No son toneladas de marihuana, son cientos de kilos, pero el detalle es que es para el consumo local, para la distribución inmediata, para el denominado narcomenudeo, para el armado de los cigarrillos, de los fasos. "Están hablando de faso", se diría en el programa Peter Capusotto y sus videos.

Lejos del humor, el tráfico de la droga verde ya no es de paso como se intentó desde hace décadas hacer creer que Misiones era provincia sólo de tránsito. El consumo crece, la demanda también y los métodos para la venta y distribución van desde lo más ingenioso a lo más burdo.

La semana comenzó con un procedimiento en Miguel Lanús en donde fueron detenidas cinco personas y se incautaron casi 400 kilos de cannabis en una pieza de un inquilinato. Horas después, ya en la madrugada del miércoles 9 de junio, la fuerza provincial detuvo la circulación de un pequeño vehículo cargado con marihuana, en la ciudad de Oberá.

La marihuana que entra desde el Paraguay no tiene freno. No importa un comino lo de las restricciones por el coronavirus y eso de las fronteras cerradas. El contrabando mantiene su lugar, pese a todo. Y la droga se dispersa rápidamente. Y se vende rápidamente. Y se la consume rápidamente. En los últimos años, además fue haciéndose común el tráfico de cogollos de marihuana, no sólo de la prensada, esa que se convierte en "ladrillos" de cannabis.

En Misiones también fueron descubriéndose plantaciones de marihuana, aunque no son grandes ni se tiene conocimiento de que sean para grandes comercializaciones como sucede en Paraguay, en Pedro Juan Caballero, por ejemplo, lugar desde donde salen varios cargamentos hacia la argentina a través de las fronteras de Misiones, Corrientes o Chaco.

Están hablando de faso. Y del faso se habla desde al menos cuatro décadas, con más presencia cada año que pasa. En Posadas los barrios de las periferias fueron durante el inicio del 2000 los lugares en donde hasta la Gendarmería tuvo que intervenir ante el descontrol total. Y sigue pasando igual al 2021.

En Paraguay años atrás, el gobernador del departamento de Amambay había dicho a El Territorio que estaba a favor de la legalización de la marihuana, para terminar con la violencia y escalas de asesinatos en la frontera seca con Brasil.

Años después se sigue con el planteo. Claro, que en la Argentina, está la figura de la cannabis medicinal, que de apoco va teniendo respaldo en algunas provincias para la legalización del cultivo.

Por lo pronto, hablar de faso, en Misiones, es tema de narcos, de grupos organizados que la venden a 2.500 pesos los 100 gramos de la flor de marihuana, o a 100 a 150 pesos los tres gramos, depende la calidad.