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En pandemia montó una olería y apuesta a mantenerse en pie

martes 22 de junio de 2021 | 6:04hs.
En pandemia montó una olería y apuesta a mantenerse en pie

La pandemia del coronavirus modificó el esquema laboral. En muchos casos, cambiaron de rubros y se animaron a incursionar en nuevos caminos. En Jardín América está el caso de Orlando Rubén “Kelo” Quaglia, quien en noviembre arrancó con la olería y decidió apostar de lleno a su emprendimiento, con el objetivo de mantener en pie el rubro de la construcción y abastecer así la demanda que fue en ascenso en medio del marco de la pandemia.

“Desde que comenzamos, la demanda es irregular. Hay veces que se vende bien y otras que no, sí depende también de un factor clave, el tiempo, porque cuando te toca días seguidos con mucha lluvia se te atrasa todo”, comentó.

Mencionó también que otro factor que condiciona la producción tiene que ver con la maquinaria que se dispone. “De un cortador bueno podés tener 1.500 a 2.500 ladrillos, sino 1.000 a 1.500. Además hay personas que preparan y amasan el barro para colocar en el cortador”, indicó.

Otros de los factores a tener en cuenta es la ubicación porque eso determina el tiempo de secado de un ladrillo y la intensidad de sol que haya en el momento. “El trabajo que hacemos diariamente es de ocho a diez horas y el tiempo de elaboración desde el inicio hasta la culminación es de 15 días aproximadamente”, comentó Quaglia, quien inició el trabajo en noviembre y empleó a ocho personas.

Mantener la actividad en pie

En Ruiz de Montoya, Gustavo sigue los pasos de su padre Matías Barbian, quien instaló una empresa ladrillera. 

“Mi papá arrancó en 1972, y a  pesar que hubo momentos difíciles seguimos de pie. Además cuesta sostener hoy en día por la situación económica”, reflejó Gustavo.

Sobre la demanda de ladrillos comentó que “por el momento es buena en relación al mismo mes del año pasado, porque hacemos alrededor de 21.000 ladrillos en dos meses”. Actualmente están en la olería ocho horas, cinco días de la semana.

Padre e hijo proyectan en un futuro mejorar la infraestructura en general del comercio. En el caso de no ser posible, Gustavo dijo: “Por lo menos de mi parte quiero mantener todo lo que inició mi papá en el 72, porque es un legado suyo con muchas horas de esfuerzo y dedicación”. 

 

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