El debate comenzará a las 8.30 en el Tribunal Penal Uno de Oberá

Comienza el juicio por el femicidio de Fiorella Aghem

Leopoldo Borovski, ex novio de la joven asesinada, afronta pena de prisión perpetua. La víctima fue estrangulada. En principio se fijaron dos audiencias con diez testigos
miércoles 22 de septiembre de 2021 | 6:05hs.
Comienza el juicio por el femicidio de Fiorella Aghem
Comienza el juicio por el femicidio de Fiorella Aghem

El 4 de marzo de 2019, al mediodía, un hombre que realizaba tares de pulverización en una plantación de yerba en un chacra de San Vicente encontró el cadáver de la estudiante Fiorella Itatí Aghem (20), quien había desaparecido tres días antes.

Hoy, a un año y medio del macabro hallazgo, comenzará el juicio oral y público contra Leopoldo Borovski (22), ex novio de la víctima y único imputado.

El joven está acusado de homicidio agravado por razones de género-femicidio, delito que contempla la pena de prisión perpetua.

El debate estará a cargo del Tribunal Penal Uno de Oberá, órgano integrado por Francisco Aguirre, José Pablo Rivero y el subrogante Miguel Orlando Moreira. El ministerio fiscal estará representado por Estela Salguero.

En tanto, el imputado será defendido por los abogados José Rufino Aranda y Marcos Fabián Hirch.

En la primera jornada, cuyo inicio está previsto para las 8.30 en sede del Tribunal de calle Maipú, se procederá a la lectura del requerimiento de elevación a juicio. Posteriormente se dará pasó a los testigos, cinco de los cuales fueron citados para hoy, mientras que mañana declararán otros cinco. Luego será el turno de alegatos y sentencia.

Desde un primer momento tanto familiares como amigos de la víctima apuntaron las sospechas contra el ex novio de la joven, sobre quien pesaba una serie de denuncias por violencia de género.  

Incluso, la madre de Fiorella alertó que en una oportunidad el muchacho había amenazado con a matar a su hija y arrojar su cuerpo en la chacra de sus padres.

Ex intendente citado

La noche anterior al hallazgo la Policía había hallado rastros de sangre en la camioneta del sospechoso, lo que terminó de acorralar a Borovski.

El ex de Fiorella fue detenido ese mismo lunes cerca de las 10.30 en El Soberbio, cuando apenas regresó de un encuentro de jeeps realizado en Horizontina, Brasil, a unos 70 kilómetros de la frontera. Había salido del país el viernes, apenas unas horas después de la desaparición de Fiorella.

Además de una serie de pruebas que complican al acusado, el informe de autopsia confirmó que la víctima falleció por “asfixia por ahorcamiento por estrangulación”.

Según se estableció, el cadáver tenía un lazo de un cable muy ajustado alrededor del cuello; la cabeza y la cara estaban muy hinchadas por el edema producto de la estrangulación. Tenía tres cortes superficiales en el tórax, en la parte inferior del lado izquierdo, que abarcaba sólo la piel.

Por el avanzado estado de descomposición del cadáver fue imposible tomar muestras para confirmar o descartar el ataque sexual. Por la presencia de gusanos llevaba entre cuatro y seis días de muerta, lo que avala la hipótesis que fue asesinada el día de su desaparición.

Entre los testigos citados para el debate oral se encuentran Waldemar Dos Santos, ex intendente de San Vicente, y su esposa Cristina Novoa, actual concejal del mismo municipio.

Las autoridades judiciales pretenden determinar qué rol jugó la pareja en la salida del país de Borovski, ya que también habrían asistido al encuentro de jeeps en Brasil al que concurrió el imputado mientras en Misiones buscaban a la chica y se temía que él haya escapado. Incluso habría compartido el hotel con Dos Santos y su esposa. 

Tragedia anunciada

El terrible desenlace de la historia de la estudiante del Profesorado de Lengua y Literatura no fue más que un final anunciado por la violencia subestimada que derivó en tragedia.

“Él la golpeaba y después le compraba un regalito, y así fue la relación. Yo traté de ayudarla, pero ella volvía con él porque decía que estaba enamorada”, reflexionó Mercedes Pereyra, la mamá de Fiorella, en una entrevista previa.

El caso también expuso la inacción de autoridades policiales y judiciales que desoyeron claras señales previas.

“Mi hija hizo varias denuncias, pero no sirvió de nada. Incluso una vez una oficial le convenció para que haga una exposición en vez de una denuncia. Ahora ya es tarde. Mi hija no va volver”, señaló Pereyra.

La madre contó que el noviazgo duró alrededor de tres años, con idas y vueltas por las constantes agresiones del sujeto: “Era muy celoso, le sacaba los teléfonos y aparecía con moretones en el brazo. Yo le hablaba, pero ella volvía con él”.

Ramón Pereyra, tío de Fiorella, recordó que “una vez la amenazó con tirarla en una chacra y al final cumplió su promesa”, al tiempo que cuestionó a “las autoridades que no dieron importancia a las denuncias, como que era una pavada lo que mi sobrina decía”.  
Fiorella y el imputado se conocían desde la niñez, fueron compañeros de colegio y hasta compartieron la catequesis.

Allegados indicaron que ambas familias sabían que se trataba de una relación tóxica, aunque sólo del lado de la víctima habrían intentado diferentes estrategias para evitar la tragedia. 

“Fiorella tenía tres denuncias y una perimetral, y así y todo la asesinaron”, sintetizó su amiga Eliana Dieterith.


La voz de Fiorella

Fiorella Itatí Aghem se acercó por primera vez a una comisaría para denunciar el robo de su celular, ocurrido el 2 de julio de 2018, después de las 23.30. La joven se había subido a la camioneta de Borovski, una Ford Ranger, donde discutieron.

Según relató, el imputado le reclamó por unas aplicaciones que había descargado en su móvil y terminó quitándoselo. Al otro día se acercó a la casa del joven a pedir que se lo devuelva, pero le dijo que ya no lo tenía.

El 4 de julio del mismo año se presentó nuevamente en la Comisaría de la Mujer, donde hizo una exposición -su madre aseguró que no le quisieron tomar una denuncia- y relató que le había manifestado a su novio sus intenciones de terminar la relación, pero que éste amenazaba con suicidarse si ocurría. El 2 de enero de 2019 la joven acudió nuevamente a las autoridades policiales. “Hace cuatro meses terminamos la relación en razones de que Leopoldo es muy celoso y se vuelven agresivo conmigo, en una oportunidad me dijo que me merecía una paliza y que me dejaría tirada en el medio del monte”, precisó en la comisaría.

En consecuencia, el Juzgado Civil, Comercial, Laboral y de Familia local ordenó al día siguiente “prohibir el acercamiento de manera mutua por un lapso de 180 días a partir de la notificación a ambos”.

Pero el lunes 28 de febrero, cerca de las 21, Fiorella salió de su casa y dijo que iba a visitar a una compañera. Caminó unas cuatro cuadras, hasta cerca de la ruta  nacional 14, donde Borovski la esperaba en una camioneta.  

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