Crece el optimismo por un posible acuerdo por la deuda con el FMI

Apenas amaneció en París, la delegación oficial que llegó a Europa para acompañar la gira del presidente Alberto Fernández dejó trascender sorpresivamente que la comitiva no volvería a Buenos Aires mañana por la noche, tal como estaba previsto, y por lo tanto extenderá su estadía en Roma, adonde el jefe de Estado llegó ayer para mantener, durante la jornada de hoy, reuniones con autoridades italianas, con el Papa Francisco y, tal vez, con la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva.

Sin dar razones para la extensión del periplo, el mensaje implícito dado por la delegación es que Fernández pretende reunirse con Georgieva si acaso las conversaciones que lleva a cabo el ministro Guzmán transitan por buen camino. En Washington, donde el organismo multilateral tiene su sede, no descartaron la posibilidad.

Desde que Fernández tocó suelo europeo, el pasado domingo en Lisboa, y luego de atravesar Madrid y París y cosechar allí los apoyos de los líderes de cada gobierno, el equipo del presidente fue pasando de la moderación al optimismo ante la posibilidad cierta de un anuncio positivo respecto de la renegociación de las deudas con el Club de París y con el FMI.

“Francia está a su lado”, le dijo Macron, el presidente francés ayer a Fernández ante la prensa y afirmó que su país desea “que la Argentina llegue a un acuerdo con el FMI para establecer una estabilidad económica”.

Con la salvedad del presidente, que se permitió breves comentarios a la salida y entrada de sus alojamientos, los ministros que lo escoltan, Felipe Solá y particularmente Martín Guzmán, evitaron anticipar detalles de las conversaciones mantenidas.

El Papa, la deuda y las vacunas

Hoy, Alberto Fernández visitará al papa Francisco, que lo recibirá en el Palacio Apostólico, con todos los honores que correspondes a un jefe de Estado, a pesar de tratarse de una jornada no laboral por la fiesta de la Ascensión al Señor,  un día feriado en el Vaticano.

Alberto pretende discutir dos temas: la reforma de las condiciones de acceso y repago de créditos para países de ingresos bajos y medios, que se discutirá en el seminario organizado por la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales mañana, teniendo como orador a Guzmán y Georgieva, y el acceso equitativo a las vacunas contra el coronavirus, equiparándolas con un bien público de acceso global.

Para amenizar el encuentro de dos argentinos, la presidencia trajo como obsequios algunos libros, dulces regionales, y discos de tango. Pero nada garantiza que la cita no pase por momentos agridulces, habida cuenta de la reciente aprobación del aborto, que Macrón celebró en París, pero Bergoglio podría repudiar en Roma.

A las 13, Fernández visitará al presidente de la república italiana, Sergio Mattarella, en lo que se anticipa como un encuentro protocolar, mientras la cita más importante ocurrirá hora y media después, cuando la delegación argentina se vea con el flamante presidente del consejo de ministros, Mario Draghi.

Draghi fue presidente del Banco Central Europeo y figura determinante el salvataje de Portugal y Grecia, cuando ambos países estaban asfixiados por la deuda. El gobierno argentino le atribuye cierta cintura política y espera construir un vínculo que proyecte una imagen positiva de la Argentina a otros vecinos de la península itálica.