Tras la condena a prisión perpetua dictada por el Tribunal Penal de Oberá

La hipótesis del doble homicidio y los antecedentes del ex policía Dlugokinski

“Los mataron para encubrir el asesinato de su propia madre”, opinó la querellante Daiana Mouls. Indicios contra el ex policía en el homicidio de su progenitor y un pasado violento
domingo 09 de mayo de 2021 | 0:15hs.
La hipótesis del doble homicidio y los antecedentes del ex policía Dlugokinski
La hipótesis del doble homicidio y los antecedentes del ex policía Dlugokinski

Durante su alegato, el querellante particular Juan Szymcak graficó que los asesinos “sembraron de pruebas” el expediente por el doble homicidio de Olivia Márquez (46) y su concubino Sandro Leiva (41), perpetrado el 28 de marzo de 2017 en Puerto Rosario, municipio de Florentino Ameghino.

Y la expresión del letrado no hizo más que corroborar las pruebas y testimonios recolectados durante la instrucción y ratificados durante las seis jornadas del juicio oral y público que concluyó el jueves en el Tribunal Penal Uno de Oberá.

En síntesis: las pericias balísticas confirmaron que las víctimas fueron ultimadas con dos armas del ex cabo de la Policía de Misiones Víctor Dlugokinski (35), su pistola reglamentaria y una escopeta. Luego los cadáveres fueron sepultados en la chacra del mismo imputado, donde también se hallaron rastros de sangre humana.

Además, el citado y sus cómplices -su hermano Pablo Dlugokinski (38) y su cuñado Leandro Bublitz (38)- fueron implicados por el relato de los integrantes de una patrulla de Gendarmería Nacional Argentina (GNA) que el mismo día del hecho los identificó trasladando la moto de la pareja asesinada.

Pero no sólo, ya que en el transcurso de la investigación los imputados se cruzaron acusaciones. Bublitz aseguró que el ex policía y su hermano fueron quienes asesinaron a la pareja y que él sólo los ayudó a deshacerse de la moto.

Después, Víctor Dlugokinski le echó toda la culpa a su hermano, quien luego del hecho escapó a Brasil, donde está preso y por ello no fue juzgado por el doble homicidio.

En tanto, el ex cabo y su cuñado fueron condenados a prisión perpetua.

Uno se quebró

“A mi mamá la identifiqué por la ropa, porque tenía la cara desfigurada”, graficó Daiana Mouls (24) en la primera jornada del debate oral.

El relato de la hija de Márquez fue conmovedor y preciso, ya que aportó datos concretos sobre las primeras pistas que implicaron a los acusados.

Indicó que los Dlugokinski son sus primos y que años atrás vivieron con ella y su mamá porque que no tenían buena relación con su propio padre, Ildo Victorino Dlugokinski (58), fallecido apenas tres días antes que Márquez y Leiva, hecho que despertó serias suspicacias.

Al respecto, según la declaración indagatoria de Bublitz -que se incorporó por lectura-, los hermanos Dlugokinski habrían matado a la pareja en venganza porque sospechaban que mataron a su padre, cuyo cadáver se calcinó en el incendio de su vivienda. 

Según Bublitz, aquel 28 de marzo de 2017 al mediodía se hallaba en su casa de Puerto Panambí y llegaron Víctor y Pablo Dlugokinski, sus cuñados. Se quedaron a almorzar y luego le invitaron “para dar una vuelta”, indicó.

“Cuando salimos de mi casa eran las 16, 16.30 y en el camino, llegando a la casa de Víctor, ellos me contaron que habían matado a esa pareja porque descubrieron que habían matado a su padre. Ellos habían desarmado la moto de la pareja y me pidieron que los ayude a deshacerse de la moto”, relató.

Ya oscurecía cuando salieron de la casa del cabo y alrededor de las 20.30 fueron detenidos por el control de GNA.

“Le pidieron la documentación del auto y de la moto y Víctor no tenía. Ahí Gendarmería nos trajo hasta el destacamento de Panambí y Víctor entró y habló con los gendarmes (…) Cuando nos liberaron fuimos hasta el arroyo Los Toros y tiramos la moto”, aseguró.

Dato clave

En la segunda audiencia fue clave el testimonio del sargento primero Víctor Dos Santos, uno de los dos gendarmes que el 28 de marzo de 2017 requisaron el Chevrolet Aveo de Dlugokisnki, en cuyo baúl trasladaban la moto desarmada de las víctimas.

El funcionario confirmó que en el auto viajaban los tres implicados y que el ex policía aseguró que la moto era suya.

“Transitaban en sentido Panambí–Santa Rita y dijo que llevaba la moto a la casa de un amigo para reparar, pero no dijo quién era el amigo. En ese momento comentó que hacía tres años que tenía la moto y la llevaba a reparar”, señaló Dos Santos.

El conductor le dijo que uno de sus acompañantes era su hermano, mientras que al Bublitz lo reconoció después, en ronda de presos en la Seccional Tercera de Oberá. 

“Al requisar el vehículo encontramos una pistola 9 milímetros en la puerta del conductor y un maletín con dinero que habría sido de un cobro de tabaco en el banco Macro. En el baúl había una moto roja desarmada”, detalló.

