Vive en Posadas y tiene tres hijos

Emprendió un lavadero de zapatillas en su casa

Eugenia decidió dedicarse a lavar calzado a domicilio para poder salir adelante. Sueña con un negocio que le permita tener su propia casa y emplear a otros
sábado 19 de junio de 2021 | 0:05hs.
Emprendió un lavadero de zapatillas en su casa
Emprendió un lavadero de zapatillas en su casa

‘La tierra colorada se te pega’, dice el refrán local refiriéndose a las maravillas de Misiones que dejan embelesado a tantos y los hace elegir como lugar en el mundo. Pero más allá de lo idílico, la realidad es que la laterita tiene la particularidad de adherirse fuertemente a todo y las telas que nos visten son las que más lo sufren.

Este puede ser uno de los motivos por el cual el emprendimiento de María Eugenia Fernñandez está en pleno crecimiento. Emulando una iniciativa que vio por Facebook, decidió instalar una lavandería casera de zapatillas en su actual domicilio.

Cepillo en mano, jabón blanco y agua son los elementos esenciales que hacen la magia. Manchas de barro y tierra son los adversarios más comunes con los que tiene que luchar. Provenientes de distintas zonas de la ciudad y con algunos trabajadores de campo o caminos casi intransitables, hay pares que vienen totalmente teñidos de suciedad pero Eugenia no flaquea. Si bien hace dos meses comenzó con la iniciativa, ya tiene su técnica, distintos cepillos, grandes proyectos y clientes felices que vuelven semana a semana.

Tras separarse y sin trabajo, debió ingeniarse en cómo proveer a sus tres hijos y mantenerse a flote. Mudada a una casa que comparte con otros miembros de la familia, el lugar que le toca es un pequeño dormitorio para ella y sus pequeños de dos, ocho y trece años.

Empáticos, los niños colaboran, especialmente para tener al más chiquito y demandante a raya y que su mamá pueda dedicar el día a trabajar intensamente.

“Ahora tengo más de 30 clientes fijos y me va bien, solvento mis gastos’’, comenzó explicando la pujante mujer.
Me levanto a las 4 am y hasta las 12 no paro. Después retomo a las 16, pero hay veces que son las 12 de la noche y mis hijos me dicen que pare a descansar”, relató quien sueña con tener un espacio propio.

La postura en la que se ubica Eugenia para limpiar no es de lo más cómoda o saludable para pasar horas y horas, pero es la que encontró para salir adelante. En el baño de la casa donde vive, ubica una bañera donde están las zapatillas remojándose y en un costado, agachada, refriega sobre un balde dado vuelta. Aunque hace poco le donaron una bacha tipo lavadero, necesita poder conectarla al sistema de agua, empotrarla en la pared del patio o algún espacio similar.

Otro de los contratiempos para hacer esta labor impecable, es el mal clima y la humedad. ‘‘Me compré un secarropas, trabajando, porque no tenía y eso me ayuda bastante’’, contó al tiempo que detalló que para secar más rápido en días húmedos, usa un ventilador, ya que no quiere aplicar calor que pueda arruinar el material del zapato.

Soñando cómo hacer crecer su negocio, averiguó que existe una máquina especial de lavado. Además le encantaría que el emprendimiento sea fructífero como para tener manos extra y convertirse en fuente de trabajos para otros.

“Sé que quiero progresar, esa es mi idea. Pero en principio quiero tener mi espacio, es lo que más quiero más que nada por ellos (sus hijos), también. Este es un lugar chico, estamos los cuatro en dos camas chicas’’, enumeró y detalló que ella duerme con el pequeño mientras los hermanos más grandes comparten otra cama de una plaza.

‘‘Quiero agrandar, tener algo más grande para ellos”, afirmó.

Su inicio, progreso, publicidad de boca en boca fue a través de las redes. La gente comenzó a viralizar su servicio y la ayudó mucho. Por lo general los clientes llevan el fin de semana los zapatos de toda la familia. Borcegos, zapatos, botas de grandes y chicos también son bienvenidas, aunque las más habituales y que más empeño requieren son las zapatillas blancas.

En 24 horas la mayoría busca el pedido, aunque Eugenia va armando la agenda de turnos para que no se acumulen los encargos. Hasta 45 pares llegó a lavar en poco tiempo en un esfuerzo excesivo. 30 son los que hace, por lo general, en un día.

Así, con convicción y empeño, Eugenia depura vigorosamente a mano los pasos pulcros que le aseguran un mejor mañana. 

Para agendar
Zapas impecables
La logística es dejar las zapatillas en su casa y retirarlas, generalmente en 24 horas. Por día limpia hasta 30 pares.
Hoy necesita poder instalar una bacha que le donaron para trabajar mejor y no estar agachada durante horas.
Se la puede contactar por Instagram a:
@lavandería_tuszapaslistas o al 3764.686730

Emprendió un lavadero de zapatillas en su casa
Emprendió un lavadero de zapatillas en su casa
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