Se mantuvo activo a pesar de la pandemia

Andrés entrena su cuerpo y su mente con el tenis de mesa

Tiene 81 años y hace más de 30 que, religiosamente, se junta a jugar con un grupo de amigos todos los miércoles y sábados
domingo 22 de agosto de 2021 | 6:05hs.
Andrés entrena su cuerpo y  su mente con el tenis de mesa
Andrés entrena su cuerpo y su mente con el tenis de mesa

Sus amigos lo definen como una persona con un aspecto impecable y una memoria prodigiosa. Y esa característica es muy fácil de comprobar al hablar con Andrés Bermuller, quien a sus 81 años recuerda con lujo de detalles sus primeros años de vida.

Andrés y su familia llegaron en barco a la Argentina desde Europa cuando él tenía 11 años y luego se establecieron en la provincia de Misiones. “Mi papá estaba cansado de las guerras y dijo ‘nos vamos para Sudamérica’. Hice hasta 5° grado de la escuela primaria en Austria y partimos de Europa desde el puerto de Bordeaux, en Francia”, recordó Andrés en diálogo con El Territorio.

El protagonista de esta historia considera que uno de los motivos que lo ayuda a conservar su vitalidad y buena memoria tiene que ver con la actividad física y el deporte que realiza, en este caso el tenis de mesa.

Andrés es uno de los pioneros de esta actividad en la provincia de Misiones y hace más de 30 años que, religiosamente, se junta a jugar con amigos todos los miércoles y sábados en su casa en unas mesas de ping pong que él mismo construyó.

“Empecé a practicar este deporte a través de mi papá, que jugaba al tenis en el club Itapúa. Cuando llovía ellos no podían jugar entonces mi padre decía ‘vamos a la casa de Andrés que hay una mesa de ping pong. Y así se fue armando el grupo”, contó mientras hacía una pausa en un duelo de dobles.

Mitad físico y mitad mental
“Nos juntamos a jugar dos veces a la semana (miércoles y sábados). Los sábados normalmente nos quedamos más tiempo jugando. Para mí esto es un pasatiempo y es un entrenamiento mental. Este juego es mitad físico y mitad mental. Yo lo siento como algo muy beneficioso para mi salud y encima es una actividad que me dio muchos amigos”, valoró Andrés, quien también reconoce que los encuentros lo ayudan a mantenerse en contacto con sus amigos de tantos años y hasta en algunas oportunidades con uno de sus nietos.

En cuanto a los beneficios que le trae para su salud realizar esta actividad, Bermuller analizó que “gracias al tenis de mesa me mantengo entrenado. No me canso cuando corro. Creo que tiene que ver con la genética, pero también tiene mucho que ver con que yo me mantengo físicamente activo”.

En este tiempo de pandemia, Andrés y sus amigos vieron restringidas sus actividades, pero de todos modos trataron de mantenerse activos dentro de lo que se podía.

“Por la pandemia tuvimos que reducir nuestros encuentros, pero tratamos de seguir jugando cuando se podía. Nos cuidamos porque la verdad es que teníamos miedo”, dijo Bermuller, que en octubre del año pasado perdió a su compañera de toda la vida y jugar al tenis de mesa también lo ayuda a mantener la cabeza ocupada.

Para terminar, Andrés dejó un mensaje para aquellas personas mayores que tienen ganas de hacer algún deporte, pero que creen que ya no van a poder por una cuestión de edad.

“Acá no hay límites de edad, ni de procedencia, ni de si se tiene o no se tiene plata, acá todos somos iguales. Repetimos estos encuentros después de tantos años por el placer que nos da. Yo le recomiendo a todo el mundo que haga esta actividad. No es algo popular, pero es hermoso y da muchas satisfacciones”, cerró.

 

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Desde el año 1987 que este grupo de amigos juega al ping pong. Foto: Natalia Guerrero
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