El informe de la IPCC remarca las sequías y precipitaciones extremas en América del Sur como consecuencia del cambio climático

En el informe, que contó con 234 autores de 65 países, se evidencia que el calentamiento observado en los últimos 170 años se puede atribuir a la influencia humana.
lunes 09 de agosto de 2021 | 17:32hs.
El informe de la IPCC remarca las sequías y precipitaciones extremas en América del Sur como consecuencia del cambio climático
El informe de la IPCC remarca las sequías y precipitaciones extremas en América del Sur como consecuencia del cambio climático

La sequía a nivel continental sumado a las precipitaciones extremas en algunas zonas y una mayor tendencia a la aridez en otras, son algunos de los impactos del calentamiento global para la región de Sudamérica, informaron hoy investigadoras argentinas y chilenas en conferencia de prensa luego de la presentación del Sexto Informe de Evaluación del Grupo de Trabajo I del IPCC (Intergovernmental Panel on Climate Change) el organismo de Naciones Unidas que estudia la ciencia del clima.

En el informe, que contó con 234 autores de 65 países, se evidencia que el calentamiento observado en los últimos 170 años se puede atribuir a la influencia humana.

"Como resultado estamos observando cambios generalizados y rápidos que en algunos casos se están intensificando y están presentes en todas las regiones del mundo", introdujo Maisa Rojas, profesora asociada en el Departamento de Geofísica de la Universidad de Chile, en la conferencia de prensa en español con científicas que participaron en la confección del informe.

Sobre los cambios observados en la región de América del Sur, Carolina Vera, vicepresidente del WGI del IPCC, destacó la aparición de sequías y precipitaciones severas. "Actualmente estamos experimentando una sequía en la región a nivel continental que tiene ya varios años", dijo Vera, también directora del Instituto Argentino-Francés de Estudios del Clima y su Ciencia.

Y continuó: "Pero las causas son diferentes respecto del sudeste y sudoeste de Sudamérica. En este sentido, algo que el reporte muestra claro es que estamos en el clima presente experimentando una combinación de la variabilidad natural con efecto del cambio climático producido por las actividades humanas".

Sobre esto, Vera explicó que si bien en la región del sudeste de Sudamérica no existe un acuerdo en el tipo de cambio en relación a las sequías agrícolas y ecológicas, sí se pudo evidenciar un aumento significativo en las precipitaciones severas.

"En líneas generales, para Sudamérica y otras regiones del mundo, los cambios en la frecuencia de intensidad de los eventos extremos aumenta con el nivel de calentamiento. En el sudeste de Sudamérica los cambios son el aumento de la precipitación anual y de las precipitaciones extremas; mientras que en el sudoeste, es decir Chile central y Cuyo, hay proyecciones claras de que con el aumento del calentamiento disminuyen las precipitaciones y hay una tendencia a una mayor aridez", graficó.

Por otra parte, la investigadora chilena Laura Eleonor Gallardo Klenner, directora del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2, subrayó la importancia del impacto que los forzantes climáticos de vida corta -como los aerosoles- tienen en la región.

"En la medida en que se emiten o se usan combustibles fósiles, también se emiten otras trazas que muchas de ellas las conocemos y las respiramos cada día como los aerosoles, los cuales muchas veces son precursores de otros gases invernaderos como el ozono", introdujo Gallardo.

En este sentido, reparó en la necesidad de considerar la evolución en términos de emisiones de estos forzantes climáticos de vida corta, sobre todo a escala regional y subregional. "Es un problema que afecta mucho a nuestras zonas de América del Sur con un efecto, sobre todo, en las próximas dos décadas", indicó la también profesora asociada en el Departamento de Geofísica (DGF) de la Universidad de Chile. Para Rojas, los países deben "transitar a una economía baja en carbono en los próximos años", lo cual "va a requerir de un acompañamiento científico cercano para que las decisiones políticas se vayan tomando con evidencia científica y, así, tener un efecto de acelerar la transformación y de ayudarnos a tomar las decisiones de la mejor manera posible".

En esta línea, contó que en Chile se creó un Comité Científico asesor de cambio climático, lo cual se replica en otros países de América Latina como Guatemala, que presenta el más antiguo, en México y en Costa Rica. "En el caso de Argentina tenemos una Ley de Presupuestos Mínimos del Cambio Climático, la cual establece que tiene que haber una comisión asesora, y Medioambiente está finalizando el proceso para su designación", informó Vera. Además, agregó: "Desde el Ministerio de Ciencia y Tecnología estamos promoviendo instrumentos que incrementen conocimiento, desarrollos tecnológicos y procesos sociales hacia la transición sustentable".

"A pesar de que es verdad de que muchos de estos cambios son irreversibles, nuestro futuro está todavía en nuestras manos y algunos cambios pueden ser ralentizados y otros pueden ser detenidos si logramos limitar el calentamiento", concluyó Maisa Rojas.

La ONU envìa un alerta

El calentamiento global es peor y más rápido de lo temido, señala el último informe de situación del panel de expertos vinculados a la ONU sobre el cambio climático, un lapidario informe que considera "inequívoco" que la humanidad "calentó la atmósfera, el océano y la tierra" hasta un punto que trae riesgos de desastres "sin precedentes".

