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Entrevista a la mujer que acusó a Alejandro Javier Sanfilippo

“Me tengo que hacer responsable por la maldad que hice”

C. R. K. asegura que mintió para perjudicar al acusado. “Si me dicen ‘firme acá para que Ale salga, pero usted tiene que quedarse presa, yo no dudo y firmo’”, aseguró

domingo 06 de junio de 2021 | 6:03hs.
“Me tengo que hacer responsable por la maldad que hice”
La mujer declaró en la audiencia de debate oral realizada a fines de mayo en Oberá. Foto: Luciano Ferreyra
La mujer declaró en la audiencia de debate oral realizada a fines de mayo en Oberá. Foto: Luciano Ferreyra

La tarde del mismo día en que Alejandro Javier Sanfilippo (39) fue condenado a 15 años de prisión, la mujer que lo denunció -la misma que en el juicio reconoció que mintió por venganza- lo llamó por teléfono a la Unidad Penal VIII de Cerro Azul para consolarlo.

Al otro día de la sentencia, la denunciante arrepentida se contactó con Francisco Aguirre, presidente del Tribunal Penal Uno de Oberá, para solicitar que le permitan visitar a Sanfilippo en su lugar de detención.

Es más, para ella nunca dejaron de ser una pareja y cada dos semanas viaja a Cerro Azul con comida, ropa, medicamentos y cualquier otra cosa que le pida el acusado.

“Lo llamo por teléfono dos o tres veces por día, y los fines de semana hasta cuatro veces. Él no me tiene rencor ni me recrimina nada. Hablamos de los chicos, del estudio, de todo lo que habla cualquier pareja”, comentó C. R. K. (44).

En diálogo con El Territorio, la mujer pidió que se publiquen su identidad y su foto, aunque la decisión fue preservar su nombre para no sobreexponerla, dada la complejidad y sensibilidad del caso. “Tengo que dar la cara. Me tengo que hacer responsable por la maldad que hice y tengo que asumir mi responsabilidad porque se me fue la mano”, remarcó ella.

“Si me dicen firme acá para que Ale (por Sanfilippo) salga, pero usted tiene que quedarse presa, yo no dudo y firmo. Yo debería ir presa porque tengo el infierno ganado por el daño que hice. La verdad es que él no me hizo nada y estoy dispuesta a pagar con mi libertad porque mi conciencia no me deja tranquila”, expresó luego.

En realidad, la mujer no hizo más que ratificar la versión que brindó el pasado 26 de mayo ante el Tribunal que condenó a Sanfilippo por homicidio en grado de tentativa agravado por el vínculo y por mediar violencia de género.

Infidelidad y venganza
La marcada discrepancia entre su relato sobre la supuesta inocencia del imputado y la condena a 15 años de prisión, se fundó en la denuncia original y en el aporte de un policía que el día del hecho acudió al domicilio de C. R. K.

Precisamente, en la requisitoria de elevación a juicio se citó que el 25 de febrero de 2019 la mujer denunció que discutieron y en un momento dado el hombre la tomó del cuello y trató de apuñalarla en el estómago, pero falló e hincó el cuchillo en la puerta del baño.

Pero en el debate oral, la presunta víctima subrayó: “Nunca me pegó ni me quiso matar. Vine acá para decir la verdad y sacarme un peso de encima”.

De todas formas, en su alegato la fiscal Estela Salguero mencionó que C. R. K. “es víctima y se encuentra entrampada en el ciclo de la violencia”, tras lo cual solicitó la pena que luego impuso el Tribunal.

En tanto, en una entrevista con este matutino, insistió en la inocencia de Sanfilippo y aseguró que su denuncia fue una mentira para perjudicarlo porque descubrió que le era infiel.

“Ese día recibí una captura de un chat que mostraba que me engañaba con otra mujer y también me habían contado que él no estaba separado de la esposa, como me había hecho creer hacía varios años, y me enojé mucho. Me decepcionó y me quise vengar. Quedé re loca, empecé a gritar, tiré cosas. Le quería meter preso, pero mi idea era que lo lleven preso dos o tres días, una semana, para que sufra un poco”, subrayó.

Una vecina llamó a la Policía y en pocos minutos arribaron al lugar: “Yo dije que me golpeó y que me quiso matar, pero fue por la rabia que le tenía. En la comisaría también dije que me quiso matar”.

“Todo por mi culpa”
Ya en su casa, en el barrio Yerbal Viejo, charló sobre lo sucedido con sus hijos -frutos de otra relación-, quienes siempre se llevaron bien con Sanfilippo, insistió la mujer.

“Ahí me di cuenta de que se me fue la mano, porque alcanzaba con correrlo de la casa y que no vuelva más. Me sentí re mal y al otro día volví a la comisaría y quise anular la denuncia, pero una policía me dijo que no podía, que ya había firmado y no podía hacer nada, o si no yo iba presa diez años por falso testimonio. Me asusté y volví a mi casa, pero empezó la culpa. Al segundo día ya le llevé comida y ropa”, recordó.

Cuando la citaron en sede judicial trató de suavizar su versión y dijo que el hombre no la golpeó ni la quiso matar, pero temía que la detengan y obvió detalles importantes, como que mintió adrede.

