La presentación se realizó ante la Fiscalía de Instrucción Uno de Oberá

Profesor denunció que fue víctima de brutalidad policial

“Nunca estuve tan asustado ni temí tanto por mi vida porque las balas pasaron muy cerca de mí”, comentó Raúl Arzamendia. Anticipó su intención de mudarse a Posadas
miércoles 12 de mayo de 2021 | 6:05hs.

Para Raúl Arzamendia (25), profesor de Historia egresado de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Misiones (Unam), lo que habría padecido entre la noche del lunes y la madrugada de ayer no será olvidado fácilmente.

Según denunció ante la Fiscalía de Instrucción Uno de Oberá, cinco efectivos policiales de la localidad de Campo Viera lo detuvieron junto a un amigo, los obligaron a bajarse los pantalones y después los golpearon.

Luego lo tumbaron y comenzaron a asfixiarlo, pero logró resistir y escapó hacia un monte cercano, circunstancia en la escuchó tres disparos de arma de fuego que pasaron cerca suyo, tal como mencionó en la denuncia de la víspera.

En diálogo con El Territorio, el docente reconoció que tiene mucho miedo por su familia y por su propia integridad física, al punto que hoy mismo pretende dejar Campo Viera para instalarse definitivamente en la ciudad de Posadas, donde cursó su carrera universitaria.

Incluso, comentó que dejará inconcluso un proyecto para filmar un documental sobre el trabajo de los tareferos en la cosecha de la yerba mate, un oficio que conoce bien porque le ayudó a costear sus estudios.

“La verdad que nunca estuve tan asustado ni temí tanto por mi vida porque las balas pasaron muy cerca de mí. Todavía no puedo creer que actúen así, con tanta impunidad. Estoy totalmente decepcionado por el accionar de la Policía. Yo tengo miedo, pero al menos conozco mis derechos. Pero qué queda para las personas que no conocen sus derechos”, remarcó Arzamendia.

Tres disparos

Con relación al hecho del que habría sido víctima, mencionó que el lunes alrededor de las 22.30 volvía de una cena con un amigo y se detuvieron en el barrio Oeste de Campo Viera para reparar la patita de la moto, que se había desprendido.

“Paramos y en eso llegó una camioneta de la Policía con cinco uniformados. Uno que conozco como Zarza Díaz me dijo: ‘Vos sos Arzamendia, el de la publicación’, pero yo no entendí nada. Nos pidieron los documentos, nos revisaron y nos hicieron bajarnos los pantalones. Eso ya me pareció una exageración, algo innecesario”, opinó.

Mientras los revisaban, el funcionario identificado insistía con el supuesto comentario que habría hecho Arzamendia por redes sociales, pero sin precisar el contenido o si era una crítica al accionar policial. 

“Me miraba y le decía a los compañeros: ‘Este hizo la publicación’, y me preguntó: ‘No te acordás de mí’. Ahí me dio un golpe en la cabeza, otro me tumbó y me empezó a asfixiar. Me desesperé porque no podía respirar, pensé que me iban a matar. No sé de dónde saqué fuerzas, me zafé y corrí”, detalló del damnificado.

Desesperado, el joven ingresó a un monte de la zona y fue entonces que escuchó los tres disparos que denunció ayer.

“Me metí a un montecito que conozco de cuando era chico y jugábamos ahí. Lo peor fue cuando sentí tres tiros; pero no al aire, sino que sentí como el zumbido de las balas al costado. Pensé que me iban a matar, corrí bastante y me escondí cerca de un arroyo. A eso de las 2 de la madrugada, todo mojado y con mucho frío, salí y llegué a la casa de un conocido para pedir ayuda”, relató.

Intervino la CPPT

Según comentó Arzamendia, a su amigo también lo golpearon y lo detuvieron.

Por ello, ayer a la mañana se presentó ante la comisaría local para averiguar sobre la situación del otro joven y denunciar lo sucedido.

Pero, por casualidad, funcionarios de la Comisión Provincial de Prevención de la Tortura (CPPT) se hallaban en la misma dependencia policial para interceder por otro caso, cuando tomaron contacto con el profesor de Historia y lo asesoraron sobre la conveniencia de viajar a Oberá para realizar una presentación ante la fiscalía en turno.

Entrada la tarde de ayer, de regreso a Campo Viera, el joven pretendía averiguar sobre la situación de su amigo, quien en la jornada de hoy también podría radicar una denuncia por apremios. 

“Todavía no caigo de todo lo que pasó. La manera de actuar tan violenta de la Policía, siendo que no hicimos nada. También me di cuenta de que fue algo muy personal contra mí, porque en todo momento me decían vos sos Arzamendia, el de la publicación. Y la verdad no sé de qué publicación hablaban. Con esa forma de actuar, la Policía es un peligro”, reflexionó.

En tanto, reconoció que la situación padecida le genera temor y decidió abandonar el proyecto del documental sobre la tarefa en el que estaba trabajando.

“Voy a volver a Posadas porque acá no quiero vivir, es un peligro. La Policía debería darnos seguridad y hacen todo lo contrario. No me da vergüenza decir que tengo mucho miedo, porque vi de lo que son capaces”, remarcó.

Antecedentes
En julio del año pasado, El Territorio publicó detalles de la grave denuncia de Emanuel Heppner (26) contra efectivos del Comando Radioeléctrico de Campo Viera por presuntas torturas y amenazas de muerte.

El joven se presentó en sede de la Unidad Regional II de Oberé, donde detalló el calvario y aportó decena de fotografías donde se observan las múltiples lesiones que habría padecido por los golpes propínados por los funcionarios públicos.

Ante la gravedad de la acusación, la CPPT elevó una nota al entonces jefe de la Policía de Misiones, comisario general Víctor Zenón Cabrera, solicitando un informe sobre las actuaciones administrativas y las necesarias garantías de seguridad para el denunciante y su familia. “Me arrastraron esposado, me patearon, me pisaron la cabeza y me pegaron en las plantas de los pies. De ahí me subieron al móvil, donde me siguieron golpeando, para llevarme a la salita de salud, donde el médico ni me revisó. Una vez que llegamos a la comisaría me pegaron en el patio. Ya me había desvanecido como dos veces y, gracias a Dios, apareció el oficial Barrios y dijo que paren de pegarme. Si ese oficial no intervenía, me mataban”, detalló Heppner en aquella ocasión.

¿Que opinión tenés sobre esta nota?