A menos de tres meses de la cumbre del clima COP26 en Glasgow, Reino Unido, el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) responsabilizó al ser humano por estas alteraciones y advirtió que no hay otra opción que reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero.

En el documento dado a conocer hoy, ocho años después del anterior -que data de 2013- un total de 234 científicos de 195 países participantes coinciden en que, a menos que haya reducciones inmediatas y a gran escala en las emisiones de gases de efecto invernadero, limitar el calentamiento a cerca de 1,5°C o incluso 2°C, ya no será posible.

Los dos objetivos del Acuerdo de París firmado en 2015 son limitar el aumento del calentamiento global inducido por el hombre a un nivel muy inferior a 2℃, y "proseguir los esfuerzos" para limitar el calentamiento a 1,5℃. Para el secretario general de la ONU, António Guterres, "el informe de IPCC de hoy es un código rojo para la humanidad".

El planeta ya alcanzó los +1,1 ºC y empieza a constatar sus consecuencias: fuegos que arrasan el oeste de Estados Unidos, Grecia o Turquía, diluvios que inundan Alemania o China, termómetros que rozan los 50 ºC en Canadá. El estudio agrega que que el incremento de la temperatura seguirá al menos hasta mediados de este siglo pase lo que pase y que a partir de 2050 las cosas pueden complicarse aún más. "Si piensan que esto es grave, recuerden que lo que vemos ahora es solo la primera salva", dice Kristina Dahl, de la organización Unión de Científicos Preocupados (UCS).

Incluso limitando el calentamiento a +1,5 ºC, olas de calor, inundaciones y otros eventos extremos aumentarán de forma "sin precedentes" tanto en su magnitud, frecuencia, ubicación o momento del año en que ocurren, advierte el IPCC.

"Este informe debería causar escalofríos a quien lo leyera (...) Muestra dónde estamos y adónde vamos con el cambio climático: hacia un hoyo que seguimos cavando", comenta el climatólogo Dave Reay. "Estabilizar el clima precisará de una reducción fuerte, rápida y sostenida de las emisiones de gases de efecto invernadero para alcanzar la neutralidad de carbono", insiste Panmao Zhai, copresidenta del grupo de expertos que elaboró la primera parte de esta evaluación del IPCC.

La segunda parte, prevista para febrero de 2022, mostrará el impacto de estos cambios y cómo la vida en la Tierra se verá irremediablemente transformada en 30 años, incluso menos. La tercera parte abordará las soluciones posibles y se espera para marzo, pero el camino a seguir es -subraya el documento- impulsar la transición hacia una economía descarbonizada. "Este informe debe poner fin al carbón y las energías fósiles antes que destruyan nuestro planeta", reclamó Guterres. "No hay tiempo para esperar, ni lugar para excusas", insistió.

La Unión Europea (UE), por su parte, exhortó a actuar ya mismo. La Comisión Europea, órgano ejecutivo de la UE, aseguró que "no es demasiado tarde para frenar la tendencia". Por ahora, sólo la mitad de gobiernos revisaron sus objetivos iniciales de reducción de emisiones. El primer ministro británico, Boris Johnson dijo que espera que "el informe del IPCC sea una señal de atención para que el mundo actúe ahora, antes de que nos reunamos en Glasgow".

El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, en tanto, señaló que este momento "requiere que los líderes mundiales, el sector privado y los individuos actúen juntos con urgencia y hagan todo lo necesario para proteger nuestro planeta". El enviado especial estadounidense para el clima, John Kerry, coincidió: "No podemos esperar. Todos los países deben tomar medidas valientes".

Las Proyecciones del IPCC

Entre estas sombrías proyecciones, el IPCC aporta un resquicio de esperanza. En el mejor escenario, el calentamiento podría volver al umbral de +1,5 ºC si se reducen drásticamente las emisiones y se absorbe más Dióxido de Carbono (CO2) del que se emite. Pero las técnicas que permiten recuperar a gran escala el CO2 en la atmósfera todavía se están investigando, apunta el IPCC. El informe detalla algunas consecuencias que ya son "irreversibles".

El deshielo de los polos hará que el nivel de los océanos siga aumentando durante "siglos, o milenios". El mar, que ya creció 20 centímetros desde 1900, podría avanzar medio metro más para 2100 aunque se mantenga el calentamiento a +2 ºC.

Por primera vez, el IPCC no descarta la llegada de "puntos de inflexión", eventos irreversibles poco probables pero de dramático impacto, como el deshielo del casquete glaciar de la Antártica o la muerte de la selva del Amazonas. "No estamos condenados al fracaso", matiza Friederike Otto, una de las autoras del documento. "No dejaremos que este informe se quede en un estante; lo llevaremos con nosotros a los tribunales", advierte Kaisa Kosonen, de Greenpeace.

Desde que en 1990 se publicó el primero de estos documentos de síntesis, se fueron sumando evidencias y estudios sobre el calentamiento. Los informes del IPCC suelen utilizar un lenguaje conservador en busca de su aprobación por consenso entre los representantes de los 195 países que participan en las negociaciones climáticas ante la ONU.

Los resultados de este sexto informe fueron presentados a los países a fines de julio pasado y durante las dos últimas semanas se estuvo negociando el texto final de 42 páginas presentado hoy, en el que se zanja el debate sobre la influencia del ser humano en el cambio climático.

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