Valentina Patiño y su pequeño hijo Lázaro murieron ahogados, revelaron las autopsias

Las autopsias realizadas al cuerpo de la venezolana radicada en Misiones, Valentina Patiño (51) y al de su hijo, Lázaro (6), revelaron que ambos murieron ahogados atrapados en la camioneta con la que el martes a la noche despistaron y cayeron en posición invertida a las aguas del arroyo Caraguatay, que atraviesa la ruta nacional 12 en las afueras de Montecarlo.

El informe del Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial detalla que la causa de muerte fue "asfixia por inmersión", lo que indica que ambos estaban con vida en los instantes después de producido el despiste y caída al cauce.

Más allá de eso, fuentes policiales informaron a este matutino que no se encontraron elementos para probar la participación de otro vehículo en el siniestro fatal, dato que confirma la hipótesis inicial derivada del análisis de la escena, que arrojó que antes de terminar en el arroyo Patiño perdió el control de la camioneta circulando por la ruta nacional, volcó y se atravesó de carril, para terminar llevándose por delante el guardarrail en un extremo del puente y caer al agua con las ruedas hacia arriba.

Había solo una marca sobre el asfalto, varios metros antes y no había rastros de frenada, detectaron los peritos de la Policía de Misiones que el día del hallazgo de los cuerpos trabajaron en el lugar hasta entrada la noche.

Valentina era venezolana pero estaba radicada en Misiones hacía una década.

Búsqueda, y el peor final

Desde el miércoles a la tarde y tras registrar varias horas sin dar señales de su paradero, una amiga de Valentina decidió denunciar la desaparición de la mujer y su pequeño hijo Lázaro.

Dijo que tenían previsto juntarse en un restaurante pero ésta nunca llegó. En cuestión de horas la Policía de Misiones desplegó un fuerte operativo de búsqueda para dar con la madre e hijo.

Recién durante la tarde del jueves, mediante el aporte de un grupo de trabajadores de una obra cercana al lugar del siniestro, la Policía ubicó la camioneta de Valentina sumergida completamente en el arroyo Caraguatay.

El padre del niño, un conocido guía de la localidad de Puerto Iguazú, se presentó y confirmó la tragedia.

El cuerpo de Valentina estaba sujeto al cinturón de seguridad en tanto que Lázaro emergió con los primeros movimientos para dar vuelta el vehículo. Inmediatamente fueron trasladados a la morgue de Posadas para la autopsia.

No se encontraron elementos para probar la participación de otro vehículo. Foto: Federico Gross.

Una vida lejos de su país

Tal como reconstruyó este matutino mediante sus allegados, Valentina y Lázaro se habían instalado en Montecarlo hace más o menos cinco meses.

La mujer residía en una zona céntrica de la localidad y cumplía funciones como gerente de Recursos Humanos de la Cooperativa Agrícola de Montecarlo. En ese rol se desempeñó siempre desde que llegó a Misiones, hace más de una década.

Si bien hacía años que trabajaba en la entidad, en principio su tarea era dos veces a la semana, por lo que viajaba constantemente a Puerto Iguazú, donde residía con su pareja. Luego se separó -hace más o menos tres años- y la cooperativa ofreció trabajar de lunes a viernes.

Había llegado a la Argentina buscando un mejor futuro, antes de la gran crisis que atraviesa su país. Conoció a su esposo en Corrientes, se casaron y decidieron instalarse en la ciudad de Cataratas. Donde más trabajó fue en el hotel Amerian Portal del Iguazú.

Valentina no tenía familiares en Argentina, padres y un hermano, su única familia, fallecieron en Venezuela.

"Nosotras éramos su familia", dijeron sus amigas. Quienes la conocieron destacan su trabajo por la sustentabilidad y la describieron como "una mujer llena de luz".

*Información con aportes de Carlos Cardozo.

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