Baja facturación y cambio de paradigma en locales de Eldorado
Desde hace un año, la rentabilidad tanto de bares como de restaurantes de Eldorado se vio comprometida producto de la merma en la concurrencia, en el marco de la pandemia por el coronavirus.
“La mayor parte de la facturación de los bares y locales gastronómicos es durante la noche. Las restricciones horarias que sufrimos nos complican mucho la atención. Actualmente estamos autorizados a atender de lunes a miércoles, hasta la 1 y de jueves a domingo, y feriados, hasta las 3”, mencionó Horacio, dueño de un local gastronómico de la referida ciudad.
En este sentido, señaló que “cada vez que se fijan nuevas restricciones, el primer lugar donde restringen y se aplican medidas es en la actividad nocturna. Y hay que tener en cuenta que para poder limpiar todo y dejar en condiciones se debe cerrar el comedor una hora antes del horario permitido. Con el horario actual mejoramos bastante, pero antes nos permitían, durante mucho tiempo, sólo tener abierto hasta las 12, entonces a las 11 ya debíamos cerrar la cocina. Eso hizo que durante muchos meses trabajáramos a pérdida o sólo para pagar los gastos fijos, porque el alquiler, sueldos, servicios teníamos que seguir pagando”.
Antes de la última flexibilización del horario para atención nocturna, que se concretó hace algunos días, los propietarios del sector gastronómico local habían elevado una nota al Comité de Crisis expresando la difícil situación por la que atraviesan, que llevó a que varios comercios vieran comprometida su continuidad ante la baja en la facturación.
“Hay muchos que están aguantando para ver si la situación mejora”, comentó por su parte Silvia, otra propietaria de un restaurante local.
“Se hace el esfuerzo de seguir trabajando pese a las dificultades. Pero después de un año y un par de meses de iniciada la pandemia, se hace cada vez más difícil”, detalló.
Más tarde, indicó que “hay otros dos problemas que influyen también. Uno es la falta de dinero en la gente y la inflación porque mucha gente dejó de salir a comer afuera porque no le alcanza el dinero, nuestros insumos aumentan todos los días y no podemos trasladar todos los aumentos a los precios que cobramos. Entonces por cada cosa que vendemos la ganancia es menor. El segundo problema es que se ha perdido en mucha gente la costumbre de salir de noche. Antes por ahí vendías poco algunos días pero veías gente y autos circulando. Ahora a partir de las 21 no queda casi nadie en las calles. Y recuperar esa costumbre va a llevar un tiempo”.
Por su parte Roberto, propietario de una rotisería, expresó: “A mí lo del horario mucho no me afectó porque yo siempre trabajé al mediodía nomás. Pero si me bajó mucho la facturación porque hay menos gente circulando, y mucha otra por cuestiones económicas dejó de comprar comida para llevar a su casa. Estamos como quien dice esperando que todo esto pase para ver si volvemos a la normalidad”.
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