De abanderados a maestros

El ocaso deportivo para un profesional de elite es todo una incógnita. Mientras algunos dan por cerrada una etapa, otros buscan seguir ligados de alguna manera como entrenadores o formadores de talentos. Movidos por la pasión, el objetivo es reflejarse en los que vienen y dejar su legado en el trayecto
domingo 27 de junio de 2021 | 6:06hs.
De abanderados a maestros
De abanderados a maestros

Buena parte de los deportistas de elite crean lazos especiales con la disciplina. Un ‘hilo rojo’ eterno e irrompible que genera sentimientos encontrados de alegrías y tristezas, y que puede resumirse en una sola palabra: la pasión.

La pasión es el motor para seguir adelante y es lo que impulsa a no abandonar del todo el profesionalismo. Los años pasan, al igual que la carrera de cada uno, pero la necesidad de seguir involucrados los hacen mutar a otra cosa: entrenadores, técnicos, a lo que sea para no perder ese estímulo que los alimenta y de paso llena el vacío del retiro.

El objetivo es claro: aportar el granito de arena, devolverle al deporte un poco de lo que generó y reflejarse en los que vienen. Sin dudas un ciclo de vida que se repite a lo largo de la historia y es indispensable para sostener al deporte en nuestra provincia.

Marión Báez Breard (natación), Carlos Marczuk (fútbol), Argentino Demetrio (atletismo) y Noelia Billerbeck (rugby) son los elegidos para intentar desandar ese fenómeno de la pasión. Porque para explicarlo hay que ir al pasado, recorrer sus carreras, sus éxitos y encontrar el punto de quiebre.

“Me costó el retiro y lo que me llevó a seguir trabajando en el fútbol es la necesidad de volcar en los más jóvenes todo lo que pude vivir tanto en Argentina como en Perú; esa es la mayor pasión que tengo. El estar dentro de la cancha de fútbol es una sensación incomparable, no hay otra más linda”, relató Marczuk, ex futbolista y actual técnico de Crucero del Norte.

Punto que no fue problema para la ex Puma, Cuchu Billerbeck: “No me costó dejar, fue algo que decidí porque tantos años dedicarle muchas energías ya no sentía la misma motivación, me entusiasmaba más formar jugadoras y quise dedicarme de lleno a ser entrenadora”.

Ambos casi en la misma línea de Marión Báez, coach de los nadadores del Capri: “La función es estar casi como mamá, los contengo, los entiendo -porque yo pasé por lo mismo- y hasta intento dar esa palabra y ese abrazo que yo muchas veces no tuve cuando competía. Hay cosas mucho más importantes que una medalla y eso quiero transmitir”.

Para otros, como Demetrio, todo se fue dando por las causalidades del destino: “Fue de a poco y cuando me di cuenta que tenía un pequeño grupo de lanzadores me decidí a enseñar, en paralelo a mis estudios”; y hasta se anima a proyectar: “Me gustaría tener la chance de preparar un atleta de nivel olímpico. Ese sería el broche de oro”.

La historia les dio otra oportunidad, una responsabilidad quizás hasta más importante que la del deportista.

Y para saber llevarla, tienen dos herramientas enriquecedoras: la empatía de haber sufrido el esfuerzo extremo y alcanzado la gloria, y tener voz y voto a la hora de poner en palabras sus vivencias.

Estas son las historias de abanderados que se convirtieron en maestros del deporte y esperan seguir ligados por un tiempo más que importante. Porque la pasión mueve multitudes, pero al mismo tiempo les da razones más que suficientes para seguir ligados a la actividad deportiva de primer nivel.

 

Marión: de la selección a ser una guía clave para el equipo del Capri Noelia Billerbeck realizó un camino a la inversa en el rugby “Es muy bueno que se tome como ejemplo a los chicos que hacen deporte” Marczuk: “Hay que resignar cosas para conseguir otras” Seguir ligados al deporte para mantener la llama encendida

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