Seguir ligados al deporte para mantener la llama encendida

Mientras la carrera de un deportista de elite se desarrolla, la vorágine del día a día ocupa el tiempo. Los entrenamientos, la planificación para llegar a un objetivo, los viajes, el descanso y todo lo referido a la competencia de alto nivel están en el centro de la escena.

Pero a medida que se acerca el final de esa carrera, los deportistas van planificando el después y para eso es vital el acompañamiento de un profesional.

Hace ya muchos años que los equipos y los deportistas que realizan actividades individuales sumaron a sus grupos de trabajo a los psicólogos para tener más herramientas de cara a un torneo, a un objetivo específico o, también, para mejorar su rendimiento a la hora de salir al ruedo.

Esa figura del psicólogo deportivo cobra relevancia durante el proceso de dejar la actividad o de pasar a otro rubro dentro de la disciplina. Son muchos y numerosos los casos conocidos de deportistas que acudieron a la ayuda profesional para que el sacudón de dejar la actividad no sea tan fuerte.

“Si bien es una decisión personal, muchas veces seguir ahí es la única forma de quedar ligado desde otro lugar al deporte, ya que muchas veces la edad (que es un condicionante en muchos deportes) o alguna lesión inesperada obliga al deportista a abandonar el deporte. Eso que fue una parte importante de su vida tanto tiempo”, explicó Susana Trinidad, psicóloga deportiva.

Algunos jugadores pasan a ser entrenadores, otros dirigentes y algunos quedan ligados desde diferentes negocios. Lo cierto es que, la gran mayoría, se mantiene en la órbita de su disciplina. Eso, de alguna manera, los mantiene en competencia.

“Una óptima preparación incluiría la preparación física, entrenamiento técnico y táctico especifico del deporte, un descanso optimo, una nutrición adecuada al deporte que realiza y a la persona y una preparación mental”, son para Trinidad las bases durante la competencia y el alto rendimiento.

Pero qué pasa después, con el fin de esa rutina de años. Hay que encontrar un balance y ahí entra a jugar nuevamente la psicología. “La preparación debe ser integral, el ser humano es un ser integral por eso necesita estar bien no sólo físicamente sino también psíquicamente”, explicó Trinidad.

Siempre con pasión
Durante la vida de un deportista la pasión se convierte, muchas veces, en un motor. El amor hacia un deporte, la ilusión por alcanzar un objetivo son, a veces, sinónimos de pasión.

“La pasión creo que viene de la mano de eso que cumple en la vida de cada uno una ilusión, algo que nos hace movernos, avanzar, esa energía que nos moviliza, que disfrutamos, que nos llena por decirlo de alguna manera y el deporte tiene muchas veces esa característica en la vida de muchos deportistas”, explicó Trinidad.

Por eso muchos deportistas retirados necesitan seguir ligados desde cerca a la disciplina que practicaron durante años. Ese amor por su deporte no se va y, además, tienen mucho para enseñar. Los años no vienen solos y el conocimiento merece ser traspasado a una nueva generación.

“El deporte genera en muchos la satisfacción de alcanzar objetivos, genera esa sensación de superación personal frente a cada desafío u obstáculo que puede presentar el terreno deportivo, tiene algo tan valioso que es la transmisión de valores fundamentales en la vida de una persona y obviamente la parte social que es otro aspecto indispensable en cualquier ser humano”, resumió la psicóloga.

Si bien cada decisión es personal, seguir ligados al mundo deportivo es para muchos ex deportistas un cable a tierra, es seguir manteniendo, ya desde otro lugar, esa llama de la pasión encendida.

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