Aceptación y cambios sociales respecto al cannabis

De droga prohibida a uso medicinal y fuente de trabajo

En el marco de la nueva legalización que asoma en el país, Sebastián Basalo, director de la revista THC, apuntó sobre los beneficios de una planta que hace años es estigmatizada
domingo 11 de julio de 2021 | 6:05hs.
De droga prohibida  a uso medicinal y fuente de trabajo
De droga prohibida a uso medicinal y fuente de trabajo

La aceptación social y el uso de la planta llamada Cannabis sativa que popularmente se conoce como marihuana, tuvo en los últimos doce años en nuestro país un cambio abrupto. Pasó de ser un cultivo asociado al mundo narco a ser parte de las políticas nacionales y provinciales.

Si bien el consumo recreativo de la marihuana sigue siendo penado y los decomisos de esta sustancia en las rutas nunca pararon, el Estado nacional y las  Provincias ven ahora en esa planta milenaria la materia prima de productos medicinales que sirvan para calmar dolores o tratar enfermedades, al tiempo que se convierte también en la posibilidad de ser un cultivo que genere trabajo e industria en las economías regionales.

El puntapié inicial del cambio de concepto sobre el cannabis lo dio la Corte Suprema de Justicia de la Nación, cuando en 2009 declaró inconstitucional el castigo a una persona adulta por la tenencia de marihuana para consumo personal en el ámbito privado.

Luego,  a través de la ley 27.350 permitió en 2017 la investigación científica sobre el uso medicinal de la planta y en posteriores reglamentaciones, se autorizó el uso del aceite de cannabis para algunas enfermedades, el autocultivo de la planta y la prescripción médica de su uso.

A principios de este mes se produjo otro hito en relación al uso del cannabis en nuestro país: el gobierno nacional elevó al Congreso un proyecto para impulsar el desarrollo público y privado de la cadena productiva a partir del cultivo de cannabis, con la creación de la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y el Cannabis (Ariccame).

“Actualmente hay 22 iniciativas en marcha en las provincias y 80 en municipios que necesitan de un marco regulador que les permita desarrollarse. Una industria que significa creación de puestos de trabajo y dinamismo para la economía del país”, señaló el Ministro de Desarrollo Productivo de la Nación, Matías Kulfas, ante los senadores cuando se presentó la idea impulsada desde la Casa Rosada.

Esas decisiones políticas permitieron un cambio sustancial en la imagen pública de la planta de cannabis, que logró salir del ámbito de la clandestinidad para posicionarse en la agenda de temas públicos.

“Cuando en 2006 salió el primer ejemplar de nuestra revista, la marihuana era sinónimo de adicción, ilegalidad, peligro y de todo lo que está mal. Hoy hay una mirada diferente en base a la evidencia científica sobre las características del cannabis y sobre sus posibles usos”, explicó a El Territorio Sebastián Basalo, director de la revista THC.

El nombre de la revista, hace referencia al tetrahidrocannabinol, sustancia psicoactiva de la planta de cannabis. Este medio de comunicación fue pionero en nuestro país en la intención de acercar información a la población sobre la planta tan odiada como amada.

Además, destacó que “en un contexto de pandemia donde las empresas se cierran y se pierden miles de puestos de trabajo, es necesario entender que el cannabis es fuente de trabajo, de respuestas de salud para mucha gente que padece enfermedades, y una posibilidad de reconversión productiva para provincias como Misiones que tienen el clima óptimo para su cultivo”.

En ese sentido, desde el Estado nacional se explicó que la regulación propuesta permitirá una posibilidad de reconversión para pequeños productores de sectores que se encuentran estancados en muchas provincias y que ven en esto un cultivo amigable con el medio ambiente y con proyección de crecimiento en sus diversos consumos.

“El cannabis está en condiciones de cambiar la matriz productiva de varias provincias porque se trata de producciones que tienen creciente demanda tanto interna como extranjera. Por eso es necesario lograr una regulación que no se reduzca solamente a empresas del Estado y que abra las posibilidades al sector privado para beneficio de las economías regionales”, señaló Basalo al respecto.

De veneno a remedio

 “Sobre el cannabis se construyó una imagen de sustancia dañina en base a mentiras que fueron funcionales a intereses geopolíticos que se originaron en Estados Unidos y que tuvieron mucho poder en toda nuestra región desde la década del 70 y que rige hasta la actualidad”, indicó Basalo.

“Hemos avanzado mucho en demostrar que el cannabis no sólo que no es nocivo para la salud sino que tiene muchas propiedades que lo hacen muy efectivo para el tratamiento de enfermedades y diversas dolencias. Pero aún hay mucho camino por recorrer porque el paradigma prohibicionista y punitivo sigue vigente y el uso recreativo aún es penalizado”, explicó el director de THC.

En esta línea dijo que “la misma planta que sirve como medicina para niños es la que fuman para reírse los grupos de jóvenes aún en la clandestinidad. Más temprano que tarde se tendrá que legalizar el uso recreativo porque acá el único límite es moral. No es científico”, agregó.

Según Basalo, “con la legalización del uso recreativo desaparece el narcotráfico porque la persona que quiera fumar lo compra en un circuito legal y no se expone al peligro de una conducta ilegal”.

Al enumerar los usos terapéuticos del cannabis, el director de THC destacó que todas las patologías necesitan mejorar el estado anímico de las personas, para mejorar las defensas.

“Tratamiento del estrés post traumático, del cansancio, depresión. Tratamiento de dolores crónicos, neuropáticos. Neuropatía diabética. Fibromialgia. Trastornos del sueño y del apetito hasta el control de estados convulsivos en epilépticos”, enumeró entre los beneficios que se le conocen.

Al referirse a la forma de administración, Basalo dijo que “las nebulizaciones con los cogollos, que son las flores de la planta, es una forma. Los aceites de cannabis para masajes corporales son otra. También hay cremas, supositorios rectales y óvulos vaginales”.

Pero aclaró que en nuestro país no está permitida la comercialización de estos productos en farmacias y la única forma que tienen hoy las personas que necesiten acceder a esos calmantes naturales es a través del autocultivo o el cultivo solidario”. 

 

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