Según Ecolatina

Sin acuerdo con el FMI, no habría calma cambiaria

lunes 21 de junio de 2021 | 6:02hs.

En la actualidad, el dólar oficial parece tan calmo como controlado. En 2020, esta variable subió en línea con la inflación (38% y 36%, respectivamente), preservando gran parte de la competitividad ganada en 2018 y 2019. Sin embargo, esta dinámica se interrumpió en marzo de 2021. Con el afán de utilizar un ancla cambiaria para reducir la inflación, el Banco Central redujo sensiblemente la tasa de depreciación del peso: entre marzo y mediados de junio, el dólar avanzó poco más de 6%, mientras que la inflación acumularía 16% en el período. En este marco, según un informe de Ecolatina, “reaparecieron algunos fantasmas de apreciación cambiaria”.

El relevamiento de la consultora asegura que la negociación con el FMI sería “el principal uso de reservas netas en los próximos meses”. “Si las autoridades lograran postergar los pagos a dicho organismo, la situación cambiaria tendría una perspectiva mucho más sólida -si, en el acuerdo, no se restringe el accionar del Banco Central, tal como se hizo en 2018-. Por el contrario, de mantenerse el calendario de pagos actual, el año próximo deberíamos afrontar vencimientos por más del doble de las reservas netas, algo imposible de realizar”.

“La situación cambiaria dista de ser extrema: habrá ingresos de divisas mayores a los egresos en 2021 en el mercado oficial y la situación fiscal está en camino a corregirse. No obstante, la sostenibilidad de la estrategia dependerá de despejar el horizonte de vencimientos internacionales de los próximos años: sin un acuerdo con el FMI que ayude a descomprimir los pagos será difícil mantener la calma”, señalaron.

En 2020, Argentina tuvo un resultado externo positivo. En 2021, desde Ecolatina esperan que este saldo vuelva a ser positivo, en una magnitud que dependerá de la continuidad del precio de las commodities y la recuperación económica.

Respecto al panorama global, estiman que los socios comerciales de Argentina crezcan en 2021, incrementando su demanda por nuestras exportaciones y elevando el volumen de nuestros envíos. Por el lado de las compras externas, aunque crecerán respecto del año pasado, no alcanzarán valores que pongan en riesgo al superávit comercial luego de tres años de recesión. 

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