El profesor Jorge “Chino” Flores, clave del proceso olímpico

Mahira Bergallo: “Quiero dejar bien parada a mi ciudad y mi provincia”

La atleta obereña vive un momento único tras conseguir el boleto a los Juegos Paralímpicos en lanzamiento de bala. Desde el factor sorpresa a una realidad histórica
domingo 18 de julio de 2021 | 6:05hs.
Mahira Bergallo: “Quiero dejar bien parada a mi ciudad y mi provincia”
Mahira Bergallo: “Quiero dejar bien parada a mi ciudad y mi provincia”

La historia de Mahira Bergallo recién se está escribiendo y promete páginas de gloria. Oriunda de Oberá, y con tan sólo 19 años, la misionera formará parte de los Juegos Paralímpicos en lanzamiento de bala (F-35).

El logro llegó muy pronto producto del esfuerzo y la constancia, aunque nadie puede dudar de que esta realidad es posible porque el ‘destino’ intervino para cambiar el curso de la historia.

Melliza de Jenifer y hermana mayor de Ángel, Mahira se crió en el barrio Tuichá de la Capital del Monte. La humildad le permitió aprovechar cada oportunidad y las ganas de sumar experiencia fueron combustibles más que suficientes para alcanzar algunas metas a corto plazo.

En el 2014 la obereña practicaba atletismo convencional en el playón de su escuela Normal Superior 4 con destacadas actuaciones. “Si bien nací con parálisis cerebral, nunca me dieron un diagnóstico y lo tomaba como algo normal al igual que mi familia. En el colegio siempre me preguntaban por qué caminaba así y no sabía qué responder...aprendí a convivir con eso”, inició Mahira.

Precisamente su particular forma de caminar llamó la atención del profesor de atletismo adaptado Jorge ‘Chino’ Flores, quien decidió consultar con evaluadores nacionales.

“Los técnicos se presentaron en mi casa un domingo y me hicieron hacer unos ejercicios...cuando me dijeron lo de la parálisis cerebral quedé en shock al igual que mi familia”, recordó Bergallo sobre aquella anécdota que marcó un antes y un después.

La noticia fue una total sorpresa, pero Mahira, a duras penas, decidió entrenarse con el grupo del Chino. “Me costó, mi mamá me obligó a ir; no lo quería aceptar porque mis compañeros tenían distintas capacidades y me guiaba por lo que la gente decía...pero cuando empecé a conocer las realidades de cada uno cambió mi pensamiento. Ellos son personas como todas y tenía que aprender de ellos...era explorar a una Mahira que no conocía, asimilar la palabra ‘adaptados’”, reconoció.

Llegaron los Juegos Evita, las medallas, la consideración para integrar la selección argentina. La carrera de Mahira resultó meteórica.

“Todo es un milagro, nunca pensé en vivir algo así. Tuve mucho acompañamiento. Después de unos meses fui a los Juegos Evita, gané mis primeras dos medallas que son y van a ser las más importantes... son las que me abrieron al deporte porque desde ahí llegué a la selección argentina al otro mes”, dijo Mahira.

“En el 2017 competí en un Panamericano Juvenil en San Pablo y ahí fue el enamoramiento definitivo. Fue el torneo que me enseñó a manejarme profesionalmente, el que cambió mi mentalidad de amateur, el que me hizo madurar”, agregó.

A pesar de la pandemia, el 2019 fue clave. Explotando sus mejores armas la obereña logró marcas destacadas que la ubicaron en el podio planetario. Desde ese año y hasta la fecha es la número uno en la categoría U20 en PC (Parálisis Cerebral).

A finales del 2020, en el Cepard (Centro Provincial de Alto Rendimiento Deportivo) realizó su mejor registro con un lanzamiento de 7.42 metros en un test evaluativo, mejorando los 6.68 del Nacional de Chaco.

Esa marca fue más que suficiente para estar en Tokio, pero los cupos se tomaron antes de la pandemia y Mahira tuvo que esperar hasta finales del mes pasado para recibir la noticia vía Zoom: los Juegos eran una realidad.

“Fui construyendo mi carrera paso a paso, sin quemar etapas para no frustrarme”, dijo.

“Me preparé para no ir porque era difícil clasificar. Son unas bestias las que compiten y yo soy chica... cuando me dieron la noticia no lo podía creer, de hecho todavía no lo creo, estaba con toda mi familia. Tengo sentimientos encontrados para estar tranquila, pero quiero dejar bien parada a mi ciudad, mi provincia y mi país...eso también me ayuda a estar enfocada”, remarcó la flamante olímpica.

Finalmente Mahira tuvo unas palabras sentidas para con su entrenador, pieza fundamental: “El Chino es como mi segundo papá, el que más me conoce y me banca. Si era otro profesor me echaba a los dos meses, no soy una persona fácil. La relación entre los dos es única”.

 

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Mahira alcanzó su marca récord en el Cepard, un hito para la disciplina. Foto: Marcelo Rodríguez
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