Después de ti no hay nada, ni chipas ni empanadas

lunes 17 de mayo de 2021 | 6:00hs.

Por Ramón Claudio Chávez Ex juez federal

Una pareja de enamorados se susurraba canciones del amor al oído.

Comienza ella:

–¡Eres tú/ Como el agua de mi fuente/Eres tú/El fuego de mi hogar/Algo así eres tú/Algo así como el fuego de mi hoguera!

Le responde él con la canción de José Feliciano ‘Después de ti, ¿qué?’.

– ¡Y después de ti, ¿qué?/ Después de ti, ¿qué?/ Después de ti no hay nada, ni chipas ni empanadas/

Ni lluvia ni tormenta, ni amigos ni esperanza!

En medio del romanticismo a ella se le pasó por alto ‘ni chipas ni empanadas’, pero le pareció bella la letra de la canción.

Hablando de alimentos, un joven periodista, Mauro Fulco, escribió un libro que tituló ‘Gordos’.

El mismo autor sostiene: “Tengo casi treinta años, soy gordo y me dicen Pochoclo. Las publicidades de hombres con abdominales marcados son una demostración de lo que nunca seré. Soy lo que las abuelas llaman ‘morrudo’, pertenezco a ese espécimen que las madres dicen ‘tiene huesos grandes’, los técnicos de fútbol ‘pesados’ y las novias ‘gordito’”.

La idea de escribir el libro le surgió luego de estar a la 7 de una mañana fría en un centro de nutrición, donde la mayoría de las personas eran adultos mayores.

Mauro describe con ironía y con humor las peripecias que deben pasar los gordos/as en el trabajo, en el estudio, y en definitiva en la vida diaria. Se había casado hace poco tiempo, no conseguía traje para su talla, debió encomendarle uno a un sastre, de esos que nunca te quedan del todo bien.

La noche de la fiesta se le rompió el pantalón, allí donde ustedes saben.

Se van de luna de miel a Carlos Paz; estando en el hotel a la hora del desayuno se encuentran con una vecina del barrio, la Pocha, de los que se van a la provincia mediterránea para ver el Pajarito cucú de Carlos Paz, el Zapato de Capilla del Monte y la Plaza Próspero Molina de Cosquín.

Mauro tuvo un acto de cortesía al invitarla a compartir la mesa con su esposa. La Pocha le agradece y le dispara sin anestesia:

–¡Mauro, vos estás más gordo!

Era tarde para arrepentirse del gesto de hospitalidad.

Dos amigos, peleados con la balanza, estaban en el invierno tratando de ponerse en forma para que la malla no les quede chica en el verano.

Una noche en plena dieta deciden ir a cenar a un bodegón.

El mozo le pregunta que se van a servir, al unísono le dicen:

-¡La Dieta Scardale!

-¡Esperen, voy a consultar en la cocina!

Regresa.

-¡No tenemos!

–¡Bueno, traiga entonces una milanesa a caballo con puré!

La cocina estaba separada del comedor por una divisoria de tablas, donde las cocineras murmuraban:

-¡Escuchaste lo que pidieron, Dieta Scardale!

-¡Jajajajajajajajajajajajajajaja!

En la barra del asado de los viernes siempre hay un gordo, que concurre a la reunión como una licencia, olvidando las que se tomó durante la semana.

El hombre ya les había entrado a tres choripanes cuando uno del grupo le dice:

–¡Dale, gordo, vos que sos gracioso contate un chiste!

No sabe si es o se hace para llamar la atención.

Se dice que el obeso tiene gracia, pero eso en la mayoría de las ocasiones es falso, es un mecanismo de defensa, como el de aquel que le dijeron:

-¿Qué hacés, gordo?

–¡No confundas gordura con corpulencia!

La señora se levantó temprano y se miró al espejo, era evidente que el pantalón le apretaba, le pregunta al marido:

-Tito, ¿estoy gorda?

–¡Carmen, no vamos a empezar a discutir temprano, estás como siempre!

Inquisidora, le contesta:

–¡Me estás tratando de gorda!

–¡Nooo! -dice Tito.

El hombre estaba un sábado a la noche en el boliche, quería bailar, divertirse, se encontró con una chica bella que pegó onda. Se fueron a la barra y él pidió dos tragos de Séptimo Regimiento, brindaron por ello y le dice que se sentía bien con ella, que quería seguir la relación.

La respuesta fue dura:

–¡No me gustan los gordos, me parecen sucios!

Sintió una puñalada en la espalda, dejo el trago sin terminar y se marchó sin decirle absolutamente nada.

Se encuentran dos amigos después de mucho tiempo sin verse, charla va, charla viene, qué fue de este tiempo de ausencias.

–¿En qué andás ahora?

–¡Trabajo en una empresa de jabones! ¿Y vos?

–¡Yo soy modelo, hago publicidad para gimnasios!

–¿Pero estás un poco gordo?

–¡Sí, yo soy el de ‘antes’!

La creadora de la dieta ‘Cinch’, Cynthia Sass afirma que hay cinco razones porque las dietas fracasan: los cambios en el estado de ánimo, el hambre crónica, antojos, la presión social y los atracones como respuesta emocional.

Al final la pareja de enamorados que se susurraban canciones de amor de Mocedades y José Feliciano formaron una pareja y vivían en una casa de clase media.

Una mañana ella encontró en la cómoda del dormitorio el resultado de laboratorio de los análisis clínicos de él, observando que los parámetros de glucemia y colesterol estaban muy por encima los aconsejados.

–¡Gordito!

–¿Qué pasa? -responde él!

–Después de ti, ¿qué?

–¡Después de ti no hay nada/ni chipas ni empanadas!


Publicado en ideasdelnorte.com.ar

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