En casa del detenido se habría generado una pelea que luego derivó en la balacera

Un acusado del tiroteo mortal se entregó, otro sigue prófugo

Elio C. (28), vecino del fallecido y uno de los principales apuntados en la causa, se puso a disposición de la Justicia. Continúa la búsqueda de un sexto implicado
miércoles 16 de junio de 2021 | 6:08hs.
Un acusado del tiroteo mortal se entregó, otro sigue prófugo
Un acusado del tiroteo mortal se entregó, otro sigue prófugo

Uno de los principales sospechosos de haber participado en la balacera que el domingo por la mañana terminó con la vida de Cristian “Casimiro” Sotelo (40), en la manzana 19 del barrio A 3-2 de Posadas, se entregó ayer ante la Policía de Misiones y se puso a disposición del Juzgado de Instrucción Seis, a cargo de la pesquisa. 

Se trata de Elio C. (28), conocido como “El Garrafero”, debido a la actividad comercial que desempeña su familia.

El sospechoso, uno de los principales apuntados por familiares del fallecido como responsable de la violenta agresión, se presentó en horas de la siesta de ayer en la sede de la Dirección Homicidios, ubicada en el predio de la Jefatura de Policía, en el microcentro capitalino. 

Lo hizo acompañado de su padre y de su abogado particular, Federico Tilli. 

Inmediatamente, el joven se puso a disposición de los investigadores y, según pudo averiguar este medio, estaba previsto que luego del correspondiente examen médico policial se realizara una prueba de parafina, estudio que tiene como misión detectar restos de pólvora en las manos del detenido. 

A partir de esto, el sospechoso quedó alojado en una dependencia policial a la espera de ser trasladado al juzgado, donde oficializará la designación de su defensa legal y además tendrá la audiencia indagatoria ante el juez Ricardo Balor, titular del Juzgado de Instrucción Seis en turno. 

Además de El Garrafero, están detenidos en el marco de esta pesquisa otros cuatro implicados. Uno de ellos, conocido con el apodo Belco, de 25 años, está sindicado como el organizador de una fiesta clandestina que se desarrolló en la madrugada del domingo, a una cuadra del lugar del homicidio, y en donde aparentemente se generó una discusión entre un familiar del fallecido con distintas personas que se encontraban en ese momento participando de la clandestina. 

Algunos testigos que aportaron su versión ante la Policía afirmaron que un familiar de Sotelo habría intentado ingresar sin invitación a la fiesta y que, al obtener el no como respuesta de parte de las personas que custodiaba la puerta, se habría enfrentado con algunos de los presentes. Incluso, se menciona que en medio de la discusión le habría partido un botellazo en la cabeza a un hombre que oficiaba de sereno en la propiedad.

Sería a partir de esto que, miembros de una patota del barrio que estaba dentro de la fiesta -se habla de al menos 50 concurrentes-, habrían ido más tarde en busca de los familiares de Sotelo para hacer justicia por mano propia en representación del vigilador. 

Los otros implicados que tiene el caso, Armando Emanuel G. (26), Diego Ezequiel R. (27) y Germán I. (25), fueron atrapados durante los primeros operativos dispuestos por la Policía de Misiones en distintos puntos de la ciudad ese mismo domingo.

Por otro lado, durante las últimas horas, los pesquisas buscaban avanzar con diversas testimoniales a los fines de poder definir lo que respecta a la supuesta participación que estos últimos tres tuvieron en el hecho. 

En paralelo, efectivos de la Dirección Homicidios continuaban ayer con la intensa búsqueda de otro joven que también habría tenido participación directa con el homicidio.

En esa línea, trascendió el rumor de que este muchacho podría entregarse también a la Justicia ante supuestas amenazas que recibe por parte de allegados al fallecido, aunque hasta el cierre de esta edición esto no había ocurrido.

Tiros en A3-2

Cristian “Casimiro” Sotelo (40), junto a su sobrino Maximiliano (22) y otros dos jóvenes identificados como Alejandro M. (18) y Ezequiel G. (24), fueron alcanzados por una ráfaga de disparos durante la mañana del domingo. Cerca de las 6, estaban sobre la vereda de la manzana 19 del barrio A3-2 y, según afirmaron sus familiares, instantes antes habían salido de una reunión familiar que se desarrolló en casa de un sobrino del fallecido.

Las pesquisas indican que al menos dos personas armadas bajaron de un vehículo y abrieron fuego contra las víctimas. Tío y sobrino lograron buscar refugio en casa de una hermana de Casimiro, quien se salvó de milagro de los disparos mientras intentaba poner a salvo a sus familiares.

Minutos después, los baleados fueron derivados en vehículos particulares al hospital Madariaga, donde el mayor de ellos ingresó sin vida.

En el lugar, los peritos de la Policía hallaron una veintena de casquillos calibres 38 y 22.

En cifras
20
Fue la cantidad de vainas servidas que efectivos de la División Científica de la Policía incautaron en cercanías al lugar del ataque.

El detenido llegó ayer a la siesta a la Dirección Homicidios acompañado de su padre y su abogado. Foto: Marcelo Rodríguez
La balacera que dejó un muerto se registró el domingo. Foto: Nicolás Oliynek
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