Motos con escapes libres, la molestia diaria

En Posadas fue aprobada y está en vigencia la ordenanza VI Nº 14, la cual, en su artículo 10°, prohíbe la circulación de vehículos sin silenciador de escape o con todo aquel artefacto que produzca mayor emisión, la que se mide con un decibelimetro. Todo muy bonito, muy específico, pero la normativa está como decorativo en el municipio. Las motos con escapes libres están por toda la ciudad. Motos con ruidos estruendosos, motociclistas que andan siempre apurados como que viven en situación de permanente emergencia.

Las motos, otra vez las motos. El parque víal crece a paso agigantado. Años atrás debió crearse espacios exclusivos para el estacionamiento ante la cantidad de personas que andan en motos y que se estacionaban entre autos o en las veredas.

Los motociclistas andan zigzagueando en el tráfico, como protagonistas de películas de acción. Son, también los motociclistas, los protagonistas de impactos, de accidentes que terminan generalmente en los hospitales o en los cementerios.

Las motos con escapes libres son un verdadero dolor de cabeza. A toda hora, hasta la medianoche. ¿Cuál será el objetivo de potenciar los escapes? Evidentemente deben sentirse importantes, conductores que se esconden tras sus cascos para mostrarse renegados. Ruidos molestos, muy molestos.

Ya en 2016 se decía que los escapes antirreglamentarios no reciben ningún tipo de tratamiento especial en la ciudad, sino que quedan a cargo del taller mecánico elegido para realizar el cambio, por lo que podrían volver a comercializarse. Y evidentemente continuó y continúa.

Las explosiones que provocan esas motos alteradas perturban, afectan a las personas. No se puede, incluso, dormir. Daño ambiental y hasta de la salud.

En San Pedro, en lo que va del año, el 17 por ciento de las actas de infracción incumplen con el artículo 2 de la ordenanza municipal 07/2013. Como la infracción se repite, desde el Foro de Seguridad Vecinal buscan que el municipio cuente con una norma que autorice el decomiso y destrucción de estos elementos.

La ordenanza tiene como objetivo mermar los ruidos, la contaminación sonora y la emisión de gases tóxicos mejorando así la convivencia entre vecinos. La Ley Nacional de Tránsito, en su artículo 48°, prohíbe el uso de caños de escape, libres, deportivos o modificados, tanto en autos como en motocicletas, alcance que tendría la ordenanza en caso de ser aprobada.

Hay ordenanzas. Pero por ahora, al menos en Posadas, están como un cuadro en la pared.