Ortigoza cumplió 50 años de compromiso con sus clientes

El almacén del barrio es el espacio de encuentro, donde todos los vecinos llegan a comprar y además a compartir las experiencias cotidianas. En el Centro de Almaceneros pueden ver, como en cualquier otro almacén, cuáles son las preocupaciones de las personas que compran diariamente y, el contacto con el otro, los ha llevado a cambiar ciertos hábitos para poder colaborar con las familias.

“Siempre tratamos de ayudar a la gente y más en estos momentos difíciles. Es una profesión sacrificada porque uno tiene que estar el mayor tiempo posible al servicio de la gente”, indicó Ismael Ortigoza, presidente del Centro de Almaceneros, a lo que Darío Rodríguez, secretario del centro, agregó: “El día a día nos lleva a que podamos conocer cada vez más a los clientes, al vecino. Sabemos sus necesidades y se genera una amistad que lleva a que a veces seamos un poco psicólogos de los clientes. En el almacén pasa de todo”.

La  crisis de los precios
Debido a que la crisis económica se siente en los consumidores, éstos han optado por buscar precio en supermercados mayoristas para abaratar costos. Pero   la competencia que les generan los supermercados mayoristas  afecta directamente al almacenero, que se ve en la imposibilidad de bajar sus precios y no puede competir con una cadena de supermercados.

“Los almacenes fueron  absorbidos por los grandes supermercados, los mayoristas fueron eliminando de a poco a un montón de almacenes de barrio porque no se puede competir con sus precios”, explicó Rodríguez, y  Carlos Da Rosa, almacenero  del barrio Aeroclub con 40 años en el rubro, agregó que “antes, cuando vendían al por menor, ponían un cinco por ciento de más a sus productos  y ahora no, lo que hace que los clientes los prefieran, porque también buscan precio debido a su situación económica”.

Ante esta situación, una posible solución que encuentran los almaceneros es que los mayoristas piensen en el almacen de barrio y ofrezcan un descuento a los almaceneros, que al fin y al cabo son quienes le compran al por mayor para abastecer sus comercios.

“Nosotros les compramos a ellos y ellos nos hacen la competencia. Prácticamente no se puede competir. Pero la diferencia es que para los mayoristas el cliente es un número y para el almacenero el cliente es un amigo. Estamos cuando se enferma algún vecino, por ejemplo, y ante cualquier necesidad. Y lo mas lindo es que la gente agradece”, expresó Ortigoza.

Es por eso que hace ya varios años el Centro de Almaceneros cuenta con una bolsa solidaria con productos de muy buena calidad y a bajo costo, como una forma de ayuda que hacen llegar a las familias.

Mañana, los almaceneros decidieron cerrar sus puertas  por el Día del Empleado de Comercio, que se conmemora hoy, y así disfrutar de su merecido descanso. z