Reutemann: De subcampéon en el circo de la F1 a ser el primer outsider del circo de la política

El santafesino fue la primera figura pública, deportista, de afuera de la política que se jugó de lleno a una candidatura, cuando comenzaban los 90, poco después de haberse bajado del auto de carreras donde había llegado a ser un ídolo para los fanáticos del automovilismo argentino.
miércoles 07 de julio de 2021 | 15:17hs.
Reutemann: De subcampéon en el circo de la F1 a ser el primer outsider del circo de la política
Reutemann: De subcampéon en el circo de la F1 a ser el primer outsider del circo de la política

El santafesino Carlos Reutemann, último argentino en ganar un Gran Premio de Fórmula 1, acumuló doce victorias y un subcampeonato del mundo durante su paso de once temporadas por la máxima categoría del automovilismo mundial. Después de alejarse de las pistas se subió a la velocidad de la política argentina, para ser uno de los primeros outsiders de la política argentina, bajo el ala de Carlos Menem. Fue dos veces gobernador de Santa Fe y senador nacional hasta sus últimos días.

El Lole de la Fórmula 1

Su historia comenzó en 1971 con un McLaren en el entonces Autódromo Municipal de la Ciudad de Buenos Aires, donde finalizó tercero detrás del neozelandés Chris Amon (Matra) y el francés Henry Pescarolo (Williams) en una carrera sin puntos.

El debut oficial lo hizo también en su país al año siguiente, el 23 de enero, a bordo de un Brabham con el que llegó séptimo para el delirio de unas 70 mil personas que colmaron el recinto porteño para ser testigos del regreso del Gran Premio de Argentina tras doce años de ausencia.

En la previa a su debut, Reutemann había sorprendido al conseguir la "pole position", la primera de las seis que logró en toda su trayectoria.

Momentos antes de la largada, Ken Tyrrell, director del equipo que llevaba su nombre y que tenía al escocés Jackie Stewart como piloto, se acercó al argentino y le dijo: "Carlos, recuerda que es tu primera carrera...".

El IX Gran Premio de Argentina se puso en marcha a las cuatro de la tarde de aquel caluroso 23 de enero con 95 vueltas (317,780 kilómetros) por delante, con la multitud rugiendo por el campesino de Manucho, Santa Fe.

El Brabham N°2 blanco, por una decisión errónea del equipo, calzó un compuesto de neumáticos diferente al que tenían planificado y con el transcurso de las vueltas Reutemann fue perdiendo posiciones hasta parar por un cambio que le hizo perder más de 40 segundos en boxes y lo marginó al séptimo lugar de la prueba, finalmente ganada por Stewart.

Esa temporada fue magra en resultados para Reutemann ya que su mejor ubicación la logró en el Gran Premio de Canadá con un cuarto puesto.

El año de la consagración fue 1974 pese a que comenzó con una gran frustración en Argentina: ante 80.000 personas Lole dominó toda la carrera pero otro error de cálculo del equipo lo dejó sin nafta en la última vuelta y lo privó de su primera victoria en la F1.

La segunda de esa temporada fue Interlagos, Brasil, donde se impuso el local Emerson Fittipaldi con un McLaren. Lole salió séptimo, pero la gran revancha para el santafesino llegó el 2 de marzo en la lejana Sudáfrica ya que Kyalami fue escenario de su primera victoria con su Brabham BT44.

El argentino se impuso sobre auténticos monstruos de la división como el austríaco Niki Lauda, que había logrado la "pole position" pero cedió el liderazgo a partir de la décima vuelta.

Por esa conquista, Lole recibió un telegrama de felicitación del presidente Juan Domingo Perón, que reconocía a Reutemann por sus "extraordinarias condiciones de volante".

Después llegaron los triunfos en el Gran Premio de Austria y Estados Unidos, que lo afianzaron en la escudería capitaneada por el inefable británico Bernie Ecclestone. Lole cerró su año en la sexta posición.

La temporada de '75 lo tuvo como triunfador una sola vez y fue en el Gran Premio de Alemania, en Nurburgring. En ella acabó tercero en Campeonato del Mundo, la posición posición hasta ese momento.

En 1976 Reutemann tuvo un año muy malo, plagado de abandonos y sin protagonismo en la pelea por los primeros puestos. Antes que finalizara pasó de Brabham a Ferrari para encarar el año siguiente junto con Niki Lauda en el equipo.

Su primer triunfo con el "Cavalino Rampante" fue el Gran Premio de Brasil en Interlagos, segunda prueba de una temporada en la que fue cuarto detrás del austríaco, coronado campeón del mundo.

Con la marcha de Lauda, Reutemann se afianzó como piloto de Ferrari, que contrató al canadiense Gilles Villeneuve. Así ganó los Grandes Premios de Brasil en Jacarepaguá, Estados Unidos en Long Beach, Inglaterra en Brands Hatch, y nuevamente en Estados Unidos, pero en Watkins Glen.

El italo-norteamericano Mario Andretti, con Lotus, ganó el campeonato del 78 y Lole terminó tercero, lo que marcó su despedida de la Casa de Maranello.

En Lotus pasó la campaña de 1979 sin grandes resultados: sólo un segundo puesto en Argentina y Bélgica.

Durante todo ese año maduro su mudanza a Williams, escudería a la recaló en 1980 para formar dupla con el australiano Alan Jones, que ganó el título.

Sin embargo, Reutemann fue protagonista de un momento para el recuerdo en esa temporada cuando se coronó en el Gran Premio de Mónaco bajo la lluvia y con neumáticos para piso seco.

