Nicolás, el joven misionero que ingresó a La Voz Argentina

Nicolás Olmedo celebra hoy  haber ganado un lugar en el certamen La Voz Argentina, reality que es transmitido por Telefe en el primetime nocturno.

El enorme talento del joven apostoleño de 23 años deslumbró al jurado con su interpretación de la mística Hallelujah.

Los primeros en festejar su performance fueron Mau y Ricky Montaner, que fueron a quienes Nicolás eligió como coaches.

Además de los jóvenes venezolanos, el jurado está conformado por Lali Espósito, Soledad Pastorutti y Ricardo Montaner (padre de Ricky). Lo curioso es que todos querían contar con el muchacho misionero en su equipo.

La aparición de Nicolás se dio en el final del programa emitido el lunes y fue el único participante de la noche que hizo voltear a los cinco jurados del certamen.

En las devoluciones no faltaron elogios sobre su enorme talento en la música, la correcta pronunciación en inglés e incluso para su provincia natal. “Amo Misiones”, dijo Ricardo Montaner cuando Nicolás hizo su presentación. 

Profesor de inglés, Nicolás es aficionado a los deportes y las actividades al aire libre y comenzó a explotar también poco a poco en los últimos años, su pasión por la música. 

“Empecé a desarrollar un gusto por la música mirando novelas o videos musicales donde me inspiraron de alguna u otra manera a cantar”, contó en su presentación.

Su primeras experiencias cantando en público se dieron en el marco de ceremonias religiosas y en esa línea dijo sentirse hermanado con el género que profesa Ricardo Montaner. “Siempre digo que la música es mi mejor expresión entonces me gustaría transmitir lo que canto en La Voz Argentina”, estimó entendiendo que ser parte de la televisión pública le abre numerosas puertas.  

“Me gustaría que La Voz sea una oportunidad y una puerta o, como dicen, una vidriera para que más gente pueda conocer, escuchar, compartir y hasta tal vez identificarse con lo que hago, y por sobre todo disfrutarlo también conmigo”, resumió el joven misionero que ya cosecha adeptos en su propia tierra.