Separaciones en pandemia

Pandemia de separaciones y divorcios

El encierro al principio, la incertidumbre que continúa y otros factores relacionados a la crisis sanitaria mundial crearon el caldo de cultivo para el aumento de divorcios y las rupturas de pareja
domingo 12 de septiembre de 2021 | 6:08hs.
Pandemia de separaciones  y divorcios
Pandemia de separaciones y divorcios

Trabajo remoto, clases virtuales, encierro. Horas y horas de turnos frente a la TV, la música, los libros, el baño, buscar un ápice de individualidad frente a la convivencia forzada que trajo la cuarentena.

Si ordenar las rutinas familiares no es tarea fácil, encontrarse todos juntos con sentimientos encontrados, miedos y total incertidumbre fue el perfecto caldo de cultivo para incrementar los conflictos y en definitiva apurar la ruptura de cientos de parejas.

Ya hace unos meses pregonaba Télam que “por primera vez, la inscripción de divorcios superó la de matrimonios en la Ciudad de Buenos Aires”.

Según los datos suministrados por el Ministerio de gobierno porteño a través del Registro Civil y Capacidad de las Personas, mientras 4.480 parejas disolvieron su vínculo conyugal en 2020, solamente 3.861 se casaron, es decir que por cada separación hubo menos de un enlace.

Si bien los casamientos también estuvieron vetados en épocas de encierro, mientras las separaciones podían resolverse por Zoom, la cifra de quiebres se replica en distintas ciudades del mundo. Y a pesar de que la Tierra Colorada goza de más aire puro y más espacios que la selva de cemento, las restricciones concluyeron antes, y en muchos casos estos beneficios no pudieron opacar el desgaste sin retorno.

Incluso, tal como revela una nota publicada ayer en el suplemento Propiedades de La Nación, las separaciones quedaron expuestas en la repentina demanda de alquileres temporarios para los recién separados.

Tal como revela Darío Rizzo de Alternativa Propiedades, especializados en este servicio de alquiler, desde que se inició la pandemia la demanda de personas divorciadas por alquileres temporarios, aumentó un 40 por ciento.

En Misiones, referentes de Posadas reflejaron que si bien no tienen una cifra específica sobre este segmento, agentes inmobiliarios aseguraron que el aumento de separaciones sí se vio en la nueva búsqueda de alquileres de manera urgente.

Nuevos hábitos y sensaciones

Quedó en evidencia que la pandemia y sus respectivas nuevas modalidades de vida, fueron un shock para toda la población mundial, un hito por demás novedoso que convirtió al globo entero en el ensayo social más grande de la historia.

Con registros en redes, estudios psicológicos que se activaron instantáneamente -pues todos los rubros buscaban ver de qué manera afectaba esto a cada individuo- comenzaron a deslizarse los primeros sentimientos que provocaba esta crisis sanitaria. El foco estaba puesto en cuidar la salud física, sí, pero el deterioro de la salud mental causó estragos en distintos niveles.

Si bien la vivencia fue personal para cada uno, sumando  desafíos familiares, profesionales, duelos, hay rasgos que se repiten en muchos casos y que en estas páginas esbozamos como detonantes quizás de las separaciones más asiduas y conflictivas. Mayor convivencia, mayor estrés laboral, mayor demanda de los niños, afectivamente y en cuanto a tareas académicas fueron algunos síntomas que se avizoraban como causantes.

Mientras algunos creen que esta experiencia los hizo más fuertes, otros simplemente se dieron cuenta al compartir tanto tiempo juntos, que simplemente no tenían tanto en común o que la relación simplemente no funcionaba.

El aumento en las denuncias de la violencia familiar y de género, documentada por organismos  globales como Unicef y ONU, de hasta un 40% merecen un estudio aparte, y han sido ejes de otros informes de este matutino. No simplemente se habla de separaciones sino de más belicosidad.

Por ese motivo, entre abogados, psicólogos, mediadores y especialistas, se busca conciliar lo más que se pueda. Buscar un punto de acuerdo para enfocarse en la resiliencia y en definitiva, encarar una nueva etapa de la vida, con más energía y menos lastres.

No naturalizar los malos modos e incorporar nuevas formas de diálogo será un plus tanto para parejas en vías de separación como para las que todavía quieren sostener el vínculo.

Especialista en relaciones, formada en coaching y mentoring entre otras cosas, Beatriz Martínez postuló que siempre es bueno recordar el amor que los hizo elegirse. “Y si todavía se aman el paso siguiente consiste en reelegirse, trazar nuevos acuerdos y construir una nueva relación”, apuntó. 

 

Informe de domingo

El hartazgo de una convivencia forzada

Cuando la pandemia ayuda a entender que amor y costumbre no son lo mismo

Encerrados y separados, la otra crisis del Covid

El fin del cuento, potenciado por una convivencia no feliz

Cómo desarrollar la resiliencia y recuperar el bienestar

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