Peregrinación por la Virgen de Itatí
Este viernes, en un día nublado, fue escenario de una gran manifestación Mariana, en el marco de los 121 años de la Coronación de la Patrona del Nordeste argentino, Nuestra Señora de Itatí. Un nutrido número de jinetes se congregaron en Jardín América para peregrinar a caballo hasta la capilla Virgen de Itatí de la localidad. Antes se realizaba hasta la Basílica en Itatí Corrientes, pero por la pandemia este año no se pudo, motivo por el cual a caballo hicieron un recorrido de 10 km hasta llegar a la capilla jardinense.
Carlos Javier Álvarez, organizador de la agrupación "Jorge Tayar, Peregrinos Virgen de Itatí", charló con El Territorio y contó experiencias emotivas y como se concentraron hoy. "Hace 8 años peregrinamos, antes íbamos hasta la Basílica, desde Itá Ibaté hasta Itatí Corrientes y como ahora no se puede por la pandemia, este año decidimos juntarnos para venir hasta la capilla".
"Es una preparación muy grande que hacemos y es algo que solamente un peregrino puede contar, cuando uno llega cerca de la Virgen se enciman todas las emociones juntas", dijo Carlos. Además, el hombre agregó: "uno recuerda también a la gente que no están, a los que ya partieron, a los que peregrinaban con nosotros, en ese día están todos juntos".
"Es un grupo muy unido que siempre estamos en contacto, donde queremos por muchos años mas, además a los chicos le queremos inculcar esto, para que se transmita de generación en generación, como pasa en varios casos que nuestros padres nos llevaban antes a Itatí y ahora nosotros vamos con nuestros hijos", mencionó el hombre.
Para cerrar, Carlos dijo que se extraña la peregrinación hasta la Basílica correntina. "Hicimos esta peregrinación corta por tal motivo, sentíamos que estábamos en falta con la Virgen, deseamos con todo el alma que podamos volver el próximo año, porque llegar a la Basílica es un momento en que se heriza la piel, ver a tu compañero que peregrina a tu lado es una emoción muy grande".
Hoy en esa iniciativa tomada por el grupo, hubo jinetes de Jardín América, Capioví, Montecarlo y un muchacho que se sumó desde Ruiz de Montoya, quiénes llegaron hasta la capilla y recibieron la bendición del padre Javier Alegre, quién peregrinó junto con el grupo.
