos y aunque cueste tenerlos lejos, son los destinos de la vida”, dijo, al tiempo que destacó la necesidad del reencuentro. “Sin ninguna duda quiero tener a toda mi familia junta, eso sería una inmensa alegría, tener a los hijos, nueras y nietos, porque hace más de un año no podemos estar todos”, alegó.

Para concluir, la mamá de la numerosa familia expresó unas palabras para la comunidad. “Quizás no soy una buena consejera, pero aprovechando estas líneas para dejar un mensaje a cada una de las madres, es que aunque parezca una lucha muy cansadora e interminable, para la crianza de los hijos no hay que bajar los brazos, cada tropiezo tiene su causa, cada causa tiene su falla, pero cada falla tiene su solución y a partir de eso, todo comienza a ser más sencillo”.

 

Amor que se resignifica

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