Al año siguiente, en Jacarepaguá, el 29 de marzo, Lole alcanzó otra victoria célebre cuando otra vez bajo la lluvia desobedeció las órdenes del equipo para que dejara su lugar a Jones llegó primero a la meta.

Luego ganó el Gran Premio de Bélgica, en Zolder, y llegó a la última carrera del año en Las Vegas, con un punto de ventaja sobre el brasilero Nelson Piquet.

Reutemann había logrado la pole en Las Vegas, pero durante la carrera tuvo problemas de caja y se fue retrasando, mientras que Piquet, con fiebre, llegó quinto. Lole terminó octavo y perdió el título por un punto, ante la pasividad y desidia del equipo Williams, que en ningún momento lo apoyó para luchar de igual a igual.

Una vez retirado Alan Jones, Reutemann quedó como primer piloto de Williams en 1982, pero el 21 de marzo, en Jacarepaguá, Brasil, decidió ponerle fin a su historia en la F1, tras un toque en la vuelta 21 con el francés René Arnaux, que los dejó fuera de carrera.

Tras el retiro del argentino, el Frank Williams, el mandamás del equipo, dijo: "Reutemann es muy buena persona, un hombre agradable, y aplica su mente exclusivamente al automovilismo, pero fuera de las pistas es muy inseguro de si mismo".

Su paso por el Gran Circo dividió aguas entre adeptos y detractores. El mítico Enzo Ferrari lo definió como un "hombre atormentado", otros como antipático, reservado y hosco. Como sea, Lole dejó su huella y todavía permanece entre los 25 pilotos con más victorias en la categoría.

El Lole en la Política

El dos veces gobernador de Santa Fe y senador Carlos Reutemann, fallecido hoy a los 79 años, fue uno de los primeros outsiders de la política argentina que accedió a un puesto de poder por el voto popular, de la mano del primer gobierno de Carlos Menem, al comienzo de la década del '90.

Carlos Reutemann y Carlos Menem juntos en la Quinta de Olivos cuando se anunció el desembarco del piloto en la política. / Foto: Gentileza

Su carrera deportiva como piloto de Fórmula 1 y su popularidad le permitieron triunfar en las primeras elecciones para gobernador de Santa Fe en las que compitió, el 8 de septiembre de 1991, al imponerse con holgura el sublema que encabezaba frente a los demás sublemas del PJ, y la sumatoria de todos estos por sobre los votos del radical Horacio Usandizaga, que individualmente había sido el más votado.

Pese a que siempre se consideró a Menem su mentor político, el propio Reutemann afirmó que no recordaba con exactitud si el primer ofrecimiento para incursionar en política provino del riojano, o de quien en aquel momento era su vicepresidente, Eduardo Duhalde, aunque contó que antes de dar el sí recorrió cada uno de los departamentos de su provincia para palpar la opinión de los santafesinos.

En uno de los pocos reportajes que otorgó a lo largo de su vida política, en el año 2009, Reutemann reveló que en ese momento acudió a otro expresidente, Arturo Frondizi, para recibir orientación sobre si era acertado o no desembarcar en la arena política.

Sobre ese episodio, recordó que Frondizi lo recibió en su departamento de la calle Beruti y le respondió con una pregunta: "¿Y por qué no?".

Alentado por el expresidente que gobernó Argentina entre 1958 y 1962, el expiloto de Fórmula 1 y productor agropecuario solía decir que había ingresado al justicialismo como un independiente con orientación desarrollista más que como un peronista.

Además, no se sentía cómodo cuando se lo encasillaba junto a los outsiders de la política que eran considerados parte de la tropa reclutada por Menem, como el también deportista Daniel Scioli o el cantautor popular Ramón 'Palito' Ortega.

De convicciones invariables y hablar pausado, Reutemann asumió su primer mandato como gobernador el 11 de diciembre de 1991 y condujo Santa Fe hasta fines de 1995, cuando se anotó para competir por una banca en el Senado de la Nación en representación de su provincia.

El expiloto no llegó entonces a terminar su primer mandato en el Senado y se inscribió para ser nuevamente gobernador en 1999, cargo que ejerció hasta 2003, cuando Néstor Kirchner asumió la Presidencia de la Nación tras la crisis económica y social que desembocó en la caída de Fernando De la Rúa.

En las casi 600 sesiones de la Cámara Alta que transcurrieron durante los cuatro mandatos de Reutemann como senador (de 1995 a 2001, aunque renunció en 1999 para asumir por segunda vez como gobernador, y en 2003-2009, 2009-2015 y 2015-2021), habló en el recinto media docena de veces, no más de 10 minutos en total.

Su imagen de hombre parco también se acentuó después de que tras la caída de De la Rúa y la acefalía de poder, Duhalde le propuso que fuera candidato a presidente y recibir su apoyo, oferta que Reutemann rechazó sin brindar explicaciones públicas.

Años después, el excorredor contó que guardó silencio en ese momento porque Duhalde se lo pidió y dijo que "fue un invento de (Jorge) Lanata" el hecho de que su negativa se debía a que lo habían amenazado con revelar secretos de su vida privada.

Durante la etapa kirchnerista, sus cortocircuitos con el justicialismo se acrecentaron con el conflicto por las retenciones móviles de 2008 y su tensa relación con la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner, de quien había sido compañero de banca en el Senado.

En 2015, el expiloto rompió su relación con el PJ tradicional al convertirse en uno de los primeros dirigentes de las provincias que apoyó públicamente la candidatura de Mauricio Macri para la Presidencia.

Desde entonces acompañó al PRO de Macri en cada una de sus votaciones en la Cámara Alta, ya en su tercer mandato como senador, para el cual fue electo por Cambiemos.

 

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