La marcha de los días: Gritando desde el barro

Desde los dos lados de la grieta nacional se lanzan agravios y denuncias, pero ninguna propuesta concreta. En el medio, el votante, que espera su turno para elegir. En Misiones la realidad es algo diferente: no hay gritos, hay un debate de propuestas algo más concretas.
sábado 28 de agosto de 2021 | 21:40hs.
La marcha de los días: Gritando desde el barro
La marcha de los días: Gritando desde el barro

La Argentina atraviesa una de las campañas más chatas y vacías de propuestas que se haya conocido desde la vuelta a la democracia. Una campaña electoral para unas Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (Paso) en la que los partidos de alcance nacional se comportan como si se estuviera disputando la presidencia, pero con un detalle no menor, la llevan adelante sin proponer absolutamente nada, solamente con agravios y denuncias al contrincante.

Como si lo que buscaran fuera un voto movilizado meramente por lo emocional, basado en el rencor hacia el oponente, en lugar de buscar un voto racional basado en las propuestas del país al que se quiere aspirar. Oficialismo nacional y oposición, en esta, son iguales.

También entran al barro de la campaña los medios de alcance nacional y los operadores de redes sociales, que de uno y otro lado trabajan encolumnados detrás del tema que más dañe al de la vereda del frente.

En el medio, el votante que recibe ese "griterío" que llega desde el enlodado suelo electoral. Si este es el terreno en el que se están desarrollando las primarias, donde no habrá ganadores más allá de las propias filas de cada frente, es mejor no pensar aún en lo que nos espera para las elecciones de noviembre, donde sí habrá algo en juego con la conformación de poder del nuevo congreso nacional.

Con este panorama, en el que las propuestas no abundan, pero sí sobran las acusaciones cruzadas, hacia donde decantará el grueso del votante argentino en noviembre es una gran incógnita. Una incógnita que podría empezar a tener una tendencia algo más clara luego de hacer un balance de lo que deje las Paso del 12 de septiembre, que como ya dijimos, no arrojará ganadores ni perdedores generales, sino más bien ganadores y perdedores dentro de cada espacio político.

El griterío de la semana

Esta semana hubo griterío en varios ámbitos. Uno de ellos fue la Justicia. Por su lado el oficialismo le gritó fuerte a la oposición con el avance de la causa que investiga un supuesto tráfico de armas y municiones a Bolivia. Ahora se sumaron nuevos imputados a la causa con el ex jefe de gabinete de Mauricio Macri, Marcos Peña, y el ex canciller Jorge Faurie. El oficialismo volvió a gritarles a los macristas "golpistas" por considerar que apoyaron la destitución de Evo Morales.

Por el lado de la oposición, siguen los gritos relacionados con la causa judicial que generó la ya vista hasta el cansancio foto del cumpleaños de la primera dama. La respuesta de Alberto Fernández esta semana ya no fue discursiva como las semanas anteriores, esta vez fue derecho a la justicia. Se presentó ante el juzgado y la fiscalía que investiga la causa y se hizo cargo de la situación ofreciendo como resarcimiento donar su sueldo por cuatro meses al Instituto Malbrán. El presidente se presentó solo, sin abogado defensor, y con una propuesta que busca ponerle fin a la disputa.

Si ésta hubiera sido la única aparición del presidente por fuera de las actividades de gestión, podría haber sido una buena semana en materia de imagen y de campaña. Pero Alberto Fernández volvió a salirse del libreto presidencial y opinó de un tema caliente que desde la oposición fue puesto sobre la mesa con el objetivo de seguir machacando la imagen del Frente oficialista.

