La fábrica que los produce trabaja a contrarreloj por la alta demanda

En la provincia también se usan cascos Helmet en pacientes con Covid-19

Utilizados en estadios tempranos en pacientes con neumonía o baja saturación de oxígeno, estos dispositivos evitan que entre el 50% y el 70% de las personas sean intubadas.
viernes 14 de mayo de 2021 | 0:05hs.
Casco Helmet
Casco Helmet

Hasta ayer habían 1.147 casos activos de coronavirus en Misiones de los cuales 83 requieren internación en hospitales o sanatorios.

Sin embargo, no todos están con asistencia mecánica respiratoria y el promedio de camas con respiradores libres llega al centenar.

Además, en el último tiempo la provincia empezó a aplicar nuevo y moderno equipamiento para tratar a los pacientes internados. Entre ellos están los cascos Helmet y los equipos de alto flujo de oxígeno, alternativas de ventilación mecánica no invasiva. Utilizados en estadios tempranos de Covid-19, en pacientes con neumonía o baja saturación de oxígeno, estos dispositivos evitan que entre el 50% y el 70% de las personas sean intubadas y conectadas a un respirador artificial.

En el país estos aparatos ya fueron usados en nueve mil pacientes en 500 centros de salud.

Los cascos son una nueva tecnología que permiten oxigenar a los pacientes y ganar tiempo para que no deban ir rápidamente a un respirador.

El hospital Samic de Eldorado posee dos cascos Helmet que se utilizan en pacientes con dificultades respiratorias producto del Covid-19, uno de ellos, por ejemplo, fue empleado en el intendente de Wanda, Felipe Jeleñ, que está en ese centro de salud.

Además, el mismo hospital tiene tres equipos de alto flujo de oxígeno que, de acuerdo a lo expresado por el director, Rodrigo Durán, funcionan aún mejor en estos cuadros clínicos. Y próximamente llegarán otros quince equipos de alto flujo.

Con el mismo equipamiento cuenta el Hospital Samic de Alem, el de Puerto Iguazú y el Madariaga en Posadas, por mencionar algunos centros asistenciales.

Cómo trabajan

Los cascos Helmet cumplen una función de presión positiva continua en la vía aérea del paciente, algo que se realiza con una mezcla de flujo de oxígeno y de aire. Esto ayuda al reclutamiento alveolar y al mejoramiento gaseoso, lo que puede llevar a la mejoría de la oxigenación.

Además, evitan la dispersión del virus a través del aire espirado por el paciente, ya que cuentan con un filtro viral y bacteriológico.

En el país la única fábrica que elabora los cascos funciona en Villa Martelli, Buenos Aires, y trabaja al tope de su capacidad para cumplir con los pedidos que principalmente llegan desde los gobiernos provinciales en medio de la segunda ola de Covid-19.

La compañía se llama Ecleris y comenzó a producirlos a el año pasado, luego de ver que se utilizaban en Italia y que no estaban disponibles en Argentina.

“Primero quisimos comprarlos, pero el gobierno italiano se había asegurado la producción por varios años”, explicó Marcos Ledesma, dueño de la empresa a El Diario Ar.

“El paciente con falla respiratoria antes iba derecho a ser intubado y a terapia intensiva. Pero lo que se empezó a aplicar hace muchos meses, y no sólo en la Argentina, es la ventilación mecánica no invasiva, que se puede hacer de dos maneras: con cánulas nasales de alto flujo o con el casco, que es una escafandra de plástico sellada al cuello que te permite mayor presión que las cánulas”, señaló.

De acuerdo a la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat), los cascos pueden ser utilizados hasta cinco veces. Cada uno vale 100.000 pesos y el kit de piezas descartables, que se cambian con cada paciente, cuesta alrededor de 3.000 pesos.

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