Jardín Modelo: comprometidos con la educación de calidad

Allá por el año 1953, la escuela Jardín Modelo inició sus actividades luego del arduo trabajo de dos jóvenes docentes: Rebeca Mazal y Nora Castelli. Estas maestras normales nacionales bachilleres se convirtieron en las socias fundadoras y en las primeras docentes de tan novedoso proyecto.

La institución educativa lleva el orgullo de ser la primera escuela laica de gestión privada del territorio nacional de Misiones. El reconocimiento oficial lo obtuvieron el 20 de enero de 1954 de la mano de la resolución 70.669 del Ministerio de Educación de la Nación. Fue así que Mazal y Castelli abrieron el primer jardín de infantes dividido en dos turnos, con un total de 38 alumnos. Rebeca Mazal fue su primera directora, manteniéndose en ese cargo hasta su jubilación, en 1990. El nombre elegido para el establecimiento se vincula directamente con el espíritu fundacional, y es que las fundadoras perseguían el objetivo de convertir a la institución en un espacio modelo para la educación de los niños misioneros.

El 30 de diciembre de 1955 se cumplió otro hito importante en la historia de la institución. Se alcanzó la creación del primer grado. Desde entonces el crecimiento de la población escolar fue en aumento hasta el día de hoy, en que existe una constante demanda.

La primera dirección de la escuela fue en un garege de la calle San Martín 65

Adaptarse a los tiempos

Pasaron 68 años de aquel comienzo y hoy la escuela tiene edificio propio (en la esquina de Junín y Santa Fe en Posadas) y una matrícula que ronda los 400 estudiantes. El espacio que está destinado a las aulas alberga pocos alumnos, situación que permite que la enseñanza sea más personalizada y haya un ida y vuelta entre alumnos y maestros. El ambiente ameno que se ve en  el Instituto Jardín Modelo se replicó bajo la situación compleja que se vivió en 2020.

“Para nosotros el año pasado fue un año realmente sorprendente. En ese entonces utilizamos el Facebook y rápidamente dejamos la red y nos organizamos por otros medios, tuvimos que reformular toda nuestra planificación pero nos sirvió para afianzarnos”, comentó la directora de la institución María Hilda Florentín González.

La escuela trabaja con proyectos y la pandemia no fue un impedimento para que surjan buenas ideas, “salen proyectos donde nosotras nos quedamos admiradas” reseñó la directora. Al trabajo del alumnado se suma la solidaridad, que este año se verá reflejada en el marco del aniversario de la escuela. “Todos los años hacemos un evento solidario y este 2021 elegimos la escuela de la comunidad Yvytu Porá de Aristóbulo del Valle para ayudarla con sus necesidades. Estuvimos recaudando alimentos y utensilios y le llevaremos todo lo que recaudamos. Son 400 niños en la escuela y ninguno deja de colaborar”.