Balacera y crimen en el A3-2: los acusados negaron su participación

Los cinco hombres detenidos en el marco de la investigación por el crimen de Cristian Andrés “Casimiro” Sotelo (40) fueron a declarar ayer ante la Justicia y en esa instancia todos se desligaron del hecho.

Fuentes consultadas por El Territorio señalaron que los implicados comparecieron uno a uno durante la jornada de ayer ante las autoridades del Juzgado de Instrucción Seis, a cargo del magistrado Ricardo Balor.

En esa instancia, ampliaron las fuentes, los cinco detenidos decidieron declarar y dar su versión de los hechos, todos ellos desvinculándose de la balacera que el domingo a la mañana provocó la muerte de Sotelo en el barrio A3-2 de Posadas.

De esas declaraciones se destacan las de Germán “Belco” I. (25) y Elio “El Garrafero” C. (28), quienes negaron haber sido los autores del ataque pero reconocieron haber estado en el lugar del hecho momentos antes de los disparos.

El mayor de ellos además aseguró que nunca ni siquiera manipuló un arma de fuego.

Luego de eso, todos los implicados fueron notificados del hecho que se investiga y de los elementos que se registran en sus contra. La causa está caratulada como “homicidio agravado por el uso de arma de fuego y lesiones graves” y los cinco involucrados continuarán privados de su libertad mientras avanza el proceso.

Ahora, la Justicia deberá trabajar para determinar si lo aportado por los imputados tiene veracidad y se condicen con elementos probatorios o si simplemente se tratan de coartadas con el objetivo de alivianar sus situaciones.

Marcha previa

Las indagatorias fueron realizadas un día después de la marcha que tuvo lugar en el barrio A3-2, donde familiares, amigos y vecinos de la víctima reclamaron justicia.

El hecho ocurrió el domingo a la mañana, cerca de las 6, cuando Sotelo y otras tres personas que estaban con él fueron blanco de una ráfaga de disparos efectuados, presuntamente desde una camioneta.

La principal hipótesis de los investigadores  indica que aparentemente la víctima y su allegados intentaron ingresar a una fiesta clandestina que se desarrollaba en la zona y que había sido organizada por uno de los detenidos. Allí se habría registrado un encontronazo con un guardia que no los dejó ingresar y el ataque habría sido en venganza de ese episodio.

Junto a Casimiro estaba su sobrino Maximiliano Sotelo (21), que también fue alcanzado por uno de los disparos. El muchacho fue externado el miércoles y continuará su recuperación en su casa.

Su madre, Vilma, estuvo presente en la marcha frente a la Comisaría Décima, y allí contó que su hijo le manifestó: “Mami, nosotros ya nos íbamos a ir a tomar a otro lado y mi tío casi se iba a su casa. Cuando nos movimos, ni tiempo nos dieron. La camioneta entró en la cuadra y ni tiempo nos dio. Bajaron unos monos y dispararon, uno con una metralleta, para mí fue Petaca”.

El mencionada Petaca es un sexto sospechoso que permanece en condición de prófugo y sigue siendo intensamente buscado por el personal de la Dirección Homicidios que participa de las investigaciones del caso.