Se trata del caso de una docente de la localidad bonaerense de la Matanza, que a los gritos respondía los cuestionamientos que un adolescente, alumno de su clase de cuarto año, hacía sobre el gobierno nacional. La docente defendió con vehemencia, y hasta por momentos de una forma agresiva, su postura ante un estudiante que cuestionaba al gobierno nacional. Lo hizo con formas que no son propias para una docente al frente del aula. Fernández se la dejó servida a la oposición, porque en su afán de opinar y reflexionar sobre todo, terminó haciendo lo más parecido a una defensa de la docente. "Que haya tenido ese debate es formidable, porque abre la cabeza e invita a pensar", reflexionó el mandatario y dejó servida la mesa para que los medios y la dirigencia opositora se sentaran al banquete.

Al grito de la deuda

Desde el oficialismo también se eligió el "griterío" para alinear la campaña. Y es extraño, porque podrían evitarlo mostrando algunas cuestiones de la gestión que están empezando a funcionar. Es que la situación sanitaria se muestra mejor; con bajas de casos, internaciones y muertes de manera sostenida. Sumado a que las vacunas llegan desde todos lados y esta semana se anunció un acuerdo con Pfizer para recibir millones de vacunas que serán aplicadas en su gran mayoría a menores a partir de los 12 años.

Además hay datos positivos desde lo económico, porque hasta los economistas más distantes al gobierno nacional reconocen que este año habrá un crecimiento de entre el 7 y el 8 por ciento de la economía argentina. Asimismo, según lo indicó el jefe de Gabinete Santiago Cafiero, el mercado laboral está recuperando sus valores anteriores a la pandemia y en algunos rubros ya se encuentran por arriba. Sumado a esto el hecho de que las actividades diarias de la gente van recuperando su normalidad, ya se habla de la vuelta del público a los eventos deportivos en lugares abiertos, habrá pruebas de la vuelta del público al fútbol para ver a la selección argentina. El turismo empieza a ilusionarse con la vuelta de extranjeros que traigan divisas y con el éxito del programa previaje que vislumbra una potente temporada de verano. En materia de educación, hubo avances para que sean más los chicos que puedan volver a las aulas, y así otras novedades positivas que fueron desaprovechadas.

Pero el gobierno también eligió el griterío, y esta semana con Martín Guzmán como punta de lanza desde el Congreso, y con el aparato mediático y de redes sociales con el que compite mano a mano con la oposición, salió a gritar para ver quién endeudó más al país, si Mauricio Macri o Cristina y Alberto Fernández.


Un grito de alerta desde Corrientes

Hoy Corrientes elige gobernador, en una elección que tanto desde el oficialismo correntino, el frente ECO, como desde la oposición, el Frente de Todos, se reconoce que las cartas están echadas y que la reelección de Gustavo Valdés es casi un hecho. Esto hacía que la campaña viniera muy tranquila, hasta el jueves. Porque el jueves a la noche todo se enrareció.

En un acto de cierre de campaña en la localidad de Tapebicuá, a unos 50 kilómetros de Paso de los Libres, el diputado provincial del Frente de Todos Miguel Arias recibió un balazo mientras estaba sobre el escenario acompañando a quienes son candidatos a intendentes de esa localidad.

El ataque, gravísimo desde el punto de vista humano y también desde lo político institucional, porque balearon a un diputado en un acto de campaña. Un hecho de violencia política que es gravísimo que suceda, y al que hasta el momento la política del orden nacional, sobre todo la oposición, parece no tomarlo con la seriedad necesaria, debido a que están inmersos en la campaña de gritos y acusaciones. Hasta el momento, son varias las líneas investigativas de lo sucedido, sin claridad manifiesta.

En Misiones no se grita

La campaña electoral en Misiones es muy diferente, más allá de que por momentos algunos referentes locales del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio se sumen al griterío nacional a la hora de debatir las cuestiones provinciales la situación cambia y el debate es mucho más civilizado. Esto, en parte, porque el Frente Renovador, desde su posición dominante en terreno local, se aleja de esos modos de hacer campaña e impone formas diferentes de llegar al electorado, que obligan a quienes quieren competirle a desempeñarse de la misma manera.

