Alco, un grupo de ayuda mutua para no recaer en el tratamiento

La Fundación Alco (Anónimos Luchadores Contra la Obesidad), trabaja acompañando a personas con sobrepeso y obesidad para que puedan recuperar su bienestar y mejorar su calidad de vida. Fue creada hace más de 50 años por el doctor Alberto Cormillot y tiene siete sedes en Misiones.

Allí acuden personas que necesitan perder peso y reciben no sólo el asesoramiento de profesionales, también reciben el apoyo mutuo de sus compañeros. Los encuentros semanales son ahora virtuales pero previo a la pandemia se hacían de manera presencial.

“La obesidad es una enfermedad crónica con la que vamos a vivir toda la vida pero hasta ahora no está considerada como una enfermedad adictiva y necesitamos justamente ese espacio donde cada semana reforzamos nuestra recuperación”, contó a El Territorio una de sus integrantes, Aurelia ‘Mamy’ Irrazábal (70).

Actualmente el grupo de Posadas está compuesto por 25 personas que padecen sobrepeso y obesidad y representa un sostén clave para no llegar al punto de la obesidad mórbida. “Lo que hace el grupo es fortalecer nuestra decisión, compartimos con nuestros pares y es importante ir a hablar de lo que nos pasa en la semana. Convivimos con la comida y depende de las elecciones que hagas tu recuperación. Hay gente que piensa que no va a salir de eso y con el apoyo de los profesionales y del grupo se puede”, compartió Mamy.

Edith es otra de las integrantes del grupo, se unió en 2018 en su búsqueda de ayuda para combatir su obesidad. Hasta hoy bajó 25 kilos y reconoce que sus compañeros le dan la fuerza para poder continuar con su recuperación.

“Es un cambio de hábito saludable y espero que esto le pueda servir a otros que están en esta misma situación, les animo a que se acerquen para entre todos poder hacerle frente a este problema”, invitó.

“Recibo constantemente apoyo, compartimos nuestros esfuerzos, testimonios y sobre todo contención. Vamos compartiendo nuestras experiencias para que otras personas conozcan el grupo”, compartió, por su parte, Rosana.

Mamy, en tanto, empezó a sumar kilos desde los 40 años, aunque ya tenía una tendencia en su niñez, y llegó a los 120 kilos. “Me empecé a desesperar porque no sabía dónde acudir. El grupo Alco fue mi solución. Sigo siendo una persona hiperobesa por más que haya perdido kilos porque eso está latente en uno”, cerró la mujer.

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