Se demora el tratamiento del proyecto de presupuesto nacional para el 2022

Volvió la presencialidad y ahora falta que regresen los acuerdos políticos

Las diferencias entre los legisladores frustraron la posibilidad de sesionar el martes pasado y todo indica que esa misma situación se repetirá durante la próxima semana
domingo 10 de octubre de 2021 | 6:02hs.
Volvió la presencialidad y ahora falta que regresen los acuerdos políticos
Volvió la presencialidad y ahora falta que regresen los acuerdos políticos

El Congreso de la Nación tomó nota del discurso oficial de la pospandemia y volvió a la presencialidad, pero el alboroto electoral que enfervoriza por estos días a los legisladores frustró la posibilidad de sesionar el martes pasado y todo indica que durante la semana que se inicia es poco probable que se alcancen los consensos necesarios para acordar una sesión.

Luego de la frustrada sesión del martes pasado que no pudo realizarse por falta del quórum necesario para iniciar el debate, los jefes políticos de todas las bancadas compartieron un encuentro con el presidente del cuerpo Sergio Massa para tratar de consensuar un temario que les permita asegurar un debate presencial para el próximo miércoles.

Al término de esa reunión parecía que el alboroto había logrado calmarse. Que entre los jefes políticos de las bancadas habían logrado ponerse de acuerdo en un temario que incluía lo pendiente del último intento de sesion: proyectos de etiquetado frontal, personas en situación de calle y beneficios jubilatorios a trabajadores vitivinícolas; más algunas iniciativas que impulsa la oposición como la ley ovina, la modificación de la ley de alquileres, la ley de emergencia educativa y el presupuesto 2022 que está pendiente desde mediados del mes pasado. Pero un temario tan complejo no fue fácil de negociar y por eso la idea de sesionar el próximo miércoles se cayó. Es que cualquier proyecto por más apoyo que coseche, en un recinto tan influenciado por la campaña electoral, es difícil que camine.

Si en la próxima semana no se logra avanzar en los acuerdos necesarios para sentarse a sesionar, esa idea será más difícil a medida que se acerque la fecha de las elecciones legislativas. Por eso cuanto menos falte para el 14 de noviembre menos posibilidades de lograr los consensos habrá porque el fragor de la campaña electoral nubla cualquier posibilidad de mínimos acuerdos políticos.

En esa encrucijada se encuentra el proyecto de ley de presupuesto general de gastos para el año 2022 ya lleva más de tres semanas dormido en los cajones de la Cámara de Diputados y hasta el momento no hay novedades de que quieran despertarlo.

En clave electoral
El presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, presentó la semana pasada un proyecto que busca sumar parte de los votos que el oficialismo perdió en las elecciones primarias con un tema sensible a la población: convertir los planes sociales en trabajo genuino.

La idea del oficialismo es llevar al Congreso de la Nación una serie de iniciativas presentadas por el presidente Alberto Fernández después de las elecciones primarias con el objetivo de un relanzamiento político, luego de la tormenta que sacudió al gobierno después del 12 de septiembre.

En el caso del proyecto impulsado por Massa, el objetivo es transformar los distintos programas sociales que existen actualmente en una especie de plataforma que sirva de base para generar puestos de trabajo registrados en medianas y pequeñas empresas.

Con este criterio, el proyecto de ley promueve una transformación gradual de los planes de ayuda social en parte de un salario mínimo y establece facilidades como el mantenimiento de los planes sociales por doce meses como complemento del salario y el acceso a obra social.

Los trabajadores deberán capacitarse y completar cursos de formación para acceder a los puestos de trabajo. También podrán participar empleados de cooperativas municipales y de organizaciones sociales.

El proyecto propone la reducción de hasta el 100% de las contribuciones patronales para las nuevas relaciones laborales por hasta dos años por cada empleado, considerando como tope máximo la suma equivalente a dos salarios mínimos por cada uno y con una nómina tope incremental de 5 a 20 empleados.

De manera complementaria, se promueve un esquema de protección y regularización de situaciones laborales precarias, para que las pequeñas empresas puedan regularizar relaciones laborales vigentes e iniciadas con anterioridad a la ley.

De esta forma, las empresas podrán rectificar la remuneración real o la fecha real de inicio de la relación laboral sin que se le puedan iniciar acciones penales por el no pago de aportes y contribuciones.

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