Ante la irregularidad detectada, los hermanos y su cuñado fueron trasladados a la Sección Panambí de GNA para verificar en el sistema de la fuerza los antecedentes de ambos vehículos.

“El sistema de Gendarmería no arrojó ningún impedimento, por eso no se labró ninguna actuación y fueron liberados. Luego volvieron hacia Panambí, no fueron para Santa Rita, hacia donde había dicho que iba”, recordó Dos Santos.

Hipótesis y antecedente

Con relación a la motivación que habrían tenido los asesinos para perpetrar el doble homicidio, en su alegato la fiscal Estela Salguero avanzó sobre la hipótesis que también tienen los familiares de las víctimas y los investigadores: Márquez y Leiva fueron asesinados para encubrir las circunstancias del deceso del padre de los Dlugokinski, hecho que fue caratulado como un incendio accidental.

Y si bien en la instrucción Bublitz dijo que los hermanos le confesaron que planificaron el doble homicidio porque sospechaban que la pareja mató a su papá, dicha versión no habría sido más que le excusa que el ex policía le dio a su hermano.

Salguero expresó que aquel 25 de marzo “las víctimas fueron testigos de una feroz pelea entre el policía y su padre, donde hasta hubo un machete, y eso podría saltar en una investigación posterior”.

Luego, en diálogo con El Territorio, Daiana Mouls expresó: “Coincido con la teoría de la fiscal. Los mataron para encubrir el asesinato de su propio padre”.

Se trata de una hipótesis para nada descabellada ya que Dlugokinski poseía antecedentes de violencia.

Incluso, años atrás estuvo en situación de disponibilidad (apartamiento preventivo de la Policía) por una denuncia de intento de homicidio en perjuicio de un primo que protagonizó un accidente en el que se vio involucrado un familiar del acusado.

En aquella ocasión el denunciante aseguró que Dlugokinski lo esperó en una picada y le disparó varios tiros, por lo que salvó su vida de milagro.

A pesar de la gravedad de la denuncia, tras permanecer en disponibilidad varios meses, el policía retomó la actividad, pero le asignaron tareas de mantenimiento en la finca de oficiales de Oberá.

Saña y premeditación

En su alegato, la fiscal Salguero graficó el sufrimiento que padecieron las víctimas.

“Ataron a Leiva y le dispararon de arriba hacia abajo estando arrodillado. A la señora le apoyaron el arma en la nuca y dispararon. También estaba arrodillada. Eso es ensañamiento. Los hicieron sufrir desmesuradamente”, subrayó.

Por su parte, el querellante Szymcak detalló que el 28 de marzo del 2017 al mediodía Márquez y Leiva se dirigieron en moto a la chacra de Dlugokinski, distante ocho kilómetros, donde fueron emboscados y ultimados por los tres imputados.

“Los victimarios eran sus parientes, por eso fueron con confianza y así los sorprendieron”, mencionó.

Para graficar la premeditación de los homicidas, indicó que ya el día anterior Víctor Dlugokinski llevó a su esposa e hijo a la casa de sus suegros para asegurarse de que no haya testigos en su chacra de Puerto Rosario, municipio de Florentino Ameghino.

“Allí los sometieron a una feroz golpiza. Luego hicieron arrodillar a la señora y le pegaron un tiro en la nuca y otro en el costado. A su concubino lo ataron y lo mataron, también arrodillado”, detalló.

Agregó que en horas de la noche del mismo 28 de marzo los homicidas “colocaron la moto de las víctimas en el auto del ex policía con las intenciones de arrojarla al río, pero felizmente fueron vistos por una patrulla de Gendarmería”.

Además de hallar el arma reglamentaria del cabo y dos fajos de dinero, los gendarmes dejaron constancia de que en el baúl del Chevrolet Aveo había una moto desarmada, cuyos restos fueron hallados en el arroyo Los Toros cuatro días más tarde. Los cadáveres fueron encontraros al otro día en la chacra de Dlugokinski.


Los principales testigos
A lo largo de las seis jornadas del debate participaron 20 testigos. Fue clave el aporte de Víctor Dos Santos, uno de los gendarmes que el 28 de marzo de 2017 requisaron el Aveo de Víctor Dlugokinski, en cuyo baúl trasladaban la moto desarmada de las víctimas.

A su turno, el testigo Omar Dos Reis se refirió a una frustrada transacción que realizó con el ex policía, quien a finales de marzo del 2017 se mostró apresurado en vender su auto, tras lo cual cruzó al Brasil por un paso clandestino. Días después fue apresado.

Juan Lange, jefe del Registro de las Personas de Ameghino, contó que el lunes 27 de marzo los hermanos Dlugokinski se presentaron en su oficina para tramitar el certificado de defunción de su padre, quien murió dos días antes. "Le pregunté a Víctor si sabía cómo se incendió la casa del papá y me contestó que fue por la colilla de un cigarrillo. Recuerdo que todavía le dije: ‘Qué bárbaro que pase eso con una colilla’", indicó el testigo.  

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