Transitoria para misionero ligado a causa de narcoaviones

El único misionero condenado por su vinculación con la banda narco internacional que traficaba cocaína en aviones de pequeño porte utilizando dos estancias de Santo Tomé, Corrientes, como pista clandestina y base de operaciones, fue beneficiado con las salidas transitorias.

Se trata de Horacio Rubén Acosta (42), de ocupación chofer y con domicilio en Posadas.

El 11 de abril de 2017 recibió la pena de 10 años de prisión como autor del delito de asociación ilícita, en un fallo del Tribunal Federal de Corrientes (TOF) confirmado a mediados de diciembre de 2019 por la Sala III de la Cámara Federal de Casación.

El posadeño, alojado en la Unidad Penitenciaria Federal (UPF) 17 de Candelaria, se encuentra privado de la libertad desde el mismo día de la sentencia, cuando le fue revocada la excarcelación que le habían otorgado después de una primera detención, es decir que a la fecha lleva detenido poco más de cinco años y dos meses.

Con ese argumento, sumado a que en su momento logró reducir tres meses la condena bajo el concepto de estímulo educativo y agregando que su asistido fue calificado con conducta 10 y concepto 7 y que no posee sanciones disciplinarias, el defensor oficial solicitó al TOF la concesión del beneficio.

Después de analizar el pedido la decisión fue favorable al posadeño.

Acosta tendrá dos salidas por mes los fines de semana. Las primeras tres serán bajo tuición personal de su esposa y desde la cuarta bajo su propia palabra de honor. Deberá cumplir una serie de pautas, como permanecer en el domicilio fijado, no consumir bebidas alcohólicas o estupefacientes, ni conducir vehículos.

Otros dos condenados -con residencia en Misiones- por su vinculación con la banda narco recibieron beneficios excarcelatorios de parte del mismo tribunal.

Uno de ellos es José Velazco (46), nacido en la localidad de La Cruz (Corrientes) pero radicado en la ciudad de Apóstoles. El otro se llama Carlos Pereira (38), un electricista paraguayo nacido en la ciudad de Campichuelo, departamento de Itapúa, pero con residencia en Posadas. Ambos había recibido penas de 10 y 8 años de prisión, respectivamente.

La investigación se inició a principios de noviembre de 2013 y apuntó al establecimiento ganadero Santa Úrsula, ubicado a 110 kilómetros de Santo Tomé, donde aterrizaban avionetas y era custodiada por hombres fuertemente armados.

La pesquisa derivó en diez detenciones, quienes luego recibieron penas de entre 20 y 8 años de prisión.

En el procedimiento realizado  detectaron una pista ilegal de aterrizaje, al tiempo que encontraron una avioneta Cessna, distintos vehículos, una cisterna con combustible para aeronaves y un acoplado con doce bultos que contenían 25 paquetes de cocaína, con un pesaje total de 330 kilos.