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Ciclo de obras por mes de la niñez, Abrir la puerta del juego familiar

Tras el pedido del público por más funciones de las obras que se vieron en el Gurises al Teatro, los elencos se organizaron y ofrecen un mes de propuestas para los más chicos

jueves 29 de julio de 2021 | 2:50hs.
Ciclo de obras por mes de la niñez, Abrir la puerta del juego familiar

Adultos instantáneamente dispuestos a jugar y niños atónitos, quietos, expectantes a lo que ven y escuchan. La avidez por el teatro, por esa reconexión con los escenarios y con el otro. La magia del vivo, presencial, en carne y hueso se hizo sentir en estas vacaciones de julio con la demandada propuesta de Gurises al Teatro, festival que cumplió 8 años, pero que tras un año de encierro, sobre todo para los más chicos, volvió con otra fuerza. Y como el público lo pide, cuatro obras se renuevan en escena los domingos de agosto, con la excusa de celebrar la niñez, de ofrecerle espacios nuevos de esparcimiento.
‘‘Mucha gente que quedó fuera del gurises nos pedía venir, nos pidieron función doble.
Vimos que hay necesidad de mostrar espectáculos para niños. Después de la pandemia no habían vuelto a sala. Hay muchas obras sí, pero no para niños’’, graficó Silvina Warenycia sobre la oferta en teatro infantil. Así, surge la idea de hacer JugARTEatro, un ciclo de obras por el mes de la niñez, aprovechando esa incesante demanda de espectadores.
‘‘Está bueno porque viene toda la familia a compartir, a conocer el teatro, ven que otras obras hay y a la vez los niños se enganchan con lo que pasa en el escenario’’, detalló la teatrera detrás del Festival Gurises al Teatro.
Así como se configuran como una importante opción para entretener a los más chicos, cada obra tiene un espíritu diverso que la identifica, transmite ciertos valores y se conecta de manera diferente con las familias. Tal como consideran los actores y directores detrás de esta propuesta, el público infantil es el más sincero y no basta con disfrazarse y hacer monerías para acaparar su atención.
‘‘Las obras son súper pensadas y al ser para chicos, con mucha más razón uno se preocupa por lo que quiere dejar como mensaje. Se preocupa en cuidar su cabeza, los valores que uno le está transmitiendo, de poder jugar, que se sientan libres para ese juego’, entendió Warenycia al tiempo que remarcó ‘‘Creo que es muy importante el respeto al niño, no subestimar y respetarlo en todo sentido, su crecimiento y desarrollo, su juego, su imaginación, las cuestiones de género como por ejemplo no asignar los colores como de nene o nena, utilizar el teatro para cambiar al mundo’’.
Más allá de las historias o la dinámica particulares que se viven en cada pieza teatral, la vibra que se vive en la sala es de empatía total. ‘‘Nosotros que venimos de otra provincia, el público de acá es hermoso la verdad’’, sumó Rocío Rodríguez, del grupo mendocino Amorarte. ‘‘Está distendido y con ganas de entretenerse, no viene a criticar, viene a disfrutar y eso es un golazo’’, sumó Danyel Bustos, su compañero.
‘‘Se sintió esto de encontrar otra vez un lugar de reunión más allá de la plaza, el reencuentro de una familia en un mismo espacio en el que se podían entretener juntos. Y esa conjunción, esa comunión, la vimos ahora. Vinimos en diciembre y no la habíamos visto pero con esto de reactivar el teatro para niños, volvió la familia a salir junta y ya no era todo en la casa como fue en la pandemia’’, consideró Danyel.
En esa línea, Antonella Quintana parte del equipo de Tunguelé, reflexionó sobre el reencuentro, luego de que el año pasado todos los espectáculos fueran online y alegó que hoy el teatro se revalorizó de otra manera ya que antes de la pandemia quizás era una experiencia más cotidiana, y no nos dábamos cuenta.
‘‘Pasar de estar un año entero mirando un celular o una tablet, a ver un espectáculo en vivo también es un impacto y hay muchos que por primera vez vieron una obra de teatro en vivo’’, subrayó Danyel.
En esa línea, Estrella Asuad, directora de Malas Palabras refirió cómo la sorprendió la aceptación de su diferente propuesta. ‘‘Malas palabras llama a la quietud y reflexión de los niños. Es todo un desafío porque implica sentar a un niño a escuchar por 50 minutos una historia’’, arrancó explicando. Y aunque se recomienda la pieza a partir de los 6 años, ‘‘nos da mucha alegría porque cuando dimos acá la obra no eran todos niños mayores de 6 años, había mas chiquitos pero no voló una mosca’’, sentenció Estrella. ‘‘Se empatiza el ritmo de la protagonista y su relato y aunque es otra propuesta que no requiere la participación activa del público, se nota la atención de los niños y los papás, que están metidos en la historia’’, cerró.
Las enseñanzas son el eje que atraviesa las obras y la idea es que no terminan con el final de la puesta en escena sino que despiertan otros interrogantes para los más chicos. ‘‘Nuestra obra habla de los miedos’’, describió Quintana sobre La magia de la noche. ‘‘Entonces la idea es, cómo jugar con la imaginación para que el niño se sienta poderoso y pueda enfrentar esos miedos, en este caso es la oscuridad, pero los personajes se encuentran con seres fantásticos y se terminan olvidando de los miedos y dejamos abierta la puerta para que los padres lo hablen en la casa’’, detalló sobre la puesta que se configura con elementos sencillos y reciclados, pero efectivos.
Un espacio donde dejar volar la imaginación, apostar a lo lúdico como niños, abrir la reflexiñon y reencontrarse en familia.
‘‘Te das cuenta que la gente tiene una necesidad de diversión y de compartir esa diversión. Veíamos en el festival cómo venía la gente, con ganas. Todos se paraban al pedir un voluntario para el juego y casi todos los adultos se sumaron a la rayuela’’, insistieron los teatreros, dispuestos para una segunda vuelta de puro entretenimiento familiar. 

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