Fortalecen el aprendizaje con clases de apoyo en el merendero de colonia Alegría

Un grupo de vecinas de colonia Alegría, municipio de San Pedro, llevan adelante de forma voluntaria el merendero “Corazoncitos Felices” donde teniendo en cuenta las dificultades en el aprendizaje que presentan los alumnos que residen en la zona rural, decidieron ofrecer apoyo escolar, tanto para la primaria como para el nivel medio.

La necesidad de estos espacios se pone en evidencia ante la demanda, siendo más de 40 los alumnos que piden ayuda para completar las tareas.

Si bien uno de los objetivos es suministrar la merienda, las fundadoras apuntaron a un proyecto donde generar acciones que vengan a beneficiar a las familias, en especial a las mujeres mediante la realización de talleres o jornadas de capacitaciones.

Con la pandemia notaron la enorme necesidad alimentaria en la zona pero también la dificultad de los niños de dar continuidad al trayecto escolar con el sistema remoto, que si bien a la fecha, se volvió a la presencialidad, es notable el retraso sobre todo en el área de lengua y matemática.

El merendero y las clases de apoyo, se desarrollan en el salón Fopar de colonia Alegría, los  lunes, los martes, miércoles y sábado, donde las mujeres construyeron una cocina para preparar la leche. Hace unos meses, conocieron la posibilidad de trabajar con el programa Cerca, que depende de la Subsecretaría de Educación de Misiones,  que permitió a las mujeres  cumplir con uno de los objetivos del merendero, que tiene que ver con llevar adelante propuestas en beneficio de la comunidad, y en este caso de los estudiantes.

“Empezamos en febrero con un grupo de mujeres haciendo la merienda solo los sábados, siempre buscando nuevas actividades para implementar y fue cuando conocí este maravilloso programa, con el cual podemos brindar clases a nuestros niños, primero era solo para la primaria pero después ante la demanda conseguimos para los chicos de secundaria en materias como matemática y geografía” contó sobre la iniciativa, Flora Pedrozo, una de las fundadoras del espacio.

El grupo considera el programa de suma importancia porque permite la formación de los educadores populares y es avalado por el Ministerio de Educación de provincia y nación, siendo uno de los primeros merenderos en ponerlo en ejecución y obtener tan buenos resultados. Para las clases cuentan con pizarrón, tizas, kit de libros para cuarto y quinto grado.

“Nosotros les ayudamos con las tareas, casi siempre son los padres quienes nos indican la dificultad del chico, y lo que más les cuesta es la lectura o matemática. Formamos un grupo muy comprometido de educadores populares y nos llena de orgullo ver los primeros resultados” señaló Flora.

A las clases de apoyo asisten más de 30 niños desde los 4 a 13 años, mientras que del nivel medio son unos diez adolescentes de entre 13 y 15 años, para quienes contar con este espacio resulta de gran avance ya que luego de un ciclo lectivo con sistema remoto, el aporte que puedan realizar desde los espacios informales, resulta valioso.