José Luis Márquez Da Silva expresó preocupación por descontrol fronterizo

Intendente de Campo Ramón denunció amenazas por combatir el contrabando

“Cuando se meten con tu familia es difícil. Pero no voy a dejar que me pasen por arriba”, subrayó el jefe comunal. Recibió mensaje de texto desde un chip descartable
miércoles 04 de agosto de 2021 | 6:03hs.
Intendente de Campo Ramón denunció amenazas por combatir el contrabando
Intendente de Campo Ramón denunció amenazas por combatir el contrabando

José Luis Márquez Da Silva, intendente de la localidad de Campo Ramón, denunció que recibió amenazas de muerte por parte de contrabandistas que aprovechan las flaquezas del control sobre el río Uruguay, el extenso y permeable límite acuático entre Argentina y Brasil.

Hace más de un año que el funcionario viene alertando sobre el descontrol que se registra en la frontera entre ambos países por el cruce clandestino de personas y mercaderías, lo que propicia un enorme riesgo de contagio de Covid-19.

Para colmo, en Brasil ya existe transmisión comunitaria de la nueva variante Delta, una cuestión para nada menor y preocupante.

En ese contexto, Márquez Da Silva se constituyó en una de las principales voces de la zona Centro a la hora de reclamar un mayor control fronterizo, aunque ello derivó en represalias que ya denunció ante la Policía de Misiones.

“Recibí amenazas por mensaje de texto diciendo que van a matar a mi hijo si sigo hablando de los chiveros (contrabandistas). Y la verdad que cuando se meten con tu familia es difícil, se te cruzan un montón de cosas por la cabeza. Pero no por eso voy a dejar que me pasen por arriba ni voy a dejar de reclamar lo que corresponde”, comentó el alcalde.

En diálogo con El Territorio, explicó que luego de recibir los mensajes, radicó la correspondiente denuncia policial en la comisaría local.

Al respecto, mencionó que los peritos “hicieron el seguimiento y rastrearon el número, pero es de esos chips desechables, así que es muy difícil determinar quién es el dueño. La investigación quedó ahí nomás porque no fue posible descubrir quién mandó los mensajes”.

“Un colador”

Ya el año pasado Márquez Da Silva alertó sobre los riesgos sanitarios que trae aparejado en contrabando en la zona, por lo que insistió con la necesidad de extremar los controles por parte de las fuerzas de seguridad federales que tienen jurisdicción en la zona.

Históricamente, dicha actividad tuvo su epicentro local en Colonia Paraíso, sobre la ruta costera 2, límite con el municipio de Alba Posse, una zona que el propio intendente calificó como “un colador” al contrabando.

Si bien mencionó que la Policía realiza recorridas, reconoció que no dan abasto y por ello insistió con reforzar la presencia de Gendarmería o Prefectura, fuerzas federales que dependen del Poder Ejecutivo Nacional.

“El año pasado pedí un destacamento policial en Paraíso y estuvieron unos días, pero después no se pudo sostener por falta de personal. Ahora volví a hablar con el ministro de Gobierno, Marcelo Pérez, para pedirle que nos dé una mano con este tema. Estoy muy preocupado porque esa zona de Paraíso es un colador. Está feo, es tierra de nadie”, graficó.

Campo Ramón limita con Alba Posse y es zona de tránsito para los contrabandistas que comercian productos de Argentina y Brasil. Los cientos de kilómetros de caminos vecinales, entre plantaciones y montes son escenario propicio para los traficantes, hoy convertidos en potenciales transmisores del Covid-19.

“Cruzan de todo: comestibles, repuestos, gomas, ropa. Viven de eso, para ellos es normal. Personalmente hablé con varios que se dedican al contrabando y se enojan cuando uno les dice que está mal, que pueden traer el virus y afectar a su propia familia”, indicó Márquez Da Silva.

Zona de riesgo

Precisamente, la naturalización del contrabando y los recursos que genera constituyen un escollo para las autoridades.

Incluso, el intendente de Campo Ramón comentó que en temporada de bajante del río Uruguay muchas personas se aventuran a cruzar a pie hacia poblados como Santa Rosa, Tucunduva o Santo Cristo.

Tiempo atrás el control de la frontera en la zona estuvo a cargo del destacamento de Gendarmería en Barra Bonita, pero el puesto se cerró hace poco más de tres años.

Es más, vecinos de la zona afirmaron que el puesto es utilizado para el tráfico con Brasil, ya que dispone de una infraestructura ideal.

“El destacamento era el único puesto fijo de Gendarmería en la zona, pero está abandonado. Para colmo, ahora lo usan para pasar contrabando porque nadie controla”, comentó un lugareño que solicitó la reserva de su identidad por temor a represalias.

Según coincidieron varias fuentes, el contrabando constituye uno de los principales ingresos de muchas familias de la zona, de lo que también son conscientes las autoridades.

En cuanto a la ruta de la mercadería que llega desde el vecino país, ésta ingresa por pasos de Alba Posse o 25 de Mayo, como Colonia Alborada, sector donde el año pasado se ahogaron tres jóvenes que cruzaban al Brasil en un bote de madera, hecho que se presume estuvo relacionado con el contrabando de soja.

La mercadería que ingresa hacia Campo Ramón y Oberá es trasladada por los innumerables caminos que cruzan por Acaraguá, Villa Unión, Arroyo Machado, Barra Bonita, Paraíso, Picada Internacional y La Ita, parajes que carecen de control de las fuerzas de seguridad.

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