Pinceladas de historia

El incansable Martín de Moussy

domingo 23 de mayo de 2021 | 6:00hs.

La emancipación argentina de España en 1810 motivó la preocupación de algunos gobernantes de recurrir a reconocidos científicos del mundo entero para que se trasladen a este nuevo país con el objetivo de concretar estudios de reconocimiento y producción de nuestro suelo. La intención era  que sus resultados trascendieran a Europa para motivar emprendimientos en el Plata.

Bernardino Rivadavia, por ejemplo, propició la llegada de Aimé Bompland, apresado luego por las fuerzas paraguayas en el pueblo misionero de Santa Ana en 1823. Este particular científico dejó importantísimos estudios de la flora misionera.

En los tiempos del presidente de la Confederación Argentina, don Justo José de Urquiza, entre 1852 y 1860, también arribaron invitados por el gobierno nacional científicos extranjeros como Alfredo du Graty, Augusto Bravard y el más trascendente de todos, Martín de Moussy, el primer naturalista en realizar estudios botánicos completos en nuestro país.

De Moussy había nacido en Brissac, Francia, el 26 de junio de 1810. Su padre era arquitecto, especializado en el diseño de amplios jardines, lo que explica en cierto modo la vocación de Víctor Martín, quién realizó los primeros estudios en París, pasando más tarde a Estrasburgo, donde siguió Medicina graduándose en 1835. La geografía y las ciencias naturales fueron su pasión. En 1841 viajó a Sudamérica, probando suerte en un principio en Río de Janeiro. Estando en Montevideo, se vinculó con Alcides D`Orbigny quién había recorrido gran parte de América y más tarde con Aimé Bompland, a quien visitó en su campo de Santa Ana, en cercanía de Paso de los Libres, Corrientes.

En Montevideo dirigió el Hospital de la Legión Francesa y fundó la Sociedad de Medicina. Contactado por Urquiza, De Moussy le ofreció un ambicioso proyecto de relevamiento estadístico sosteniendo en sus fundamentos que “todos conocen cuan desconocido es en Europa, sino también en América Meridional misma, el interior de las provincias argentinas, y la necesidad absoluta para su prosperidad de llamar la atención del mundo sobre sus riquezas. Por consecuencia, la publicación dentro de pocos años de un trabajo general, que hiciese un bosquejo geográfico y estadístico de todas las provincias sería de inmensa utilidad”. El costo de los viajes a efectuar para recorrer casi todo el territorio de la Confederación fue estimado en un peso por legua. En el contrato formalizado en febrero de 1855 se contempló un viaje a Europa y la impresión de la obra en Francia.

Martín de Moussy recorrió un total de 22.000 kilómetros de las 14 provincias argentinas de entonces. Sobre ello escribió: “Gracias a la salubridad del clima y a la resistencia de mi organismo pude superar las fatigas de esas largas excursiones que devoraron más de 20.000 kilómetros, para los cuales empleé unas veces buques a vela, diligencias, carros, carretas de bueyes, caballos y mulas”.

Su larga travesía, realizada entre 1855 y 1858, incluyó en una primera etapa las ciudades de Montevideo, Buenos Aires, Paraná, Rosario y el sur entrerriano. En Gualeguaychú, localidad que había fijado su residencia, construye un observatorio meteorológico.

En un segundo momento recorre el río Uruguay hacia el norte, llegando a Misiones desde Paysandú. Deja una riquísima descripción del territorio misionero, al que testimonia como “vacío y despoblado”, ocupado entonces por el gobierno paraguayo. En ese mismo viaje recorre el Paraguay y la provincia de Corrientes. Desde allí se dirige al oeste de la Confederación, visitando La Rioja, Catamarca, Tucumán, Jujuy, Salta y Santiago del Estero. Más tarde llega a la fértil pradera pampeana.

En el transcurso de sus viajes, De Moussy no perdió oportunidad de publicar algunos trabajos como adelanto de su obra. Así, aparecieron artículos firmados por él en diarios argentinos y uruguayos. Se destaca en este sentido su ‘Memoria histórica sobre la decadencia y ruina de las Misiones de los jesuitas en la cuenca del Plata’, fuente pionera para el estudio de las misiones en el siglo XIX. Originalmente publicada en francés, por su gran valor testimonial ha sido editada en castellano por instituciones académicas argentinas.

El resultado del proyecto de De Moussy no pudo ser más positivo, y en sintonía con el pensamiento de quien lo contratara, don Justo José de Urquiza, quien buscaba mostrar la Argentina al mundo, y a su vez tener un estudio de las riquezas nacionales. La obra se difundió en Europa, mostrando científicamente las bondades del suelo argentino con todas sus características físicas, geológicas, climáticas, agropecuarias, etcétera. Además, dio noticias sobre el transporte, las vías de comunicación, los caminos, rutas y puentes, sin olvidar la producción de las artes, el comercio o la industria. El trabajo completo se tituló ‘Decripcion physique, geographique et statistique de la Confederation Argentine’, y se editó en tres volúmenes más un atlas con abundantes datos estadísticos y mapas publicados en París entre 1860 y1868. 

Poco tiempo después de terminar su gran obra, De Moussy falleció, en marzo de 1869, en París. Su aporte a la ciencia fue de enorme trascendencia para nuestro país y su obra constituyó una fuente completa de información de la que seguramente se valieron las empresas inmigratorias que condujeron los cientos de miles de europeos que poblaron nuestro país a fines del siglo XIX.

¿Que opinión tenés sobre esta nota?