Eso y que además la disputa electoral del 12 de septiembre tiene a los frentes opositores más ocupados en sus internas que en la disputa general. Y en ese contexto, los que tienen listas únicas, se centran en su posicionamiento.

En lo que respecta al Frente Renovador se centra en resaltar la gestión que vienen llevando adelante, tanto en materia sanitaria como en materia económica y de educación. Una gestión que logró una estabilidad sanitaria que pocos distritos lograron, sin la necesidad de paralizar por completo, y por un tiempo prolongado, el sistema económico. El carácter binario de la gestión de la pandemia, en el que la sanidad y la economía debían ir de la mano, muestra ahora resultados positivos. Resultados que son el estandarte para esta primera etapa de elecciones nacionales. Con esto el Frente Renovador salió a las calles para consolidar en septiembre lo logrado en junio, y trabajar desde ahí para aumentar el caudal de votos de cara a noviembre. El gobernador Oscar Herrera Ahuad, este sábado vía twitter pidió directamente el apoyo a los candidatos de la renovación, resaltando el proyecto misionerista de una provincia de vanguardia, en la cual según el mandatario se vive una modernidad sin precedentes. También aprovecho para diferenciarse de los gobiernos nacionales que no comprenden la realidad misionera, como sucedió últimamente con el veto a la zona aduanera.

La oposición

Volviendo a la campaña, las otras dos fuerzas con lista única, el Partido Obrero y Libertad, Valores y Cambios tienen el foco puesto en conseguir los votos necesarios para llegar a la elección de noviembre. La izquierda deberá validar la buena elección hecha en junio, y con eso le sobrará margen para llegar a la contienda de noviembre. En la vereda de enfrente, los que se dicen “Libertarios” deberán mostrar que tienen realmente seguidores en Misiones, y que con eso pueden competir en una elección nacional. Ambos deberán conseguir más del 1,5 por ciento de los votos válidos para llegar a la instancia siguiente.

En las dos fuerzas nacionales con representación en Misiones las internas se llevan toda la atención. No hay un solo candidato pensando en noviembre, y es lógico, porque ninguno tiene el pase asegurado. En el Frente de Todos, donde los espacios están bien marcados, lo que se juega es ver quién en realidad tiene los votos. Si es el Partido Agrario y Social, con Cacho Bárbaro como referente sea el motor electoral de ese frente, o si por el contrario son el Partido de la Victoria, con Cristina Brítez como referencia o las organizaciones sociales que tienen a Martín Sereno como guía. La pelea allí no solo es por el primer lugar de la lista de noviembre, si no también es por la supervivencia y por el liderazgo político del espacio.

Mientras que en Juntos por el Cambio la interna es doble. Por un lado, para ver cuál de los tres espacios que lo integran es el que realmente moviliza el voto de la oposición misionera. Si el radicalismo, si es el PRO o si es Activar, el espacio de Pedro Puerta que se hace fuerte en el electorado sub 35, un segmento para el que el apellido Puerta ya no tiene un significado ni negativo ni positivo, más allá de lo que el propio Pedro pueda generar.

En lo que respecta al PRO y al radicalismo, a esa interna general del Frente se suman las internas partidarias, es que cada uno de estos espacios tiene dos candidatos, Martín Arjol y Gustavo González compiten por el partido centenario y por los amarillos Walter Kunz y Martín Goerling, que además de disputarse los lugares en la lista de noviembre, luchan por la conducción electoral partidaria.
Así, las elecciones del próximo 12 de septiembre, que son unas Primarias pero que a nivel nacional las pintan como si fueran unas generales presidenciales, marcarán la cancha para cuando la verdadera elección se lleve a cabo, una elección que será en noviembre y que no significará ni el comienzo ni el fin de un nuevo gobierno, sólo será un recambio de legisladores nacionales y los argentinos volveremos a la normalidad, hasta que empiece realmente la pelea por la sucesión presidencial del 2023.

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