También fue citada por el Cuerpo Médico Forense para un informe psicólogico y “tampoco me animé a contar toda la verdad. Tenía miedo de ir presa porque pensaba en mis hijos que eran chicos y dependían de mí”, mencionó.

Asimismo, aseguró que creía que en el debate oral escucharían su verdad, a riesgo de perder su propia libertad, lo que permitiría la absolución de Sanfilippo.

“Para mí es una injusticia. No me escucharon, conté la verdad y dije que mentí para vengarme. Pensé que me iban a poner presa, pero lo condenaron a él. No entiendo por qué no me creen. No soy una borracha, no tengo ningún vicio, soy una mujer normal y trabajadora. Fui sincera y no sirvió de nada”, reflexionó C. R. K.

Incluso, comentó que “después de la sentencia me quedé en shock porque él es un hombre bueno, no merece ese castigo porque va a salir con casi 60 años. Es una crueldad y todo por mi culpa”.

Testigo clave
A pesar de que la denunciante se desdijo de la acusación original, para la fiscal y el Tribunal existieron pruebas de convicción para sentenciar a Sanfilippo.

Incluso se apoyaron en el accionar de C. R. K., que ni en la instrucción judicial ni ante el Cuerpo Médico Forense contó que mintió por venganza, supuestamente porque temía que la detengan.

Para imponer la pena también valoraron el testimonio de Maximiliano Gómez (23), un policía que el día del hecho acudió a la escena.

En el juicio precisó que golpearon la puerta y una voz masculina les dijo que estaba todo bien, ante lo cual los uniformados solicitaron que salga la mujer, lo que no ocurrió.

“Rompimos la puerta y vimos a la señora contra la pared, el hombre tenía un cuchillo en la mano y lo tiró cuando nos vio”, indicó.

En ese punto, Luciano Luna, defensor del imputado, le hizo notar al policía que en sede judicial declaró que el agresor le tapaba la boca a la víctima y que el cuchillo estaba en el piso. “Por ahí me expresé mal cuando di mi primera declaración”, respondió Gómez.

“La señora nos mostró la puerta del baño, manifestó que la estaba agrediendo y se encerró en el baño. Según ella no era la primera vez”, agregó el oficial.

Ante la consulta de este diario, C. R. K. indicó que “el cuchillo estaba en el piso, pero habré tirado yo sin querer, empujando. Y la marca en la puerta del baño tiene como 15 años y fue hecha por mi ex esposo. Pero primero sí, yo dije que Ale me quiso matar”.

Y avanzó sobre lo que habría padecido con su primer esposo. “Muchas veces lo denuncié con la cara chorreando sangre. Iba al Comando con un bebé alzado y nunca estuvo preso más de una semana. Por eso en mi enojo hacia Ale, pensé lo denuncio, va estar preso dos o tres días y le largan, pero va a sufrir porque me engañó. Esa fue mi idea”, agregó.

 

Preparan apelación

En el juicio contra Sanfilippo declaró Adriana Rodríguez (34), quien en los papeles sigue siendo su esposa, pero nunca lo visitó en la cárcel.

De todas formas, ante el Tribunal reconoció “nunca sufrí maltrato, nunca me levantó la voz. Para mi es una acusación que no tiene nada que ver con el hombre que conozco hace años”.

Por su parte, la fiscal Salguero opinó que C. R. K. cambió de versión para tratar de revertir la situación del acusado, lo que suele suceder en hechos de violencia de género.

“Ese día dio rienda suelta a su agresividad. No me quedan dudas que ese día Sanfilippo trató de matar a la señora C. R. K., lo que no logró por la oportuna intervención de las autoridades policiales y la manera en que se defendió la víctima. La señora tenía hematomas en los brazos y en el cuello. Esto desvirtúa totalmente su versión defensiva. Ni siquiera la versión cambiada de C. R. K. puede cambiar la situación”, expresó.

Luciano Luna, defensor de Sanfilippo, anticipó que se halla preparando el escrito de apelación.

 

La única que lo asiste

Ante la consulta de este matutino, desde el Servicio Penitenciario Provincial (SPP) confirmaron que cada dos semanas C. R. K. se acerca personalmente a la cárcel de Cerro Azul y entrega mercadería a nombre de Sanfilippo, pero no permiten

el contacto entre ambos. Es la única que lo asiste ya que nadie más lo visita.

Reconoció que “al principio, durante cuatro o cinco meses, iba al penal y me dejaban entrar. La primera vez dije que iba visitar a mi esposo y me dejaron pasar, hasta que en un día descubrieron cuál era la causa y ahí no me dejaron entrar más porque supuestamente él me puede hacer algo. Pero si hubiera querido lastimarme lo hubiera hecho en esos meses que pude entrar”.

De todas formas, haciendo un gran esfuerzo económico, cada 15 días le lleva las cosas que el hombre necesita en su lugar de detención.

“Al otro día del juicio pedí para visitarlo y primero me dijeron que sí, pero después me dijeron que no porque la sentencia no está firme y hay cosas por revisar”, lamentó.

Asimismo, aseguró “entiendo la precaución de la Justicia, pero hay casos y casos y no me va a ocurrir nada porque Ale es una buena persona. Por eso digo que tengo el infierno ganado, porque le hice daño. Si fuera culpable que pague, pero él no me hizo nada. Todavía no puedo creer lo que hice”.

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