Distanciados pero aferrados

“Mamita querida, madre de Dios y de los pobres, virgencita de Fátima no desampares a los olvidados que sólo te tenemos a vos para recurrir”, rezan los feligreses que un año más quisieron llevar sus plegarias y primicias hasta el límite entre Posadas y Garupá. Faltaron los elementos del folclore religioso como los puestitos de imágenes y rosarios, pero la fe sigue intacta a pesar de la distancia social y de que para entrar había que dejar constancia de la temperatura y reemplazar el agua bendita por el gel. Cantos y alabanzas. Promesas y peticiones. Vitores y arrepentimientos. La comunión entre los fieles y la Virgen permanece a pesar de los avatares que se prolongan de generación en generación (más info en páginas 16 y 17).