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Toma fuerza la trama narco detrás del luctuoso siniestro del 12 de agosto

Cayeron presuntos encubridores de camionero que chocó y mató a pareja

Los implicados fueron identificados en un Chevrolet Astra que custodiaba el camión Iveco que arrolló la motocicleta ocupada por Teófilo Gauto y Mirta Benítez

miércoles 15 de septiembre de 2021 | 2:55hs.
Cayeron presuntos encubridores de camionero que chocó y mató a pareja

La Policía de Misiones detuvo a dos hombres acusados de encubrir al presunto responsable del siniestro vial en el que murieron el referente indígena Teófilo Gauto (37) y su esposa Mirta Isabel Benítez (34). El hecho ocurrió hace poco más de un mes sobre la ruta nacional 12, a la altura de Garuhapé, cuando la pareja conducía una motocicleta y fue arrollada por un camión que luego fue abandonado por su conductor, quien aún no fue ubicado.

Según creen investigadores judiciales y policiales abocados al caso, el camionero huyó de la escena a bordo de un Chevrolet Astra que lo venía custodiando y que estaba siendo ocupado por los dos implicados ahora aprehendidos. En este sentido, los elementos recabados hasta ahora indican que el grupo estaba preparando el movimiento de una carga de estupefacientes en el lugar.

Los implicados fueron identificados por las fuentes como Jorge N. (35) y Mario A. C. (32) -quien sería paraguayo-, quienes enfrentan ahora un proceso por encubrimiento de homicidio culposo. Es decir, no se los acusa de las muertes, aunque su situación se podría agravar si se confirma que también incurrieron en el delito de abandono de persona.
Ahora, la expectativa se centra en la declaración indagatoria de ambos, que podría concretarse el viernes.

El hecho y la pesquisa

Como viene informando este medio, el siniestro vial ocurrió la tarde del jueves 12 de agosto, en el kilómetro 1.492 de la arteria nacional 12, justo en el ingreso a Colonia Luján.Las dos víctimas, que se movilizaban en una Zanella 150, fueron halladas sin vida en la vera de la calzada, luego del alerta de automovilistas que pasaban por la zona y vieron sus cuerpos.

El análisis de la escena enseguida descartó un despiste, por lo que se supo que el otro vehículo involucrado había huido.No fue muy lejos, ya que un camión Iveco fue hallado a unos mil metros del lugar, sobre un camino de tierra. El vehículo tenía manchas de sangre y un importante golpe en uno de sus laterales. Estaba sin las llaves de encendido.

Con todos esos elementos, los pesquisas de la División de Investigaciones de la Unidad Regional IV y las autoridades del Juzgado de Instrucción Uno de Puerto Rico, a cargo del juez Leonardo Manuel Balanda Gómez, empezaron una minuciosa reconstrucción del recorrido del rodado, que terminó con resultados favorables.

Mediante varias cámaras de seguridad apostadas sobre la ruta nacional 12 pudieron reconstruir puntillosamente el recorrido del camión desde Posadas hasta Garuhapé. Según pudo establecer El Territorio en base a fuentes con acceso al expediente, de estos registros fílmicos llamó la atención un coche Chevrolet Astra siempre acompañó el recorrido, lo que los llevó a establecer que lo estaba custodiando.

Se detalló que mediante las imágenes se pudo establecer que en el auto iban dos personas e incluso en estos archivos quedaron nítidamente registrados sus rostros. Así, finalmente los investigadores pudieron confirmar que esas dos personas eran Jorge N. (35) y Mario A.C. (32), con domicilio en Montecarlo y Caraguatay, respectivamente. El lunes, el juez aprobó el allanamiento en sus domicilios y finalmente en horas de la noche ambos fueron detenidos y puestos a su disposición.

El auto, propiedad de Jorge N. (35), fue hallado en la víspera mediante otro allanamiento en un taller de aire acondicionado. Lo que creen los pesquisas es que no estaba allí en reparación, sino más bien oculto.

A los detenidos, que se encuentran en diferentes comisarías, también se les incautaron los respectivos teléfonos celulares que llevaban al momento de su aprehensión y que serán analizados por profesionales. A los investigadores les interesa saber principalmente dos cosas: lo que arroja la geolocalización y sus conversaciones ese 12 de agosto.

La posible trama narco

La hipótesis que toma cada vez más fuerza es que estos dos sospechosos y el conductor del camión estaban en pleno plan de mover una carga de estupefacientes y que el vehículo Astra era el encargado de hacer de “puntero”. Es decir, que se iba a encargar de ir barriendo la ruta para advertir sobre los controles policiales.

En este sentido, se especula que la droga iba a ser acondicionada en Colonia Luján, donde ocurrió el luctuoso siniestro.

Es que el Iveco tenía un corte en el chasis dispuesto presuntamente para acondicionar el producto, además de una pintura recién hecha que tiene la doble función de ocultar las modificaciones y despistar a los canes antinarcóticos. Otros datos avalan esta teoría: circulaba con una cédula vencida y estaba a nombre de un banco, por lo que todo indica que fue adquirido en el mercado negro.

De todas formas, los investigadores no pierden el rumbo y sus labores se concentran en identificar al responsable de atropellar, matar y abandonar a dos personas. Creen que está cada vez más cercado y más pronto que tarde lo van a localizar. 

 

 

El de Teo compromiso tras la muerte de su madre

Las autopsias practicadas a Teófilo Gauto (37) y su esposa Mirta Isabel Benítez (34) arrojaron que fallecieron por causa de gravísimas lesiones en el cráneo y aplastamiento de estómago, respectivamente.
Ambos pertenecían a la comunidad aborigen Perutí de El Alcázar, donde su muerte causó conmoción. Es que Teo -como lo llamaban- era el vacunador, agente sanitario, referente de salud indígena y quien el jueves, horas antes de la tragedia, había estado atendiendo a su paisanos.
A mediados de 2007 empezó como voluntario, colaborando primero en la comunidad Nuevo Amanecer, de la localidad de Wanda, y hace casi siete años se estableció como agente sanitario de salud indígena en Perutí.
“Tomé esta decisión luego de que mi madre falleció por una inasistencia médica en Colonia Lanusse, de Wanda, a unos 40 kilómetros de la zona urbana. Era muy difícil llegar a la atención principalmente de urgencia, por eso decidí formarme y ayudar a la comunidad”, dijo Teo en febrero, en una entrevista con este diario.

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