María Cecilia Skupien promueve la economía circular

Desechos que se vuelven arte

Por la pandemia se vio obligada a convertir su pasatiempo en una salida laboral. Reutiliza desechos cerámicos y los transforma en artículos útiles para el hogar
lunes 02 de agosto de 2021 | 10:40hs.
Desechos que se vuelven arte
Desechos que se vuelven arte

La recuperación de materiales desechables a partir de la reutilización de residuos es el arte de María Cecilia Skupien, actividad que mantenía como pasatiempo la artesana de 41 años hasta transformarla en su fuente de trabajo cuando la pandemia atentó contra su economía.

Actualmente comercializa en ferias y a través de las redes sus productos intervenidos que además de ser decorativos son útiles en el hogar.

La mujer, que se define como activista por el cuidado y respeto del medioambiente y amante del arte, logró combinar sus pasiones y generar ingresos con la fabricación de artesanías hechas con materiales que recicla aplicando técnicas de mosaiquismo con todo tipo de cerámicos que puede rescatar de los desechos de los demás.

María Cecilia reutiliza los materiales y los transforma en elementos útiles en el hogar que a su vez aportan decoración a los ambientes y permiten darle una nueva utilidad a esas cosas que de otra forma irían a parar a la basura.

“No soy mucho de fabricar adornos. Obviamente que un cliente me pide un cuadro de mosaicos únicamente decorativo y lo voy a hacer. Pero prefiero fabricar cosas útiles para el hogar y que cumplan una función además de decorar los ambientes” comentó la artesana a El Territorio.

María Cecilia tomó clases de mosaiquismo en un taller en Iguazú, como un pasatiempo, y desde allí comenzó a trabajar y perfeccionar las técnicas.

Cuando comenzó la pandemia se vio obligada a buscar una salida laboral y su hobby pasó a ser un componente esencial en la economía del hogar.

“Siempre me gustó esto. Incluso mis amigos fueron los primeros conejillos de Indias porque cuando empecé a experimentar con las macetas hechas con recipientes de telgopor de helados, algunas salieron y funcionaron, otras no tanto; así fui practicando hasta mejorar la técnica. Hoy es uno de los trabajos que más tiempo me lleva terminar”, explicó.

Con respecto a los materiales, Skupien manifestó que trabaja con algunos que consigue en lugares donde se venden artículos de manualidades. Sin embrago, la mayoría de sus creaciones están hechas de baldosas, azulejos, tazas, platos y vajilla que fue desechada por estar rota, despintada o quebrada.

“Cuando empecé, me acerqué a la Agrupación Vecino Sustentable para trabajar de manera activa y comprometida con el medioambiente”, dijo la artesana, que además de afianzar día a día su compromiso como ciudadana del mundo también reutiliza los residuos y los convierte en materiales nuevos y listos para comercializar, haciendo así su aporte al modelo de economía circular y contribuyendo con su aporte.

El resto de los materiales los recibe de una amiga de Buenos Aires, que le envía piezas cerámicas cada tanto: “Ella siempre está al pendiente de lo que pueda rescatar para mí. A veces recibo una encomienda de platos rotos y soy feliz. Debo ser la única persona en la ciudad que festeja al recibir una encomienda de platos rotos”, expresó entre risas.

La vajilla de descarte le permite a Cecilia Skupien hacer trabajos únicos e irrepetibles. “A veces la vajilla tiene diseños exclusivos que permiten la creación de un trabajo especial y eso es lo bueno de trabajar con materiales reciclados o a reciclar. Porque además de ser únicos se evita que estos residuos lleguen a los rellenos sanitarios que tanto daño hacen al medioambiente”.

El trabajo de la artesana lleva horas de dedicación y es su pasión,  no obstante aun no puede vivir de la venta de sus productos y es difícil la comercialización pese a que está presente en todas las ferias de artesanos que se llevan adelante en la Ciudad de las Cataratas.

“Muchas veces existe un cierto rechazo por parte de las personas al saber que está hecho con material reciclado, es por eso que opté por hacer cajas de té que compro y decoro; se venden mucho más. Pero los trabajos con mayor porcentaje de material reciclado son más difíciles de comercializar”, detalló.

Y, haciendo hincapié en la necesidad de que todos los ciudadanos se involucren sólidamente en la construcción de un mundo más amigable y respetuoso, reflexionó: “Creo que aún falta trabajar en la concientización sobre el cuidado del medioambiente”. 

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