Trotamundos

De Salta a Puerto Iguazú, una aventura a pie

martes 12 de octubre de 2021 | 6:04hs.
De Salta a Puerto  Iguazú, una aventura a pie
De Salta a Puerto Iguazú, una aventura a pie

Un trotamundos cordobés lleva caminando más de 10 mil kilómetros desde Salta hasta Ushuaia y de allí hasta las Cataratas de Puerto Iguazú.

Jonatan Ezequiel Vera (33) estaba en su pequeña carpa desplegada en cercanías a la estación de servicios ubicada en el acceso a Puerto Libertad.

Era de noche y estaba durmiendo cuando El Territorio lo llama para captar su aventura.

Con total predisposición relató acerca de su periplo. “Soy de Córdoba, donde tengo a mis padres y hermanos, y vivo en Salta desde hace seis años. El 6 de junio de 2019, más precisamente dos años y cuatro meses atrás, con ansias de conocer mi país emprendí esta hermosa aventura; vendí algunas cosas que tenía, pagué cuentas, partí y aquí estoy. Rumbeé hacia el sur hasta Ushuaia, de allí a Buenos Aires y por el litoral hasta Cataratas del Iguazú; ya llevo más de 10 mil kilómetros a pata, tirando de mi carrito, donde llevo la carpa, ropas y otros elementos imprescindibles para el acampe”, contó.

Ante la consulta  si escuchó hablar del Vasco de la Carretilla (Guillermo Isidoro Larregui Ugarte), que en la década del 40 había recorrido el país con una carretilla precisamente, respondió: “No, para nada”.

En La Pampa, un monumento recuerda al Vasco y su gesta con visos de hazaña, ya que empujar una pesada carretilla de madera cargada, con ruedas de hierro y por los caminos de aquellos años no es para cualquiera.

Jonatan cuenta que si no fuera por las restricciones en la frontera por la pandemia, hubiera seguido a Paraguay y Brasil.

“Ahora estoy volviendo a Salta, a donde tengo pensado llegar para las fiestas”.

“¿Qué me motivó emprender esta larga caminata? Simplemente las ganas de conocer mi país, aunque sea difícil de creer. En el trayecto conocí gente increíble, que viajaban solos o con un perro, gente joven o mayor; como mochilleros, en motorhome, en auto, en parejas, etcétera”, comentó el aventurero.

“En el camino Dios me puso un ángel a cada paso. Siempre creí que sería así, hay mucha gente buena en el mundo; todos me ayudaron. Una reflexión que se me ocurre, es que somos capaces de concretar cosas inimaginables si nos proponemos; no hay excusas posibles”, concluye Jonatan en una de sus paradas, en el Norte misionero, Puerto Libertad. 

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