Formas de maternar

El sueño de amamantar sin haber gestado

Silvina, de Posadas, compartió la experiencia junto a su esposa Carol, luego del nacimiento de sus mellizos. Myriam, de Eldorado, realizó el mismo procedimiento con sus dos hijos adoptivos
lunes 16 de agosto de 2021 | 6:08hs.
El sueño de amamantar sin haber gestado
El sueño de amamantar sin haber gestado

No existe un prototipo ideal de lactancia, como tampoco una sola manera de maternar. Hay tantas crianzas y lactancias como familias, tantos pechos como madres. Amamantar es un acto sublime, en el que se mezclan sentimientos de amor y unión. Es una experiencia única, singular e irrepetible. Y es un deseo que se va gestando con información y contención.

Y en esta diversidad de binomios madre-bebé, también están aquellas que decidieron ir por más y amamantar aunque no hayan gestado, es decir, alimentar a sus niños con el elixir de la vida sin haberlos llevado en su vientre. Esa es la historia de Silvina (31), de Posadas, y Myriam, de Eldorado, dos misioneras que construyeron un vínculo de amor con sabor a leche materna.

Cuando Silvina Bobadilla y su esposa, Carol Kallsten (36), comenzaron su preparación para la maternidad, su ginecóloga y obstetra les comentó que Silvina, pese a no estar gestando a sus mellizos, Emma y Simón, podría darles la teta con un tratamiento sencillo y sin contraindicaciones.  Si bien nunca habían escuchado algo así, decidieron lanzarse a la aventura.

“Me interesó muchísimo. Dar de amamantar no era lo mismo que yo los tenga a los dos a upa, cuando yo los estaba amamantando ellos me miraban y era algo extraordinario”, destacó Silvina.

A lo que su esposa agrega: “Cuando fuimos a neonatología, solamente por control, y teníamos que darles el pecho, vino la pediatra y nos dijo ‘¿Pero las dos les van a dar?’, se sorprendió. Luego nos hicimos famosas en el sanatorio y decían: ‘Ahí vienen las dos mamás’. Fuimos el furor por unos días: tuvimos mellizos, por parto normal y las dos dábamos la teta”.

Entre risas, Silvina recuerda cómo padres, madres y enfermeros le preguntaban sobre el proceso. “Yo les contaba del tratamiento y que como ellos ya estaban fuera de la pancita, me iban a empezar a estimular; y no debería realizarlo sola”.

Hacer que la lactancia fuera compartida hizo que, en los primeros meses de vida de Simón y Emma, el cansancio fuera más llevadero. “Yo me quedaba en casa y los amamantaba mientras Carol trabajaba en horario comercial; a su regreso continuaba ella o lo hacíamos entre las dos. El momento era mágico y se sentía un vínculo muy fuerte”.

Preparación

“Proteger la lactancia, una responsabilidad compartida”. Y con dedicación y preparación, puede ser posible amamantar sin embarazo (lactancia inducida) en parejas de mujeres o en aquellas que adoptan.

La glándula mamaria se termina de preparar con el embarazo y “lógicamente estas mamás al no gestar, no pueden producir y secretar la leche. Por ello se les estimula con medicación para generar el aumento de la hormona llamada prolactina, que es la encargada de producir la leche”, comienza explicando ginecóloga y obstetra Cecilia Rosés.

Las madres acompañadas de las puericultoras que son las especialistas en lactancia y cuidados del recién nacido, comienzan a preparar la glándula con masajes, calor o sacaleche para producir secreción.

A los pasos anteriores puede sumarse el consumo de metoclopramida, “ya que no tiene contraindicaciones y que se puede utilizar sin afectar la lactancia, una de las marcas comerciales es el Reliverán, se dan varias dosis en el día y en general se utiliza de tras a cuatro meses antes del nacimiento”.

Roses resalta que, si bien no existe ninguna contraindicación, el acompañamiento del equipo médico es fundamental en el deseo de amamantar.

“Recordemos que es el mejor alimento para un bebé los primeros seis meses de vida, está comprobado que neurológicamente son bebés con mejor desarrollo, más sanos, en la vida adulta de mayor confianza, más independientes. No es solamente el amor de dar la teta como alimento, sino todos los demás beneficios. Hay que acompañar el deseo y sostener emocionalmente a las madres en que ellas pueden con información, estimulación y formación dar la teta sin ningún problema”.

El sueño de una gran familia

Carol y Silvina, mamá y mamita, como las llaman los pequeños que hoy ya cursan salita de cuatro, llevan seis años de casadas y doce de relación. “Nos conocimos y al mes ya nos fuimos a vivir juntas y de ahí ya nunca más nos separamos”, explican.

Ambas sueñan con tener más hijos e incluso gestar las dos al mismo tiempo. En la clínica de Buenos Aires donde realizaron su tratamiento de fertilidad y recurrieron a un banco de esperma, “quedó un embrión hermanito de ellos dos, está congelado, nosotros podemos ocuparlo y en el caso de Silvi, también tenemos una muestra del mismo donante para que sea el hermano de sangre; y la idea era que las dos quedemos embarazadas”, indica Carol.

Si bien son planes y todavía no están en marcha, ambas reafirmaron su intención de brindarles a los pequeños lactancia exclusiva los primeros seis meses de vida, al igual que con sus hermanos, que lo hicieron hasta los ocho, cuando comenzaron a incorporar alimentos sólidos. “Sabemos que es el mejor vínculo afectivo, emocional y saludable”, finalizaron.

Una responsabilidad compartida
La Semana Mundial de la Lactancia se celebra en cada comienzo de agosto desde 1992. Esta iniciativa, impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Unicef, tiene como objetivo reivindicar a la lactancia humana como uno de los pilares más importantes, no sólo en la salud de los niños y sus madres, sino también en la salud pública. El lema de este año es “Proteger la Lactancia Materna: una responsabilidad compartida”. Entendiendo que no es una obligación, sino un derecho de las familias, y para ello es necesario que existan políticas públicas.

Porque la lactancia no tiene solamente beneficios para quien amamanta y quien es

amamantado, sino para la sociedad en su conjunto. Estudios colaborativos de la OMS han demostrado el incremento de muertes infantiles en países en desarrollo cuando los niños no tienen acceso a una lactancia adecuada. Se estimó que aumentar los índices de lactancia a nivel mundial podría prevenir más de 800 mil muertes anuales en niños.


Consejos

Amamantar pronto, cuanto antes mejor. Y  ofrecer el pecho a menudo, día y noche.

Asegurarse que el bebé succiona eficazmente y en la postura correcta.

Permitir que el bebé mame del primer pecho todo lo que desee, hasta que lo suelte.

Cuanto más mama el bebé, más leche produce la madre. La producción se ajusta a la demanda.

Evitar las mamaderas de ayuda y de suero glucosado.

Evitar el chupete, al menos durante las primeras semanas y que la lactancia esté bien establecida.

Recordar que un bebé mama también por razones diferentes al hambre, como necesidad de succión o consuelo. Es la forma más rápida de calmar a un bebé.

La mamá también necesita momentos de descanso, por ello no está mal solicitar ayuda y apoyo.

Por Noelia Rossano, puericultora

 

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