Un niño y su bandoneón exploran el mundo

Producida por 3DAR, ‘Paper Birds’ compite en la categoría Realidad Aumentada en el Festival Internacional de Annecy y también será presentada en el Festival de Tribeca, Estados Unidos
jueves 17 de junio de 2021 | 6:00hs.
Un niño y su bandoneón exploran el mundo
Un niño y su bandoneón exploran el mundo

Una de las obras argentinas que forma parte de la selección oficial del Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy es Paper Birds, producida por 3DAR y dirigida por Federico Carlini y Germán Heller, que compite en la categoría Realidad Aumentada. Es la tercera vez que el estudio argentino participa del importante evento en la ciudad francesa. Compiten  además,  otras dos producciones argentinas.

Pájaros de papel o Paper Birds es la historia de un niño que a través de su conexión con la música puede acceder a otras dimensiones. Descubre un mundo de creatividad y todo tipo de elementos que pertenecen a la vida que no podemos ver”, dijo Heller a Télam desde Nueva York, donde se encuentra participando del Festival de Tribeca. El estudio nó en 2013 el premio al Elegido por el Público con su corto Shave it (Afeitalo) y en 2019 en la categoría Realidad Aumentada, con Gloomy eyes (Ojos sombríos).

Germán, ¿por qué el bandoneón?

Porque es un instrumento que tiene un poder, una profundidad y un matiz que transmiten un clima emocional muy específico, de melancolía, de soledad, de intimidad con uno mismo. Tiene que ver mucho con el personaje, un niño que pasa mucho tiempo solo, se levanta a la cinco de mañana para practicar todos los días, tiene ese ritual, esa pasión, más que nada esa identidad de la música y de encontrarse en ese lugar. Está un poco al margen del resto del mundo y del resto de los niños.

¿Pensaron en esta introspección y el bandoneón como identidad argentina?

Son cosas que me gustan en lo personal, que comparto con el codirector, Carlini. Tiene que ver con algo muy argentino, con esta intimidad que logramos rápidamente, esa empatía sobre todo, en comparación con otros países más fríos. Costumbres de mucha cercanía, como el mate. Son rituales vinculados al compartir. El bandoneón, particularmente, tiene que ver con la profundidad que tenemos en lo emocional, algo medio dramático del argentino. No es una búsqueda específica de mostrar el bandoneón al mundo, son cosas que hicimos porque nos gustaban.

¿Qué referencia a otros relatos?

Hay referencias claras de cosas que nos tocaron como audiencia y que quisimos retomar. Hay una película francesa, Las trillizas de Belleville, es una referencia muy importante, con un clima maravilloso. Otras películas más conocidas como El viaje de Chihiro o Coraline, que tienen que ver con la aparición de mundos paralelos. Hay algunas referencias estéticas a Boxtrolls, en las maquetitas y el diseño de los personajes. El clima de época no tiene una relación específica, las escenas y los espacios están basados en otros que son muy icónicos, muy sensoriales, como el puerto. Con la Realidad Aumentada, uno está ahí, casi que se siente el olor de la madera mojada y el viento.En otra situación vas en un teleférico, son situaciones arquetípicas, te sentís ahí. Cada escena es un viaje.

¿Cuál es su sensación en Annecy?

Conocemos el festival, fuimos varias veces. Es nuestra tercera participación. Estuvimos con el corto animado Shave it,en 2013, ganamos el Cristal de Annecy con Gloomy eyes, y ésta es nuestra segunda producción original de Realidad Aumentada. Conocemos Annecy, nos conocen, tenemos buena relación. Nos da mucha pena no estar ahí. Ahora estoy en Nueva York porque participamos del Festival de Tribeca, que es muy importante también. La premier oficial de Paper Birds es en Tribeca y la europea, en Annecy. Son equivalentes. Esta vez decidimos venir a Nueva York.

¿Cómo fue producir en pandemia?

Un desafío enorme. El proyecto fue apoyado por Facebook, nos ayudó mucho tener una financiación extranjera. Trabajamos con profesionales de distintos países, de forma remota. Nos adaptamos bastante al contexto. La dificultad fue perder la intimidad del equipo, eso se extrañó mucho. La pandemia nos influyó a todos, estábamos constantemente muy sensibles, se nota en lo que cada uno de los artistas le puso. Producir fue una cuerda en la pandemia, sin ella me hubiese vuelto loco diez veces más.

¿Qué le parece el estado actual de la animación en nuestro país?

Argentina tiene mucho talento individual. Hay una facultad que está haciendo las cosas muy bien, de las que conozco, la UNSAM (Universidad Nacional de San Martín). Trabajamos mucho con egresados de allí. Lo que venía viendo de los ambientes educativos me dejaba decepcionado. Ahora emergen talentos que salen sabiendo laburar. Antes era todo autodidacta.

En el mercado argentino hay de todo. Hay muchas gemas, hay gente brillante que no sabés de dónde aprendió. A lo largo de años, en la empresa, que ya tiene 17 años, fuimos encontrando gente que nos representa. Así construimos un equipo. No es fácil en el contexto. Le encontramos la vuelta pese a que trabajar en la Argentina es un desafío extra.

¿Para qué público es Paper Birds?

No es para niños específicamente, para un público adolescente y adulto. El casco de Realidad Aumentada no está aún autorizado para más pequeños de 13 aún.

¿Qué perspectivas tienen?

Ya estar en los festivales de Annecy y de Tribeca es un logro. Lo más importante es que siento que como equipo esta pieza nos hace sentir muy orgullosos, realizados. En Annecy ya hemos ganado y es muy lindo. Tenía miedo de terminar y que no estuviera tan buena, me siento feliz de haberla hecho. Después de disfrutar un poco de Nueva York y de la ceremonia, tenemos el proyecto para hacer Paper Birds como película, estamos buscando guionistas. Hay coproductores interesados y es una posibilidad real. Va a llevar años, así que falta. 

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