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“Lucho por mis pacientes; en ellos veo a mi papá”

lunes 12 de julio de 2021 | 6:04hs.
“Lucho por mis pacientes;  en ellos veo a mi papá”
Constanza Cavagnaro, kinesióloga.
Constanza Cavagnaro, kinesióloga.

El trabajo de los kinesiólogos es clave para la recuperación de los pacientes graves de Covid, e incluso muchas veces, son estos profesionales con su trabajo de estimulación cardiorespiratoria los que logran evitar el avance de la enfermedad y que los pacientes ingresen a la Unidad de Terapia Intensiva (UTI). Sin embargo, su trabajo no trascendió demasiado hasta que Claudio Konopka (48), encargado del cementerio de Iguazú, lo dio a conocer públicamente destacando el trabajo y la dedicación de la kinesióloga Constanza Cavagnaro (29), especialista en cardiorespiratoria en Pediatría y Neonatología, quien pasó toda una mañana cuidándolo hasta que ingresó a la UTI del Samic de Iguazú. Constanza perdió a su padre por la enfermedad en febrero y hoy trabaja para que cada paciente logre sobrevivir.

El trabajo de los kinesiólogos es muy importante en el sector de internación son los encargados de mantener las vías respiratorias de limpias sin secreción en los pulmones y una vez que los pacientes mejoren trabajan con los cascos Helmet donde controlan la saturación de oxígeno. Por ello, muchas veces no tienen descanso ya que deben hacer guardias en los hospital los fines de semana.

Es un trabajo de “nuestro equipo de kinesiólogos, somos los que más tiempo pasamos con los pacientes, tenemos una relación muy estrecha con ellos, a veces somos psicólogos y amigos de los que están internados, tratamos de levantarles al ánimo porque sabemos que de eso también depende la recuperación”, contó Constanza Cavagnaro en diálogo con El Territorio.

Al principio de la pandemia por el desconocimiento del virus, la atención era muy diferente, muchas veces los pacientes eran evaluados por videollamada con muy poco contacto con los profesionales médicos para evitar contagios, sin embargo cuando se fueron conociendo detalles ese miedo al contagio se fue perdiendo y el trabajo comenzó a volver a la normalidad con la aplicación de todas las medidas de bioseguridad.

“Los primeros tiempos era muy difícil la atención, nosotros trabajamos con el contacto físico, y con el pasar del tiempo comenzamos a trabajar con los pacientes con todas las medidas y notamos que con nuestra trabajo los pacientes se recuperaban más rápido y eso nos llevó a dedicarnos más. Sin embargo me queda ese sabor amargo porque en mis cinco años de trabajo nunca perdí a tantos pacientes, los ves mejorar y, de repente, no sabemos por qué, pasan por una crisis y los perdemos y nos ponemos a pensar ¿Qué paso? ¿Qué nos olvidamos? Y simplemente no encontramos explicación, el virus es terrible y no sabemos mucho”, indicó.

Cavagnaro perdió a su padre en febrero de este año por las consecuencias del Covid-19. “Nos vacunamos y a los pocos días comenzamos con síntomas, mi papá y yo fuimos positivos, yo me aislé en casa y mi papá porque tenía comorbilidades estuvo internado. Sobre todo con el trabajo de la jefa de Kinesiología, Verónica Kosaka, porque papá era rebelde conmigo y no me hacía caso. Pero igualmente fuera de mi horario laboral iba a terapia y trabajaba con él. Luchamos para que se recupere, pero no pudimos salvarlo. Me pregunté mil veces qué me faltó hacer y no encontré explicación. Hoy veo a mi papá en cada uno de mis pacientes y lucho por ellos como luché por él”.

“Soy una de las personas que insiste en la vacunación y siento impotencia cuando escucho que no se quieren vacunar. Vacunarse es una responsabilidad social, es la única forma de frenar la pandemia”.

 

Aprender a respirar: la rehabilitación post Covid puede ser de hasta un año El Samic de Oberá implementó guardias activas de kinesiología

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