Dos años de prisión en suspenso por robar a una comerciante en San Ignacio
Un hombre nacido en San Ignacio pero domiciliado en Candelaria fue condenado a la pena de dos años de prisión de ejecución condicional por el robo a una comerciante que cometió a mediados de noviembre de 2017.
Se llama Claudio Gabriel Cuba, tiene 27 años, es conocido como Petardo y según declaró, es albañil.
La denuncia que derivó en la causa que lo sentó esta mañana en el banquillo de los acusados fue radicada el 12 de noviembre de aquel año, es decir, once días antes de que la Policía de Misiones lo detuviera.
Según declaró la damnificada, minutos antes de las 21 cerró su verdulería y cuando caminaba por calle Bartolomé Mitre hacia su casa, fue abordada por un hombre que vestía una camiseta de Boca Juniors y quien, a punta de un cuchillo, la intimidó para que entregara "todo lo que tenía".
Sin ponerse en riesgo le dio su mochila con $4.500 de la recaudación del negocio y un teléfono celular Samsung AJ5.
Reconocido en la calle
Poco más de una semana después la mujer tuvo que acudir a la dependencia policial nuevamente para ampliar la denuncia, puesto que se cruzó con el atacante, que seguía libre y tras averiguar con los vecinos supo que era conocido como Petardo Cuba.
Con esa declaración y los nuevos datos que aportó, los uniformados fueron tras el acusado y lo detuvieron horas después, aunque el cuchillo utilizado para cometer el delito ya no pudo ser secuestrado.
Inclusive una tercera vez la víctima lo marcó en rueda de reconocimiento, sellando definitivamente el destino de Petardo.
Cuba estuvo privado de la libertad más de ocho meses, primero en la Comisaría XII y luego en la UPVI del Servicio Penitenciario Provincial, mientras se tramitaba la causa por robo agravado en el ámbito judicial, que después -al no haberse hallado el arma utilizada- terminó con la carátula reducida a robo simple.
Condena
Finalmente esta mañana debió enfrentar un debate oral y público en el que fue declarado penalmente responsable del delito de robo, previsto y reprimido por el artículo 164 del Código Penal Argentino.
El fallo condenatorio fue decidido por el titular del Juzgado Correccional y de Menores Dos de Posadas, Cesar Raúl Jiménez, al frente de un tribunal unipersonal.
Cuba estuvo acompañado por su abogado defensor, Horacio Koncke, quien pidió la absolución de su cliente, en tanto que el Ministerio Público estuvo representado por la fiscal Correccional y de Menores Uno, María Laura Álvarez.
