La Policía seguía ayer la búsqueda de otros dos implicados en la balacera en el barrio A 3-2

“Estaba a la hora equivocada por no irse conmigo cuando lo fui a buscar”

Rosalía Ramírez, pareja de Cristian Sotelo (40), pidió por la pronta detención de los homicidas. Tras la autopsia, el cuerpo fue entregado a sus familiares para velatorio
martes 15 de junio de 2021 | 3:00hs.
“Estaba a la hora equivocada por no irse conmigo cuando lo fui a buscar”
“Estaba a la hora equivocada por no irse conmigo cuando lo fui a buscar”

Mientras la Policía de Misiones continúa con la intensa búsqueda de otros dos implicados en la feroz balacera ocurrida el domingo por la mañana en la manzana 19 del barrio A 3-2 y que dejó como saldo la muerte de Cristian Sotelo (40) y graves lesiones en tres jóvenes, la familia del fallecido despidió ayer los restos de Casimiro, como era conocido entre sus más cercanos. 

Desconsolada, y sobre todo sin poder darle aún suficientes explicaciones a sus dos pequeños hijos de 10 y 5 años sobre tan terrible final, Rosalía Ramírez le dio el último adiós a su esposo durante un velatorio que se desarrolló en la Casa del Olero.

A pocas horas del hecho, la mujer reclamó por la captura de todos los responsables del asesinato y añadió que la manifestación que hizo junto a su familia el domingo por la noche frente a la Comisaría Décima fue para reclamar la ubicación de dos conocidos del barrio y que habrían tenido participación directa en el hecho. Y que no fueron ubicados hasta ahora por la Policía de Misiones. 

“Estaba a la hora equivocada por no irse conmigo cuando yo lo fui a buscar; se comió de arriba, yo le dije vamos a casa y él me dijo ‘yo termino esta cerveza y me voy’. Si yo me fui a mi casa y a los diez minutos fueron a avisarme. Por no irse diez minutos antes conmigo, el se comió lo peor porque le dispararon a quemarropa. Un hijo de mil p... el que le disparó, se arrodilló a dispararle, a él y a mi sobrino”, comentó entre lágrimas la mujer en diálogo con el programa Acá te lo contamos por Radioactiva 100.7. 

Sobre cómo tomó conocimiento del hecho, narró que “un sobrino y un vecino vinieron a avisarme para que yo vaya al hospital, que le habían metido un tiro a mi esposo. Y cuando yo fui allá me enteré de la muerte. Pero lo que me dijo la doctora es que llegó sin signos vitales al hospital”. 

Ataque a quemarropa

Al ser consultada de lo que sabe en torno a las circunstancias previas al ataque, Rosalía comentó que por lo que tiene entendido, su esposo fue baleado lejos del lugar donde se produjo la pelea previa y que originó la venganza de los agresores. Y añadió que durante toda la madrugada Casimiro estuvo en el cumpleaños de uno de sus sobrinos, a pocos metros de la casa de su hermana Gladis. 

“Eran como las 5.30 de la mañana cuando bajaron de unos autos y había gente en la vereda porque la joda estaba terminando, los de la discoteca estaban guardando las cosas en el auto y había gente en la vereda que aún salía de la joda. Empezaron a disparar en las tres casas de los parientes de él”, recordó la entrevista, quien además contó que instantes antes dos jóvenes del barrio, conocidos como Cafú y Jony, pasaron dos veces para marcar las casas de la familia Sotelo.  

“Él se estaba yendo porque yo le pasé a buscar y él me dijo que ya se iba y cuando él estaba saliendo de la cuadra, cuando faltaban dos o tres casas, vienen en un auto y empiezan a disparar y a disparar. En eso él quiso entrar con mi sobrino en la casa de su hermana que no tiene muro y en eso dicen que había un morocho que estaba parado, y como él corrió con mi sobrino para meterse en la casa de mi cuñada el hombre se agachó y le empezó a disparar. Nunca fue una pelea, no sé por qué dicen que fue una gresca, no sé si fue un ajuste de cuentas o qué, pero los que estaban ahí estaban todos en la joda, no tienen nada que ver con nada”, remarcó la viuda. 

Para Rosalía, los homicidas llegaron a la manzana y fueron directamente contra las tres casas en las que viven parte de la familia Sotelo: “A toda la gente que estaba en la vereda le dispararon. Ellos llegaron y empezaron a dispararle a cualquiera, no es que fueron a una sola casa a disparar”. 

Por último comentó que Alejandro, uno de sus sobrinos y que también fue baleado el domingo junto a su esposo, ya había mantenido distintos encontronazos con miembros de una patota del barrio.

Y creen que fue su familiar quien horas antes habría mantenido un altercado con el líder de esta banda y que aparentemente tras la agresión fue en busca de sus amigotes para buscar venganza. 

 

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