Fue presentado ayer, en el aniversario 36 de su natalicio

Un mural en honor al cabo Jorge Ortiz, del ARA San Juan

La obra de arte, de 4 metros de largo por 2 de alto, fue realizada por Gerónimo Rodríguez, en Ñu Porá, en homenaje al tripulante que falleció en la tragedia del 2017
viernes 14 de mayo de 2021 | 6:00hs.
Un mural en honor al cabo Jorge Ortiz, del ARA San Juan
Un mural en honor al cabo Jorge Ortiz, del ARA San Juan

Ayer, en un nuevo aniversario de su natalicio, se rindió homenaje a quien fuera cabo primero Jorge Isabelino Ortiz, uno de los 44 tripulantes que falleció en la tragedia del submarino ARA San Juan, el pasado 17 de noviembre del 2017.

La emotiva ceremonia se llevó a cabo en el polideportivo municipal de Garupá, espacio que lleva su nombre. El centro cultural y deportivo se encuentra en Ñu Porá, barrio en el que submarinista que ayer cumpliría 36 años vivía junto a su familia.

La cita tuvo como fin presentar un mural en el que se ve ilustrado a los dos misioneros que se encontraban a bordo del submarino al momento de la tragedia, Jorge Isabelino Ortiz y la obereña Eliana María Krawczyk.

Se trata de un mural esgrafiado, obra hecha por el reconocido artista Gerónimo Rodríguez, que cuenta con una longitud de 4 metros de ancho por 2 metros de alto.

Además de los rostros de los tripulantes misioneros del ARA San Juan, la obra de arte ilustra también algunas de las actividades deportivas que se llevan a cabo en el espacio (futbol de salón, vóley, hockey, patín, entre otras). El mural separa ambas ilustraciones con las banderas de la provincia y el municipio de Garupá. 

El mural es el segundo homenaje que rinden al cabo, puesto que en marzo del 2018 nombraron al polideportivo y la delegación municipal del barrio como ‘Jorge Isabelino Ortiz’. 

Según anunciaron las autoridades municipales, estos no serían los únicos reconocimientos para Ortiz, puesto que se planea que uno de los barrios más grande de Garupá lleve también su nombre.

Una presentación emotiva

En el reconocimiento estuvieron presentes, amigos, compañeros de escuela, autoridades municipales, vecinos del barrio y representantes de la Escuela 59 de Villalonga, establecimiento educativo en la que Ortiz cursó sus estudios primarios.

Todos recordaron anécdotas en común con el submarinista; tales como el día en que comentó que había ingresado a la Armada Argentina.

“Me pidió un libro de matemáticas y nunca me dijo para qué. Después de unos días me contó que había ingresado a la Armada”, mencionó Ezequiel, uno de sus compañeros de secundaria, quien además contó que al momento de enterarse de la tragedia recordó esa anécdota. “Lo que me prometí desde ese momento fue hablarle a mis hijos sobre el héroe que fue Jorge”, contó.

Jorge Isabelino Ortiz 

A los 20 años, Jorge agarró un bolso cargado de ilusiones, salió de Garupá y se fue con la mira puesta en ingresar a la Armada Argentina. El objetivo era claro: servir a la Patria.

A noviembre de 2017, llevaba doce años en la fuerza y desde hace tres años integraba las distintas tripulaciones de los submarinos argentinos.

En el ARA San Juan, Jorge estaba encargado de los mantenimientos de la parte eléctrica. Y por su trabajo en la Armada, residía en Mar del Plata junto a su esposa y su único hijo.

“Él se encargaba de las reparaciones eléctricas, salen a probar las naves después de los arreglos y verifican que todo ande bien, pero no me comentó que iba a hacer este viaje”, había explicado Ramón, el padre del submarinista en una charla con El Territorio, en noviembre pasado.

La distancia hacía que el medio de comunicación más fluido entre padre y hermanos sea a través de las redes sociales.

“Él era una persona muy dura, era de afirmarse. Apuntaba a algo y hasta que no lo conseguía no paraba. Y eso es lo que logró, él quería entrar en la Armada y lo logró, llegó a ser submarinista como él se propuso. Ese era su gran orgullo”, recordó tiempo atrás Sebastián, su hermano. 

¿Que opinión tenés sobre esta nota?