Lácteos y yerba fueron los productos con más subas en el primer semestre

Los precios de los alimentos vienen sufriendo incrementos constantes desde que comenzó el año. Desde los supermercados marcan una diferencia con respecto a años anteriores, cuando los aumentos se daban de manera bimestral. En el 2021, las subas vienen siendo de forma mensual y en algunos casos con cifras que superan ampliamente lo estimado para la inflación.

Desde el sector alimenticio coinciden en que los lácteos, la yerba y las carnes fueron los productos que más se incrementaron, con porcentajes que oscilan entre un 40 y un 50 por ciento. No obstante, también otros artículos tuvieron aumentos considerables, como el aceite. En este último caso, con el agravante de que está habiendo faltante en algunos locales.

Según los últimos números del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), el Índice de precios al consumidor (IPC) representativo del total de hogares del país registró en mayo una variación de 3,3 por ciento con relación al mes anterior, y acumuló en los primeros cinco meses del año una variación de 21,5%. Además se vio una variación en mayo del 2,8 por ciento en lo que respecta a canasta básica alimentaria y 2,4 por ciento en la canasta básica total, por lo que una familia necesitó más de 64 mil pesos para no caer en la pobreza.

Además, entre otras subas que se manifestaron en las últimas horas se encuentra la de las tarifas de media distancia, con un actualización del 30 por ciento (más información en página 4).

El desafío de ir al súper
De acuerdo a lo que remarcaron los supermercadistas, la leche, las carnes, la yerba y el aceite son los productos que más aumentos tuvieron en el primer semestre del año, sin perspectivas de que se estanquen o dejen de subir.

Al respecto, el comerciante Nelson Lukoski ratificó a El Territorio que estas subas se encuentran superando el umbral del 50 por ciento en algunos casos.

“Lácteos y carnes están por arriba de un 40 por ciento, pero además, la yerba subió entre el 50 y 60 por ciento desde diciembre a ahora, viene aumentando un 8 por ciento mensual”, señaló.

Por su parte, el supermercadista Lucas Kerps relevó aumentos superlativos en algunas primeras marcas, “fue el caso de la leche que es un producto de primerísima necesidad. Si miramos una marca de alto consumo, podemos llegar a encontrar aumentos desde enero a junio de hasta el 90 por ciento. Le acompañan los derivados, como el queso, con un 45 por ciento. La verdad que ha sido el más perjudicado”.

“Un destacado que nos afecta mucho a nosotros es la yerba también, que aumentó en un 34 por ciento en una de las marcas que yo más vendo, que para nuestro consumo es un número alto”, determinó en comunicación con el programa Acá te lo contamos por Radioactiva 100.7.

Tanto Lukoski como Kerps destacaron que otros alimentos se mantuvieron con aumentos más moderados, “como harina y azúcar, que no tuvieron muchas modificaciones más allá de un 10, 15 por ciento”, graficó Lukoski.

“El semestre fue duro, con una inflación que no para. En junio siguió el aumento de la canasta básica pero vemos que los productos de primerísima necesidad no han sido tan golpeados, como el fideo, el arroz, es una buena noticia”, manifestó asimismo Kerps.

Y agregó: “Otra buena noticia es que en esta época del año se tiende a disminuir el consumo en algunos productos frescos, como los yogures, por lo que nos encontramos con ofertas y promociones de las fábricas y distribuidores, que colocan prácticamente el precio a los valores de enero de este año. Después de haber registrado subas en marzo de alrededor del 30 por ciento desde inicio de año, siendo un aumento mensual del 10 por ciento, hoy nos encontramos con estas ofertas por la baja demanda. Lo mismo ocurre con las bebidas gaseosas, con una diferencia del 15 por ciento”.

En tanto, Lukoski mencionó el problema que están teniendo con el desabastecimiento de aceite. “Encima que subió bastante, no hay. Aumentó un 60 por ciento, 97 pesos es el precio oficial contra unos 140 y pico que es lo que realmente está. Y no hay, no nos están entregando. Lo que se consigue en mayoristas está a más alto precio”, dijo.

Al tiempo que resaltó: “Hay que diferenciar, porque el año pasado los aumentos se daban de manera bimestral, pero ahora está subiendo de 6 a 10 por ciento mensual. Lo que más influyó en el Indec los últimos meses es la canasta alimentaria, sin dudas”.

Cambio de rutina
Con todos estos aumentos y variaciones, la rutina de compra de los consumidores tiende a cambiar. Para Kerps, se buscan más las segundas y terceras marcas.

“Esto es importante porque los consumidores tienen que saber que en algunos productos, las segundas marcas no subieron tanto como lo hicieron las primeras. Por ejemplo, analicé que un pack de tres galletitas saladas subió un 40 por ciento en una primera marca y en la segunda marca subió un 17 por ciento”, mencionó.

Y aseveró: “Nos encontramos con gramajes rarísimos, antes eran de medio kilo o un kilo, pero nos encontramos hoy con presentaciones de 453 gramos, no se entiende. Hay mucha estrategia en la modificación del gramaje, por eso tiene que estar atento el consumidor”.

Otra opción cada vez más buscada por los consumidores es la feria franca. Desde allí, el titular de la feria posadeña José Villasanti destacó que los aumentos en los productos alimenticios no fueron tan altos.

“Los productores buscan no incrementar tanto porque sabe lo que cuesta adquirir, sin embargo los insumos para plantar y mantener los cultivos siguen subiendo sin parar”, dijo.

Advirtió que incluso en productos como los lácteos, se trató de mantener un precio razonable.

“Tenemos feriantes que venden el kilo de queso criollo fabricado por ellos mismos a 400, 450 pesos, también es una buena temporada para las verduras de hojas, por la alta oferta van bajando los precios, hay que aprovechar, comprar en la feria y de paso ayudar a un colono misionero”, concluyó.

En cifras

90% De incremento tuvo la leche de una primera marca, según relevó uno de los supermercadistas; los derivados como el queso también aumentaron un 45%.

33% Fue el índice de Precios al Consumidor en mayo, y la canasta básica total marcó un 2,4%. Una familia necesitó $64.000 para no ser pobre.